Dos semanas antes de las elecciones, en la Casa de Gobierno, Antonio Bonfatti, en ese momento candidato a gobernador por el Frente Progresista, y Hugo Storero, ministro de Obras Públicas, anunciaron la próxima licitación de las obras de la Ruta 1, con Hermes Binner sentado a su lado.
El jueves 7 de julio, Bonfatti textualmente decía: “El proyecto de la Ruta 1 fue reformulado totalmente porque el original tenía problemas hidrológicos. El nuevo prevé colectoras, dársenas; se incluyó semaforización inteligente, iluminación en toda la traza y la totalidad de los desagües pluviales y entubados”, dijo.
Bonfatti reconoció que la iniciativa demandó “un tiempo importante” para la elaboración del proyecto, pero aseguró que el plan alcanzado contaba con el consenso de los vecinos y de autoridades de Santa Fe, Arroyo Leyes, Colastiné y Rincón.
Por su parte, Storero aseguró que el llamado a licitación era inminente. “Se está terminando el pliego y están disponibles las partidas presupuestarias. Confiamos en la capacidad técnica de nuestros representantes del sector de Vialidad Provincial que realizaron un proyecto que nos parece magnífico”, aseguró el ministro, sin saber que un mes y medio más tarde, el propio gobernador “congelaría” el proyecto.

































