Por Enrique Cruz (h) - (Enviado Especial a Buenos Aires)
“Estamos bien, ahora sí muy bien”, decía el profe Meoni apenas salido del vestuario victorioso de Vicente López. Fue la primera victoria como visitante de Gugnali desde que dirige a Unión y en el momento necesario. Debió pasar exactamente una rueda, porque el último triunfo en esa condición había sido, con Trullet, en la cancha de Tiro Federal. Y ahí estaba el técnico, compartiendo una animada charla con Roberto Zapata, el ex ayudante de Craviotto, que fue, casualmente, el hombre que trajo a Gugnali a Unión para que se haga cargo de las divisiones inferiores, hace más de dos años.
-¿Qué análisis hacés del partido, Claudio?
-Fuimos superiores y más prolijos, aunque reconozco que debimos definirlo antes. Y me voy a adelantar a la pregunta que me harán respecto de los cambios. Yo pensaba hacerlo con el 2 a 0. Me dijo para adentro que metía el 4-4-2 y se terminaba todo. Como el gol no venía y perdíamos un poco en el medio, decidí hacerlo igual y justo en ese momento llegó el gol de Rigoni. Con el 1 a 1 salimos a remarlo nuevamente, hubo situaciones en los dos arcos y creo que nunca perdimos el espíritu de ir a buscarlo y me alegro por el debut en el gol de Urresti, al que le tocó salir del equipo quizás sin merecerlo demasiado, porque de local anduvo bien y contra Ferro estuvo a la altura de todos los demás, pero salió del equipo con una nobleza enorme.
-¿Se jugaba mucho el equipo en este partido?
-Sí, pero dimos sólo un pasito. Fue muy emotivo el festejo en el túnel, donde todos los muchachos se abrazaron y festejaron con euforia los tres puntos, porque se lo debíamos a la gente. Además, veníamos de perder dos partidos, uno jugando mal y el otro injustamente, y hoy estábamos para cerrarlo y justo vino el empate, así que tuvimos que sacar a flote nuestro amor propio.
-Volviendo a los cambios...
-Sí... A Pereyra lo saqué sólo porque estaba amonestado, no hay otra razón. Con Weiner y Urresti pensé en darle aire al medio y a la delantera. Y la combinación entre los dos hizo que ganemos el partido, pero como te decía, debimos hacerlo antes porque en el final del primero y el comienzo del segundo jugamos bien. Pero esta es nuestra historia, la de un equipo sufrido, ¿no?
-¿La propuesta de tres arriba hizo que el partido se hiciera palo y palo?
-Sí, cosa que a mí no me gusta mucho. porque no soy propenso a que los partidos se hagan así, golpe a golpe.
-¿Se vivió una semana complicada por las dos derrotas consecutivas?
-Sí, claro... Yo convivo con los jugadores, soy el responsable máximo de todo esto y el que palpo el semblante del grupo. Había una deuda... Y además, fui jugador de fútbol y sé lo que se siente cuando se pierden un par de partidos. Sé lo que es la deuda futbolística... También entiendo la situación del club, porque nadie armó esto para sufrir y sé que la idea era estar más arriba y peleando por otra cosa, pero sólo prometo que lo vamos a pelear al máximo.
-¿Salió todo tal cual lo planificaste, teniendo en cuenta el cambio de esquema?
-Esto es lo bueno que tiene el fútbol, que a veces no te da la espalda... Sí, la mayor parte de las cosas que tuvimos en cuenta durante la semana, se dieron. Y por eso me voy reconfortado. Platense está en una situación en la que se juega a suerte y verdad, y a mí no me gusta mucho eso de “vení, que nos suicidamos juntos”. Los dos teníamos que ganar y por eso salió el partido abierto que ustedes vieron.
-¿Es sostenible en el tiempo el 4-3-3?
-Vamos a ver... Son situaciones únicas. Para mí, jugaron un partido bárbaro Zapata y el Coqui Torres, que corrieron una enormidad. Y a veces, tuvo que bajar el Cuqui Márquez a marcar al “5” rival y lo hizo con inteligencia y concentración... No sé qué decirte. El esquema no salió mal, pero veremos cómo seguimos. El equipo hizo un esfuerzo enorme y por eso hubo tanto festejo cuando terminó el partido.
-Hubo opciones, sobre todo en el segundo tiempo, pero sin eficacia, ¿no?
-Es así... Como te decía, veremos qué pasa a partir de ahora. No te puedo asegurar si seguimos con tres o si cambiamos nuevamente.
-Con la mano en el corazón, ¿te jugabas una patriada hoy?
-Sí.
-¿Podría haber sido definitorio una derrota en este partido?
-La verdad que no sé, no te podría contestar porque cuando salimos de Santa Fe algunos colegas tuyos me preguntaban qué pasaba si Unión perdía, y sinceramente estaba seguro de que al partido no lo íbamos a perder. Seré loco, pero no pensaba en eso. Yo no estoy acostumbrado a vivir este tipo de situaciones, porque en mi carrera como técnico siempre tuve logros, gracias a Dios y no me tocó vivir situaciones límite. No quiero ser el culpable de la tristeza de la gente de Unión y mientras pueda darle alegrías, seguiré.































