Por Cintia Roland
Un fuerte e intenso temporal abatió Esperanza, en un hecho donde el granizo fue más protagonista que la lluvia misma. Lamentablemente, ventanales rotos, autos golpeados y chapas perforadas se sumaron al caos producido en las calles.
En definitiva, innumerables inconvenientes causó la tormenta en la zona de Esperanza e influencia. El granizo invadió los barrios esperancinos, ocasionando innumerables daños materiales y volviendo a la memoria lo vivido el 25 de diciembre pasado, cuando la ciudad sufrió un temporal similar.
Las piedras, algunas con un diámetro de 10 y hasta 15 centímetros, rompieron vidrios en viviendas, comercios, industrias, fábricas, escuelas, facultades, parabrisas y autos. De esta manera, toda la actividad se vio interrumpida ya que los automovilistas debieron buscar en forma urgente guarida para sus vehículos. Por varios minutos, el panorama fue desesperante. En forma especial, los barrios Sur, Este y el Centro fueron quienes más sintieron la inédita tormenta.
Inmediatamente el intendente Rafael De Pace se puso al frente del Comité de Defensa Civil para coordinar los esfuerzos y trabajos tendientes a solucionar los inconvenientes en los barrios más afectados. Así también procuraban ayudar y auxiliar a las familias que tuvieron mayores problemas.
Finalizado el temporal de granizo, personal de Bomberos Voluntarios y de la Municipalidad local comenzaron a trabajar para despejar las calles y auxiliar a las familias más afectadas, algunas debieron ser evacuadas mientras que otras optaron por autoevacuarse, debido a los daños ocurridos en sus hogares.
El sector norte y oeste de la ciudad no contó con energía eléctrica y la EPE recibió reclamos por corte de cables. También se observaron cables telefónicos y de TV cortados en todas las calles. Las piedras "podaron" los árboles y esto provocó inconvenientes en los servicios y en el tránsito mismo.
Las consecuencias
Los efectos de la tormenta llegaron en lo inmediato. Los servicios de electricidad, de telefonía móvil y fija y de video cable se vieron afectados y cortados.
En San Jerónimo Norte y Las Tunas cayeron más de 100 milímetros en poco tiempo, mientras que en la comunidad de Pilar se registraron 160 milímetros.
En el sector agropecuario, muchos sembradíos fueron dañados, las cosechas de soja y maíz seriamente perjudicadas, muchas de ellas perdidas; la rotura de las reservas lecheras de silo bolsa; terneros muertos y animales de gran porte lastimados.
La Unidad Regional XI de Policía conformó un operativo especial para prevenir posibles delitos, en virtud de que muchos negocios tenían sus vidrieras rotas y numerosos hogares no contaban con electricidad.
El Servicio de Emergencia Médica 107 atendió un joven con una herida cortante en el cuero cabelludo y otro lesionado en una pierna. Por su parte, también fueron atendidas algunos pacientes con ataque de nervios en sus propias viviendas, ante el panorama de destrucción de sus pertenencias.
Muchas escuelas no tuvieron clases durante esta jornada debido a los daños registrados. Preponderó la prevención y la seguridad para tomar tal decisión.
Cables cortados
En Esperanza, hay 50 cables cortados que se van a ir reparando en la medida en que las condiciones climáticas lo permitan, según lo informó la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
El tamaño de las piedras rompió todos los vidrios de la sala de celdas de la estación transformadora de la EPE esa esa ciudad cabecera del departamento Las Colonias.
Colaboración
El intendente Rafael De Pace, convocó al Comité de Defensa Civil y pidió inmediatamente por los medios de comunicación que la gente colabore y retire las ramas de los árboles de las calles para evitar que se tapen las bocas de tormenta. La respuesta fue increíble, el propio intendente lo comentaba horas después en su despacho para dar cuenta del compromiso de la comunidad, marcada en los últimos meses por trágicos temporales.


































