Agustina Mai
amai@ellitoral.com
“Hace unos cuantos años venía con mis hijos los fines de semana a pasear por el canal, en esos botes que tienen pedales. Éste era un lugar muy lindo, lleno de árboles y flores, un paseo muy agradable para toda la familia. Hoy sólo hay mugre por todas partes, está todo roto y abandonado”. Así recuerda Carmen cómo era el Parque Garay hace diez años atrás.
“Este lugar es increíble. Los árboles que tiene, el lago, los puentecitos... No sé cómo puede estar todo tan abandonado. Es una pena porque con un poco de mantenimiento este parque sería maravilloso”, asegura Leticia que vino de paseo a Santa Fe por las vacaciones de julio y pasó por el lugar.
Hubo un tiempo en el que el Parque Garay era uno de los paseos más atractivos de nuestra ciudad. Hoy, el abandono y la mugre contrastan con ese pasado de oro.
Daños y abandono
“Yo cuido la parte de las piletas. Me encargo de limpiar, pintar los carteles, poner los tachos de basura... Pero soy una de las pocas personas que quedan trabajando acá (en el Parque). Al resto lo llevaron al Predio Ferial y acá no quedó nadie. Está todo abandonado. El Polideportivo está todo roto y se llevaron hasta los caños del baño”, relata Miguel, que cuida los piletones hace 18 años.
El sector para practicar deportes está completamente abandonado: robaron y destruyeron la casilla donde funcionaban los baños, se llevaron los aros de los postes de básquet, los troncos que hacían de asientos, cables de luz, farolas y reflectores, entre otras cosas. Los cestos de basura están destrozados y quemados, los postes doblados y los focos de luz rotos o quemados.
“Cuando me mudé esto era otra cosa. Estaba todo lindo y arreglado. Uno podía ir al polideportivo y pedir una red para jugar al voley o al tenis. Hoy está todo abandonado, destruyeron todo. ¡Se llevaron hasta las baldosas de la cancha de básquet!”, asegura Stella, que vive hace diez años frente al parque.
Inseguridad
Si bien hay un destacamento policial en el corazón del Parque Garay, los vecinos se quejan por la falta de seguridad. Hace poco, uno de ellos sufrió un asalto en la puerta de su casa, frente al playón de deportes, a plena luz del día. Estos episodios son muy comunes.
“Por más que esté el destacamento, acá lo que hace falta es patrullar el parque porque es un lugar muy grande. Me acuerdo que hace algunos años lo recorría la policía montada, entonces era más fácil controlar lo que pasaba”, comenta una de las vecinas.
En tanto, Stella destaca la falta de iluminación en toda la zona: “Entre Santiago de Chile y Roque Sáez Peña no hay nada de luz. Tampoco en la parte de atrás de la parroquia San Pedro o en el sector de juegos para los chicos. Queda todo como una boca de lobo. Eso no ayuda para nada a la seguridad del lugar”.
Basura por todas partes
Los pocos cestos de basura que quedan están destruidos o quemados. De esta excusa se valen muchos para tirar la basura en cualquier parte.
En este sentido, vecinos de la zona remarcan que los miércoles y sábados -días en los que se realiza el club del trueque- “la mugre es impresionante”. “Después de la inundación, se instaló el trueque y ahí empezó a empeorar todo: ensucian y dejan todo tirado, desde botellas hasta pañales”, se quejó un vecino.
Por otra parte, el canal está repleto de camalotes y se ha convertido en un gran basural. Lo que antes era un paseo atractivo, o por lo menos un lindo paisaje, hoy está arruinado por falta de mantenimiento. Si bien a principio de año se comenzaron acciones para sacar los camalotes y la basura, desde hace un tiempo el operativo está frenado.
Si una de las políticas de este nuevo gobierno consiste en recuperar los espacios públicos de la ciudad, sería bueno que pusiera la lupa sobre estas cuantas manzanas, plagadas de verde, que conforman el Parque Garay.































