Unión está conducido hoy por la Mesa Directiva (cuerpo colegiado), la cual le rinde cuentas la Comisión. El movimiento de cargos se hará una vez que las partes logren un acercamiento. Estatutariamente, Rubén Decoud, vice primero, debería ser el presidente unionista. Sin embargo, gran parte de la dirigencia se opone decididamente a que él tome los hilos del club.
Miguel Ponce, vicepresidente segundo de Unión, estuvo en La Tatenguita junto con Juan Mieres y otros directivos —no asistió Rubén Decoud, vice primero— y se refirió a la realidad política del club tras la cumbre de ayer al mediodía. “Me comprometí personalmente en hablar con cada una de las partes para tratar de llegar a un acuerdo. Es el anhelo que todos tenemos: tener todo organizado para trabajar en forma mancomunada. Sería feo que por un capricho de uno u otro, no se pueda llegar a un final feliz”, dijo.
“Un gran líder que tenía el club acaba de desaparecer y, por respeto a él y toda su familia, tenemos que tratar de encaminarnos en lo que apuntaba Vega como presidente. Después, quien gobierna no es determinante, sino que lo primordial es tener las ideas claras en cuanto a quiénes estamos y hacia dónde vamos. Hay que pensar en Unión. Y les pido a todos que pensemos que lo más importante es ir todos para el mismo lado”, agregó Ponce.
Luego señaló: “Yo no puedo trabajar si no tengo confianza. Si a mí me avala el grupo de trabajo, realmente me enorgullece que sea así, pero acá no va a haber un presidente que trabaje solo, sino que habrá un grupo de trabajo que vaya para adelante y gente de afuera que quiera aportar ideas. Es un momento difícil”.
Para concluir, Ponce sostuvo: “Esto se va a solucionar con diálogo. No hay otra. Tenemos que ser todos coherentes y ver qué es lo mejor para Unión. Hemos sido votados para dirigir el club, así que tenemos que estar todos juntos para que esto se pueda resolver; si no se puede, tendríamos que tratar de estar la mayor cantidad posible”.
































