Las estaciones de servicio de la ciudad recibieron la orden de Litoral Gas. A diferencia de la vez anterior, la prohibición fue total. A las pocas horas se empezaron a sentir las consecuencias de la falta del combustible. No bajaron el precio de la nafta en la ciudad.
Si no es el calor, es el frío, el sol calienta mucho o las bajas temperaturas congelan los conductos. La cuestión es que lo que queda paralizada es la vida de la gente, que ahora debe depender del servicio meteorológico para saber lo que le faltará en los próximos días.
Es así como en este invierno -estación del año en la que desde tiempos inmemorables hace frío y hasta en algunos lugares cae nieve- nos toca vivir nuevamente una crisis energética, como les gusta denominar a muchos la carencia de combustibles.
En la ciudad, desde ayer por la tarde -alrededor de las 18-, las estaciones de servicio cortaron absolutamente el expendio de GNC, cuando desde Litoral Gas les llegó un comunicado en donde se advertía que la venta debía reducirse a cero metro, o sea, nada.
En otras provincias, precisamente Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y en la ciudad de Rosario, la empresa Repsol YPF anunció que vendería la nafta común y súper al mismo precio del gas natural comprimido a los remises, taxis, transporte liviano y motores duales. Al momento de la carga, los conductores deberán exhibir la oblea de autorización de GNC y la habilitación profesional al día. Según se pudo saber, se vende nafta común o súper de acuerdo con la recomendación del fabricante del vehículo y con la disponibilidad del combustible en la estación. Sin dudas, la medida es más que interesante, si de costos se habla, pero lo mismo tiene de efímera: sólo se dará por un plazo de 72 horas.
Gestiones municipales
Para aquel que depende del GNC para poder trabajar, no conseguirlo es un trastorno.
Según Alberto Scarpa, presidente de la Asociación de Taximetristas Unidos de Santa Fe, es difícil evaluar los costos de no poder trabajar con normalidad, ya que, para el mediodía de hoy, estimaba tener un 90 por ciento de la flota de taxis detenida.
``Para nosotros significa ingreso cero. No tenemos subsidios como las empresas de colectivos, hay coches parados desde ayer a las 22'', señaló Scarpa y agregó que le parecía arbitrario e injusto que las medidas fueran sólo para algunas ciudades.
Alejandro Haedo, secretario general del gremio de remiseros de Santa Fe, también admitió las dificultades para desarrollar sus tareas y advirtió que -luego de mantener una reunión con los propietarios de las agencias-, si no recibían una respuesta para hoy, adoptarían medidas de fuerza. ``No sé si llegamos a tener un 15 % de los autos en marcha. Es imposible trabajar con los costos de la nafta; o nos dan soluciones o subimos la tarifa'', dijo Haedo.
Según explicó, las medidas consistirían en cortes en los accesos a la ciudad.
Ambos representantes dieron a conocer que esta mañana recibieron llamadas del intendente Balbarrey y del secretario de Servicios Públicos para informarles que estaban realizando gestiones a nivel nacional, con la ministra Miceli, para lograr el mismo acuerdo que se dio en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario. Hasta el cierre de esta edición, no habían obtenido respuesta.
Esperan soluciones
Para consultarla sobre la situación, El Litoral se comunicó con María Isabel Pelossi, integrante de la Cámara argentina de expendedores de combustibles y afines de Santa Fe. La empresaria explicó que, por el momento, lo único que sabía era que no podía vender GNC, tal como se lo comunicó Litoral Gas: ``Tenemos cero metro autorizado y no sabemos hasta cuándo; nos dijeron que era por tiempo indeterminado. Todo depende del estado del tiempo. Es una vergüenza que el gobierno no haya previsto esto con anticipación; además, no dan ninguna solución''.
Según Pelossi, los problemas que están teniendo son graves; `` por ejemplo, el sueldo de los empleados más los costos fijos de funcionamiento de la estación. Además, sí o sí debe haber gente custodiando por la seguridad de las instalaciones, o sea, no podemos cerrar''.
Pelossi dijo que mantenía contacto con la Federación argentina de expendedores de naftas del interior, pero que no tenían mayor información.
``Si alguna estación no hace caso a la orden de Litoral Gas y vende GNC, se le aplican multas muy costosas'', protestó la empresaria sobre la sanción que rige desde el año 2003, cuando teóricamente empezó la crisis.































