Este viernes 29 de enero, Susana Giménez cumple 77 años. Y, aunque no tiene previsto realizar ningún festejo especial, se espera que reciba la visita se sus familiares y amigos más cercanos en La Mary, su residencia de Punta del Este.
De chica, la gran diva argentina soñaba “con ser famosa” y lo logró con creces. Una síntesis de su carrera y su vida privada

Este viernes 29 de enero, Susana Giménez cumple 77 años. Y, aunque no tiene previsto realizar ningún festejo especial, se espera que reciba la visita se sus familiares y amigos más cercanos en La Mary, su residencia de Punta del Este.
Rubia por accidente y mamá soltera
Al principio era castaña, medio colorada y de casualidad se convirtió en rubia. Estaba filmando, en Venezuela con Jorge Porcel y Alberto Olmedo, la película Los hombres piensan solo en eso. Fue a la peluquería del lugar y a los estilistas no les salía el colorado. Cada vez estaba más rubia y lo dejó así. Hoy asegura que si la gente no la viera rubia, no les gustaría.
Cuando Mercedes tenía tres años. Mucho tiempo después, Susana recordó qué la enamoró de Mario Sarrabayrouse: “Era el hombre más lindo del país… pero también un pobre chico. Embarazada, tuve que casarme con él. Casi me suicido. Todo fue un desastre… En mi casa lo bancaron, sí. Pero esa noche, cuando mi papá llegó y hubo que decirle que estaba embarazada, creí que me mataba”. Separada y con una nena chiquita pensó: “Bueno, tengo que trabajar”. Empezó en la fábrica de su papá como secretaria. Pero como se aburría y no ganaba mucho decidió probar como modelo.
Su relación con la tele
En mayo de 1969 protagonizó el publicitario “¡Shock!” de jabón Cadum. Era julio y hacía mucho frío. Susana estaba con su bikini debajo de un tapado. Como además lloviznaba filmaron la escena una sola vez. Por entonces estaba de novia con Héctor Cavallero, un joven productor que le consiguió un papel en Las mariposas son libres y convenció a Daniel Tinayre que Susana era ideal para protagonizar la película La Mary.
El 1 de abril de 1987 a las 13, con hombreras de robot y el flequillo revuelto debutó en la pantalla de ATC con Hola Susana; en el programa funcionaban 40 líneas telefónicas que colapsaban. “No hay sistema diseñado para soportar una carga así”, explicaba una solicitada en los diarios. En el primer envío se concursaba por 50 australes. En 2010 festejó 3000 programas al aire. Sumadas fueron 1800 horas de maquillaje, 3500 cambios de vestuario, 650 entrevistas internacionales, 661 sketches, 74 musicales propios y casi 4000 horas al aire.
De ATC el ciclo pasó a Canal 9 y en 1992 recaló en Telefe. Alejandro Romay contó su verdad sobre el pase en una entrevista para una revista. “Los dueños de Telefe querían que fuera al canal y comenzaron una campaña muy dura. Se hizo una tapa doble con ‘Xuxa todo bien, Susana todo mal’. Estaba todo el periodismo hablando mal de ella. Yo siempre le mandaba el contrato con una rosa, el último año ella me mandó un mensaje: ‘Por favor, déjame salir de este tormento’. Para firmar en Telefe le aconsejé que exigiera no menos de 25 tapas anules, avisos y ella tomaba nota de todo y lo pedía”. “Cuando no hago el programa o no estoy en producciones de fotos, estoy hecha una zaparrastrosa todo el día. Estoy siempre así, en calzas y zapatillas”. (Clarín, mayo de 2011).
En 1996 entró en el libro Guinnes por haber recibido más de 20 millones de cartas en su programa.El suceso de Hola Susana fue tal que se le otorgó un código postal único, 1595, para organizar las dos toneladas de correspondencia que recibía.
La política, y los políticos
Reconoce que al ex presidente Carlos Menem “lo iba a ver a Olivos, a Casa Rosada no”. Amiga y seguidora del ex presidente Mauricio Macri asistió a su asunción.
“A mí no me gusta la política, necesito que me quieran, y basta que seas un político para que te odie la mitad en cuanto subís”. (Perfil, mayo de 2019).
Sus adoraciones
Rod Stewart es su gran ídolo, pero también le gusta Robbie Williams a quien considera el sucesor de Frank Sinatra. Admiradora fanática de Rita Hayworth, asegura que Robert De Niro es el mejor actor del mundo. La personalidad histórica que más le interesa es el general San Martín.
Cholula desde chica, le escribía a las estrellas de Hollywood. Le respondieron Elizabeth Taylor y Lana Turner. Solía ir a comprar postales con caras de famosos que se vendían en Santa Fe y Azcuénaga.
Gran lectora, lee dos o tres libros por semana. Pueden ser de metafísica, novelas y hasta la biografía de los Reyes Católicos con el mismo interés.
Durante muchos años no aceptaba ningún trabajo de 17 a 20 horas para poder estar con su hija cuando volvía del colegio. “Mecha, mi querida hija. En los peores momentos de mi vida fue ella quien estuvo a mi lado para darme su aliento. La amo con toda mi alma y sé que me ama. Sé que va a estar a mi lado toda la vida, pase lo que pase”. (Revista Gente, especial 35 años).
Lucía y Manuel Celasco son sus nietos y debilidad. A Lucía le enseñó a jugar al póker, al dominó y a la generala. Cuando eran chicos, ellos amaban jugar a la escondida. “Pero yo lo odiaba, por suerte crecieron estaba harta de esconderme”. No la llaman abuela sino Kika.
La relación con su cuerpo
En los primeros años de modelo se operó la nariz porque, según su versión, se cayó de un caballo. Cuando le sacaron las vendas no le gustó como quedó y se volvió a operar.
En 1994 sufrió un colapso que se transformó en un problema cerebro vascular. Al año siguiente regresó triunfal y cantó un rap escrito por China Zorrilla donde decía que ya era abuela y que había cumplido 50.
“A mí lo que me jode del argentino es que siempre tiene que burlarse del otro. No existe el respeto. Yo cuando empecé como modelo era transparente, pero después en la madurez, engordé un poco”. (Playboy México, enero de 2007).
La Mary, Monzón y sus otros hombres
Durante el rodaje de La Mary inició un romance con el coprotagonista y campeón mundial, Carlos Monzón, que estaba casado. “Fue un rodaje muy divertido y muy apasionado. Fue fantástico. La verdad es que lo pasamos fantástico. Porque ¿viste que mientras cambian la luz y todo eso, que el cine es aburridísimo? Nosotros jugábamos a las cartas y nos divertíamos”, recordó. “Era un tipo bárbaro. Le gustaba ver televisión. Era un tipo normal. Pero muy, muy celoso. Sí, eso era un problema. Yo trataba de no mirar nunca nada, iba por la calle así porque si no… A él no le gustaba”.
Estuvieron juntos de 1974 hasta 1978. “Nos prendimos fuego y no pudimos con el fuego”. Años después explicó por qué se terminó la relación: “Empezamos a llevarnos mal. El empezó a jugar mucho a las cartas, a tomar con los amigos… Y yo veía que estaba cambiando, que ya no era el mismo. Y dije: ‘No, hay que terminarlo acá’. El no lo tomó muy bien, pero lo tuvo que aceptar”.
Con Ricardo Darín comenzaron a salir cuando él tenía 23 años. Les encantaba jugar al truco, se divertían mucho y discutían “porque él es bastante crítico de Estados Unidos y yo soy fan de todo lo americano”. En el 2015 habló sobre ese vínculo: “El día que se casó con Florencia (Bas), cuando me despedí de los dos, le dije a Flor: ‘Nunca, jamás, te sientas amenazada por mí’. Ella tuvo la sabiduría de creer en mis palabras y desde aquél entonces hasta ahora pasamos a ser familia para siempre. En lo bueno y en lo malo, ellos están ahí para mí y yo para ellos. Casi diría que hoy, cuando estamos juntos, me llevo mejor con Flora que con Richard. Es que él sigue siendo el mismo desbolado e impuntual de siempre. Lo bueno es que hoy, como no soy yo la que convive con él, me río en lugar de ponerme como loca”.
“El amor que nos unió desde el primer día fue como de otra vida, somos almas gemelas, nos queremos más allá de todo, por eso no terminó cuando decidimos dejar de ser una pareja”, recordó Giménez.
“No sé si casarme con (Huberto) Roviralta fue uno mis grandes errores, pero sí el más caro. Y caí como una pelotuda, todavía no sé cómo le dije que sí”. (Caras, noviembre de 2002). “Huberto me empujó, trató de agredirme y yo me defendí. Le tiré con un cenicero”, se excusó Susana el 12 de febrero de 1998, luego de regresar de Miami. Esa frase pasaría a la historia del espectáculo. Su divorcio fue considerado “tema nacional” tanto que fue a “Hora clave” el programa periodístico por excelencia, conducido por Mariano Grondona a explicar qué había pasado. Grondona reconoció que fue la emisión que más midió en toda su historia. Susana le pagó a Roviralta 10 millones de pesos -en ese entonces dólares- por su separación.
Visión de futuro
Cuando tenía 20 años fue a ver una bruja que le pronosticó: “Vos vas a ser la mujer más famosa de la Argentina. Veo revistas con tu fotos, viajes y mucha luz”. Lejos de sentirse feliz se fue enojada porque había ido en colectivo y “me cobró un huevo”. “Para muchos soy la imagen de la libertad porque en mi vida siempre hice lo que quise” (Nueva, julio de 1992).
“En el futuro siempre me aparece el campo y los animales. Plantar y estar con los perros en la cama. Cuanto más conozco a la gente más quiero a los animales”.
“Siempre gané mucha guita. Me gusta la guita. Soy muy materialista, me encanta ganar guita para gastarla. Guardo un poco para retirarme bien y el resto lo uso para vivir como me gusta: muy bien”. (Estación 90, noviembre de 1989). “La gente me va a recordar siempre brutal. Van a hablar de mí como una mujer libre, un personaje que tuvo una vida fantástica. Cuando me muera voy a ser un mito total”. (Ahora, julio de 1992).




