Luego de tres horas de conversación “mano a mano”, finalizó la reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y Steve Witkoff, el enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente y Rusia.
Steve Witkoff, emisario de Estados Unidos en Medio Oriente y Rusia, habló con el mandatario ruso durante tres horas. La situación de Ucrania y los nuevos aranceles como ejes del diálogo.

Luego de tres horas de conversación “mano a mano”, finalizó la reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y Steve Witkoff, el enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente y Rusia.
El representante de Washington arriba en medio de un particular crecimiento de las tensiones con Moscú, que incluyeron reposicionamientos de dos submarinos nucleares estadounidenses y amenazas de sanciones por parte de Donald Trump.
Aún sin las primeras reacciones, el viernes 8 de agosto figura como fecha límite establecida a Putin para llegar a un acuerdo por la guerra con Ucrania, que inicialmente se debía extender más semanas. De no llegar a puntos en común, la Casa Blanca aplicará nuevas sanciones a Rusia y sus principales socios. Uno de los más atacados en los últimos días fue India.
Las exigencias rusas son parte de la clave de la negociación, la cual contempla que Kiev retire completamente sus tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón, incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022. Además, piden que se reconozca estos territorios, así como a Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación de Rusia.
Otro elemento relaciona el factor inicial de la guerra, la militarización al acceder a la OTAN. “Debe garantizarse la neutralidad y la no alineación, así como la desnuclearización, desmilitarización y desnazificación de Ucrania”, aseguran desde Rusia.
Respecto a los pedidos desde Estados Unidos, ni Trump ni Witkoff han sido precisos, pero las declaraciones iniciales sobre el caso por parte del presidente estadounidense, aún no retractadas, indican que la paz se acordaría con los actuales límites territoriales.
Witkoff también habló con el director general del Fondo Ruso de Inversiones Directas y enviado especial de la Presidencia rusa, Kiril Dmítriev, de manera informal por el parque de Zariadie, en el centro de Moscú.
La primera de esta ronda de reuniones entre Rusia y Estados Unidos se dio en abril pasado, cortando una racha de tres años sin diálogo entre ambos países. Desde aquel encuentro, se dio lugar a la ronda de conversaciones con Estambul, Turquía, como sede.
Trump ha amenazado con dos tipos de medidas distintas si Moscú no cumple con la fecha límite del viernes para la paz. Ha dicho que aplicará nuevas sanciones a las importaciones rusas a Estados Unidos, lo que tendría un impacto mínimo dada la casi paralización del comercio entre ambos países desde el inicio de la guerra.
Trump también ha prometido aranceles secundarios a los países importadores de energía rusa, entre ellos China e India, los mayores consumidores de combustible del país. Esto podría contribuir aún más a cortar la financiación de la maquinaria bélica rusa.
“¿Es el 8 de agosto una fecha límite real o parte de la estrategia de Trump, que a menudo implica crear puntos de presión y luego determinar cómo utilizarlos?”, preguntó un funcionario estadounidense. “No es real hasta que Trump lo decide, lo cual se basa en una serie de variables no identificadas”.




