Promediaba la década del "90. Eran épocas de cambios en lo referente a la Santa Fe-Coronda. Gregory Streppel y Diego Degano, dos monstruos sagrados de la natación de aguas abiertas a nivel mundial, ya habían anunciado su retiro de la competición oficial. Y la carrera se largaba otra vez desde la costa oeste, más precisamente desde la playa que domina el Espigón I, frente al más tradicional de los comedores de pescado de la zona.
En ese contexto, apareció con una fuerza inimaginable la figura de un nadador francés que llegaba con muchos y muy buenos antecedentes.
Fue el 4 de febrero de 1996 que los 29 nadadores se lanzaron al agua tras escuchar el estallido de la pistola deportiva, apenas pasadas las 8.30, en medio de un clima inestable.
Los favoritos eran el mencionado galo, el húngaro Attila Molnar (campeón del mundo por entonces) y otra vez el alemán Wandratsch. Fernando Fleitas era el candidato más serio de Santa Fe, que sin embargo aportó dos competidores más. Se trataba de un veterano, Diego Fleitas, y un debutante, Víctor Domínguez, de 17 años.
El Litoral destacaba la particularidad de aquella carrera, que se evitó el vado, un punto clave y tradicional de nuestro maratón, debido a la baja altura del río. En ese marco se destacó el galo, quien un año antes había quedado en el segundo escalón del podio. Su registro fue de 8 horas, 49 minutos y 30 segundos, superando al alemán Wandratsch por sólo 3 segundos. Detrás quedaron Molnar, el búlgaro Dimitri Petrov y el argentino Gabriel Chaillou.
Debido a la descompensación sufrida por Fernando Fleitas, que lo obligó a abandonar, el mejor santafesino fue Domínguez, undécimo a 24 minutos del vencedor. Diego Fleitas llegó decimotercero. Pero en esta edición del maratón más lindo del mundo se generó una comunión indestructible entre el galo ganador y las aguas cálidas del Coronda.
Le agarró el gusto
Un año después, desde el mismo escenario de largada, se tiraron 17 muchachos al agua para surcar los 63 kilómetros de carrera.
La cobertura de El Litoral remarcó la lucha por los puestos de vanguardia, que a pocos kilómetros de la costanera de la ciudad de las frutillas quedó en exclusiva para Stephane Lecat y el bonaerense Gabriel Chaillou.
Los metros se consumían y la paridad parecía solidificarse brazada tras brazada. El final hizo recordar la competencia de 1993, en la que Degano y Wandratsch decidieron arribar juntos a la meta. En efecto, tanto el galo como el argentino también parecieron rememorar aquel instante, y decidieron imitar ese epílogo. Así, después de 4 años, el maratón del Río Coronda volvió a tener un primer puesto compartido.
El Litoral, que en aquella oportunidad sacó un suplemento especial por la competencia, tituló "El candidato y la revelación"; lo primero, por Lecat; lo segundo, por Chaillou.
Detrás llegaron Wandratsch, el francés Nicolas Knapp y el húngaro Attila Molnar. En la séptima posición llegó el primer santafesino, Fernando Fleitas, mientras que Víctor Domínguez arribó decimocuarto.
Después, el diario reveló que el vencedor, que venía punteando con 25 metros de ventaja sobre el porteño radicado en Italia, detuvo su marcha y le propuso al argentino arribar juntos. "Hicimos la misma carrera. Fue un gran trabajo de los dos, nos merecíamos llegar primeros", explicó Lecat tras la extenuante jornada.
Un respiro y...
...otra vez. El "98 no fue su año, aunque tan mal no le fue: llegó tercero. Pero el 7 de febrero de 1999 Lecat volvió por más. Se tomó revancha con polémica incluida.
Otra vez se largó el maratón con varios candidatos. El galo, el español Meca Medina (ganador el año anterior), Chaillou y el esloveno Igor Majcen. El único santafesino era Facundo Quiroga.
Más allá de todos estos datos anexos, hubo una particularidad muy destacada: por primera vez en la historia, la Santa Fe-Coronda se corrió un lunes. Eso se debió al fortísimo viento que había el domingo, por lo cual las embarcaciones no podían apartarse de la costa. Se largó a las 9.30 desde el Espigón I de la costanera santafesina.
Volvió a ganar el francés Lecat, pero esta vez en medio de una gran polémica. Meca Medina, que llegó segundo a centésimas, se quejó de un supuesto golpe del galo en plena competencia. De hecho, el ibérico salió del agua con sangre en su nariz, y acusó al vencedor de haberlo golpeado. El francés sólo se limitó a decirle a El Litoral: "cuando me ganó el año pasado, yo no dije nada".
El último lugar del podio quedó para Majcen, seguido por Chaillou y el alemán Andre Wilde. Quiroga arribó decimotercero.
En la historia
Lecat volvió al año siguiente, en el primer maratón del nuevo milenio, que tuvo a Fernando Fleitas otra vez en el agua luego de tres años. Fue el 6 de febrero de 2000, y la largada volvió a ser desde la costa este, en la flamante avenida costanera.
El "Delfín de París" fue impecable. Con su estilo depurado y su nado veloz dejó en el camino a Gabriel Chaillou y a los italianos Massimiliano Parla y Claudio Gargaro.
Ganó por cuarta vez y logró igualar a dos ídolos locales: Claudio Plit y Diego Degano, aunque el rosarino ostenta el récord de haberse consagrado en cuatro ocasiones consecutivas.
Alejandro Galetto






























