Se abren múltiples interrogantes en el Medio Oriente; múltiples intereses, países encontrados. Hay socios por conveniencia y existe dependencia del comercio con Occidente. Compra de armas, limitaciones y desastres humanitarios en todos los puntos cardinales. Benjamin Netanyahu estuvo en Estados Unidos, más de un encuentro a puertas cerradas con Donald Trump: lo que se trató parece secreto, pero la marcha de los acontecimientos nos darán la pauta de lo convenido y sobre las falsas líneas rojas que en estos años de conflicto se han sobrepasado en más de una oportunidad.
Israel "debe intentar por todos los medios finalizar la confrontación en Gaza" dicen. La pregunta es… ¿cómo? El enemigo sigue combatiendo y la guerra, que es asimétrica, se toma vidas de soldados israelíes casi todos los días. Sería muy fácil en términos de estrategia bélica arrasar con todo lo que queda en pie todavía en las zonas de combate pero están los secuestrados, vivos y muertos, en manos del Hamás. Por eso el combate es casa por casa y las "bombas trampa" están causando estragos.
Benjamin Netanyahu. Crédito: Marc Israel Sellem/Reuters
Para que se comprenda el concepto: un ejemplo de guerra asimétrica está al alcance de cualquier mortal que haya visto u oído las acciones de Israel contra Irán y viceversa. Los objetivos atacados en Irán fueron solo militares y en cambio los ataques del país persa fueron en su mayoría a la población civil, a centros urbanos. ¿Se entiende la diferencia?
En cuanto a la ayuda humanitaria, se ha perfeccionado el sistema pero se lucha todo el tiempo con los problemas que causan los acólitos del Hamás, que no son pocos y forman gran parte de la supuesta "población indefensa" de la superficie. Para avanzar en la eliminación del Hamás como he mencionado anteriormente se han ampliado las zonas en donde se concentra la población desarmada y se han aislado las zonas en donde el Hamás está instalado y activo.
Un niño palestino inspecciona el lugar de un ataque israelí que mató a palestinos, reunidos para recoger agua de un punto de distribución, según los médicos, en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el 13 de julio de 2025. Crédito: REUTERS/Stringer
La población de Gaza no sufre hambre y tampoco sed, como las múltiples fake news publican. Sí, la situación es muy difícil y sobre todo para los más vulnerables, eso es cierto, porque están viviendo en campamentos. Si el Hamás hubiese ondeado la bandera blanca otra sería la historia; no son liberadores de nadie, no pelean por reivindicar una tierra que ya tienen. Son fanáticos terroristas a sueldo, formados en una doctrina motivada por los más bajos instintos: destrucción, muerte, asesinato, violación, desprecio por la vida humana. Y los primeros afectados son los propios gazaties.
La verdad está cubierta por un halo de la propia percepción individual y colectiva influida por factores internos y externos que instalan un relato falso y muchos lo adoptan dócilmente sin esforzarse por analizar e investigar. La realidad está definida por los hechos comprobados, pero hoy la fuerza de los multimedios crea relatos reñidos con la realidad en el terreno.
Un niño palestino, herido en un ataque israelí que causó la muerte de varias personas y que se reunió para recoger agua en un punto de distribución, según médicos, recibe tratamiento en el Hospital Al-Awda en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el 13 de julio de 2025. Crédito: REUTERS/Stringer TPX
En el "día después", si hay pausa en la guerra, creo que se empezarán a ver acciones de distensión a cargo los potenciales partícipes del reordenamiento (se habla de fuerzas multinacionales con participación de Arabia Saudita). Dicen "la esperanza es lo último que se pierde" y eso involucra a dos pueblos a ambos lados de la frontera. Esperemos que quienes tienen la decisión de las acciones a tomar acierten en lo que la hora demanda.