Por Claudio H. Sánchez (*)
En una novela hay varios personajes importantes a los que les pasan distintas cosas. Algunas individualmente y otras, interactuando con los demás personajes. Para Borges, eso era una complicación innecesaria que oscurecía el relato
Por Claudio H. Sánchez (*)
Es sabido que Jorge Luis Borges nunca escribió una novela. Cuentos, poemas y ensayos, muchos. Pero novela, ninguna. Él dijo alguna vez que la forma más perfecta de contar una historia era la del cuento, donde hay un personaje principal, el protagonista, al que le pasa alguna cosa. Y el cuento consiste, justamente, en contar eso que le pasa al protagonista.
En una novela, en cambio, hay varios personajes importantes a los que les pasan distintas cosas. Algunas individualmente y otras, interactuando con los demás personajes. Para Borges, eso era una complicación innecesaria que oscurecía el relato. Que lo hacía más difícil de seguir. Podemos suponer que si Borges tropezó alguna vez con una idea para una novela que le habría gustado escribir, optó por separar el argumento en las distintas historias que lo formaban, como quien deshace una trenza, y escribió un cuento con cada una de ellas.
Nosotros podemos hacer el proceso inverso: tomar dos o más cuentos que tengan algún elemento en común y entrelazarlos en una única historia. El resultado será lo que en arte se conoce como pastiche: una obra hecha con partes de otras. Pero, por su tamaño y complejidad, calificaría como novela.
Por ejemplo, consideremos dos cuentos de Borges: "Funes el memorioso" y "El sur".
"Funes el memorioso" fue escrito en 1942 y apareció en el libro Artificios en 1944. Su protagonista y narrador es un estudiante que suele pasar sus vacaciones de verano en Fray Bentos, entonces un pueblo rural. En uno de esos viajes conoce a un peón llamado Funes. En un viaje posterior, se entera de que, como consecuencia de un accidente, Funes quedó paralítico y con una memoria sobrenatural.
"El sur" fue publicado inicialmente en el diario La Nación en 1953 e incluido en la segunda edición de Artificios en 1956. El protagonista es un bibliotecario que sufre un accidente doméstico y es internado en una clínica. Cuando le dan el alta, viaja a una estancia de su propiedad para completar su recuperación. Pero, el mismo día de su llegada al pueblo, participa de un incidente con un habitante del lugar en el que, presumiblemente, muere acuchillado.
Unamos entonces estos dos cuentos: hagamos que el estudiante de "Funes el memorioso" y el bibliotecario de "El sur" sean la misma persona. Y que la estancia a la que viaja para recuperarse el bibliotecario es la misma donde es peón Funes. La historia hablará sobre los viajes del bibliotecario a su estancia en el sur, de su satisfacción cada vez que encontraba algún libro raro, su primer encuentro con Funes y su sorpresa al verlo más tarde paralítico y con una memoria extraordinaria. El relato continuará con el accidente que lleva al bibliotecario al hospital, su sufrimiento mientras está internado, hasta llegar al duelo de cuchillos en el que, suponemos, muere.
Seguramente Borges escribió algún otro cuento que pueda agregarse a esta trama para lograr una novela más larga, compleja e interesante. Una novela de Borges, que Borges nunca escribió.
(*) Docente y divulgador científico
Podemos hacer el proceso inverso: tomar dos o más cuentos que tengan algún elemento en común y entrelazarlos en una única historia. El resultado será lo que en arte se conoce como pastiche: una obra hecha con partes de otras.
Unamos estos dos cuentos: hagamos que el estudiante de "Funes el memorioso" y el bibliotecario de "El sur" sean la misma persona. Y que la estancia a la que viaja para recuperarse el bibliotecario es la misma donde es peón Funes