En uno de los partidos más esperados de la fecha 12 del Torneo Apertura, Sportivo Guadalupe y La Perla del Oeste protagonizaron un empate sin goles que, si bien no entregó grandes emociones en lo futbolístico, dejó mucha tela para cortar desde el análisis. Fue un enfrentamiento parejo, jugado con mucha intensidad pero con escasa claridad, entre un líder consolidado y un equipo que busca afianzarse en la competencia.
El encuentro se desarrolló en un campo de juego afectado por las lluvias caídas en la madrugada del sábado, lo que provocó un terreno blando, resbaladizo y con zonas pesadas, factores que claramente atentaron contra la intención de ambos equipos de desplegar un juego prolijo. Desde el pitazo inicial de Maximiliano Manduca, quedó en evidencia que sería una tarde complicada para los creativos y para quienes intentaran jugar por abajo.
Durante los primeros 45 minutos, el desarrollo fue chato. El juego se concentró principalmente en la mitad de la cancha, donde las marcas se impusieron sobre las ideas. Los conductores naturales de cada equipo, Dándolo por el lado de Guadalupe y Canu en La Perla, intentaron asumir el protagonismo, pero rápidamente se vieron rodeados por los volantes rivales y limitados por el estado del campo. La pelota no circulaba con fluidez, y las imprecisiones fueron moneda corriente.
El encuentro se desarrolló en un campo de juego afectado por las lluvias caídas en la madrugada del sábado. Crédito: Ana Bordón.
Las aproximaciones a los arcos fueron escasas. Rossini, el arquero local, y Rearte, su par en la visita, apenas fueron exigidos, pero mostraron seguridad y solvencia cada vez que se los necesitó. En definitiva, la primera etapa dejó como saldo un espectáculo discreto, sin emociones fuertes y sin situaciones claras para abrir el marcador.
En el complemento, se esperaban ajustes desde lo táctico que pudieran darle otro ritmo al partido. Sin embargo, el panorama no cambió demasiado. Si bien ambos equipos mostraron una actitud algo más ambiciosa, las intenciones se diluyeron rápidamente en la falta de precisión, el desgaste físico y las condiciones del terreno, que no mejoraron con el correr de los minutos.
El trámite siguió siendo parejo, luchado y con pocas oportunidades de riesgo. La figura de la tarde fue, sin dudas, el defensor central de La Perla, Mazzon, quien tuvo una actuación impecable. Firme en la marca, rápido para los cruces y siempre bien ubicado, fue clave para desactivar cada intento del rival y también aportó salida limpia desde el fondo. Su desempeño fue un verdadero sostén para el equipo de Andrés Formento, que tuvo en él a su jugador más destacado.
Por el lado de Guadalupe, se notó la falta de peso ofensivo. Ledesma, máximo artillero del torneo y habitual figura, no encontró espacios ni oportunidades para desplegar su potencia goleadora. Bien contenido por la defensa rival y desconectado del circuito ofensivo, el goleador prácticamente no tuvo chances claras para marcar. Tampoco fueron determinantes los cambios realizados por los entrenadores. Ni la experiencia de Tobaldo en el banco del local ni la juventud de Formento en la visita lograron torcer el rumbo del juego.
El empate, en definitiva, fue justo. Ninguno de los dos equipos hizo méritos suficientes para quedarse con los tres puntos. El cero en ambos arcos reflejó con fidelidad lo que fue el partido: intenso desde lo físico, comprometido desde lo táctico, pero carente de brillo y juego asociado.
Con este resultado, Sportivo Guadalupe mantiene el liderazgo del torneo, sumando un punto que puede ser valioso en la lucha por el título, aunque deberá mejorar en las próximas fechas para no perder terreno ante sus perseguidores. Por su parte, La Perla continúa sumando y mostrando signos positivos. El equipo de Formento sigue creciendo en funcionamiento y carácter, y logró rescatar un punto en una cancha difícil, ante el puntero y en una tarde poco propicia para el lucimiento.
La Liga Santafesina avanza hacia su etapa decisiva, y cada punto comienza a valer oro. Este empate, si bien no quedará en la memoria por su calidad, sí puede tener valor estratégico en el cierre del certamen.