Rubén Rossi y su "conspiración lúdica" para transformar la formación infantil en el fútbol
En la primera jornada de la tercera edición del TFI "La Reforma", organizado por la Universidad Nacional del Litoral, Rubén Rossi brindó una charla sobre el proceso formativo de los niños y la importancia sobre la manera en la que ellos aprenden.
Rubén Rossi y su "conspiración lúdica" para transformar la formación infantil en el fútbol
En el marco de la tercera edición del Torneo de Formación Integral "La Reforma", organizado por la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se vivió una jornada memorable con la presencia de Rubén Rossi, exjugador profesional, campeón del mundo Sub-20 junto a Diego Maradona en 1979 y actual formador con amplia trayectoria en el desarrollo del fútbol infantil y juvenil.
Con una propuesta provocadora y a la vez profundamente pedagógica, Rossi ofreció una charla gratuita titulada "Una conspiración lúdica", donde abordó temas centrales relacionados con los procesos formativos en el deporte, particularmente en edades tempranas. Su exposición fue mucho más que una disertación técnica: fue una invitación a repensar los métodos, las lógicas del entrenamiento y el rol del adulto en el aprendizaje de niños y niñas.
Jugar para aprender, aprender jugando
Lejos de los métodos estructurados tradicionales que dominan la formación deportiva, Rossi propone un enfoque distinto: recuperar el juego como herramienta fundamental del aprendizaje. En su charla, fue categórico al criticar el uso de términos como "microciclo", "mesociclo" o "macrociclo" en la formación infantil, conceptos tomados del entrenamiento profesional que, según él, carecen de sentido cuando se trata de niños.
"En la etapa formativa no tiene lógica aplicar modelos rígidos. El niño no entrena: el niño juega. Y en el juego encuentra los desafíos, los errores, las decisiones, el disfrute... todo lo que necesita para crecer", explicó Rossi con convicción.
Para Rossi, el juego es el lenguaje natural de la infancia y es a través de él que los chicos desarrollan no solo habilidades técnicas, sino también capacidades cognitivas, emocionales y sociales, imprescindibles para desenvolverse dentro y fuera del campo.
CASA: una propuesta para formar personas antes que jugadores
Uno de los pilares centrales de su exposición fue el concepto CASA, una sigla que representa Curiosidad, Admiración, Seguridad y Alegría. Este enfoque, que Rossi impulsa y defiende, propone que toda tarea o ejercicio diseñado por un formador debe estimular al menos uno de estos cuatro aspectos.
Curiosidad: permitir que los chicos se hagan preguntas, exploren y se equivoquen sin miedo.
Admiración: fomentar el reconocimiento de los demás, valorar lo que hacen los compañeros.
Seguridad: crear un entorno donde el error no sea castigado, sino aceptado como parte del aprendizaje.
Alegría: que el niño disfrute, sonría, sienta placer por el juego más allá del resultado.
"No se trata de formar ganadores, sino de formar personas seguras, creativas, autónomas. Y eso se logra si el chico siente que puede jugar sin ser juzgado por el error", afirmó Rossi.
El resultado no forma: la experiencia, sí
Uno de los momentos más contundentes de la charla fue cuando Rossi lanzó una frase que resonó con fuerza en el auditorio: "Ganar torneos formativos no te garantiza nada".
Con esta afirmación, el formador cuestionó la mirada resultadista que impera en muchas escuelas de fútbol y clubes, donde se prioriza ganar partidos por encima de enseñar a jugar. Para él, el problema no es que los chicos quieran ganar —algo natural en cualquier competencia—, sino que los adultos condicionen todo el proceso en función del resultado.
"Todos quieren ganar, claro. Pero el foco no debe estar en el marcador, sino en lo que ese chico aprende mientras juega. Un niño que pierde, pero juega, piensa, se divierte y toma decisiones, está ganando mucho más de lo que muchos adultos creen".
La Reforma como espacio de pensamiento y acción
El Torneo de Fútbol Infantil "La Reforma" se consolida año tras año como un espacio de reflexión profunda sobre el deporte, la formación, la educación y el juego. La presencia de Rubén Rossi le dio a esta tercera edición un valor agregado: el de escuchar a alguien que, con autoridad y experiencia, interpela el status quo del entrenamiento infantil y propone un camino más humano, más lúdico y más libre.
Su propuesta no sólo apunta a formar mejores jugadores, sino mejores personas. Porque, como él mismo remarcó, "no todos llegarán a primera división, pero todos serán ciudadanos. Y en eso también el fútbol puede —y debe— formar".
Agradecemos los datos aportados por Marcos Gueler de Prensa de UNL.