-Santa Fe está en varios capítulos del libro. Contás que el primero que pide asistencia a la DEA es el vicegobernador Vanrell en el año 88, para capacitar jefes policiales y a partir de ahí empieza una relación estrecha.
Julián Maradeo explica en su libro que la agencia estadounidense facilita a una docena de provincias argentinas cursos de capacitación, donación de tecnología, entre otros aportes.

-Santa Fe está en varios capítulos del libro. Contás que el primero que pide asistencia a la DEA es el vicegobernador Vanrell en el año 88, para capacitar jefes policiales y a partir de ahí empieza una relación estrecha.
- Con la provincia de Santa Fe y en realidad con alrededor de una decena de provincia que son las que interesan a la DEA, la técnica es bajar cursos de capacitación y donación de tecnología. El otro elemento es, por ejemplo, la puesta de disposición de estudios que no tienen y a los cuales no pueden acceder los policías locales por falta de tecnología, capacitación o lo que fuera. A partir de esos resquicios es que empiezan a trabar una relación que se puede llegar a volver cada vez más sólida a lo largo de los años, más si ese policía o comisario empieza a ascender.
-Hay varios nombres que vos citás en el libro que han sido protagonistas de la historia reciente de la provincia de Santa Fe como Marcelo Sain, Claudio Brilloni, José Luis Spadaro. Germán Montenegro y Maximiliano Bertolotti. El caso más interesante es el de Sain, por su notoriedad pública.
-Sain fue el primer interventor de la PSA. Al principio tuvo una relación tensa con la DEA y tenía una relación tirante con Aníbal Fernández, que por entonces era ministro de Justicia. En 2006 tuvo una reunión con los agregados de la DEA y la CIA en la Argentina, donde les dice que quería armar una estructura similar a la de la agencia antinarcóticos reestructurando la Federal, lo que no les gustó a los funcionarios de EEUU. Un mes después, cuando la DEA le propone armar en Ezeiza una base que respondiera a la PSA y a la DEA, y Sain les pidió a los estadounidenses para avanzar con la idea dos maletines de intercepción telefónica y 50 mil dólares por mes para fondos reservados, sin éxito. Según Wikileaks, Aníbal Fernández lo llamó en la Embajada a Sain "elefante con metanfetaminas en un bazar". En realidad, Sain no le dice no a la DEA. Lo que le dice es "vamos a trabajar en función de lo que dice la ley y vamos a compartir información". De hecho, fue la DEA la que alertó al ministerio de Seguridad de la provincia sobre un desembarco aéreo de drogas en Naré en una avioneta que venía de Paraguay. La DEA, durante los dos años de Sain en el ministerio de Seguridad en Santa Fe hizo eso, pero en el medio estuvo el aislamiento y los agentes de la DEA se volvieron todos a Estados Unidos, así que no sabemos que podría haber pasado.
-Santa Fe, Rosario sobre todo, está todos los días en la agenda pública por el tema del narcotráfico y la violencia. ¿Cuánto le interesa a la DEA lo que pasa acá?
-Siempre el criterio es el mismo. Una cosa es el discurso público donde el embajador y el jefe de la DEA va a manifestar formalmente la preocupación por el narcotráfico y la escalada de violencia en Rosario, en Salta, en Jujuy o Misiones. La que hace es emitir una nota con información a un juez o a una fuerza de Federal de Seguridad. Es importante esto por quién elige. Por ejemplo, al comisario Mayor de la Superintendencia de Drogas de la PFA, Mariano Giuffra, que lideró los operativos donde se secuestraron 1500 kilos de cocaína en Rosario, que es discípulo de Ernesto Roncaglia, y el juez que intervino es González Charvay. Está todo atado.
-Una estrecha relación….
-La DEA utiliza eventos formales para fines informales, como excusas para empezar en realidad a tantear, quiénes son aquellas personas que están proclives a trabajar en función de sus intereses. La DEA abrió en Rosario una oficina informal, que seguramente está a cargo de alguna de las fuerzas federales de seguridad y a la cual visita cada uno o dos meses para poder recabar la información que ahí se fue recogiendo. Esta no figuran en ningún lado ya que la DEA tiene formalmente una sola oficina en la Embajada. Pero también hay otra oficina de estas características en Zárate. También la tuvo hasta hace poco en Salta y Jujuy. Ahí es donde coordina porque lo que más le molesta de las fuerzas de seguridad argentina es la descoordinación, los celos, las peleas entre sí.




