Santa Fe plantea la denominación de origen para el cuero en el Congreso de la Nación
Legisladores socialistas santafesinos fueron a exponer el respaldo del tema ante una Comisión de Diputados. La provincia tiene las principales curtiembres en su territorio. Exigencias ambientales para la exportación del producto.
Santa Fe plantea la denominación de origen para el cuero en el Congreso de la Nación
Los diputados socialistas santafesinos Pablo Farías y María del Rosario Mancini, el concejal de Las Toscas, Iván Sánchez y dirigentes del gremio del cuero de esa ciudad del departamento General Obligado se reunieron días atrás con la Comisión de Industrias de la Cámara de Diputados para avalar un proyecto que ley para garantizar la denominación de origen al cuero.
"Es un proyecto generado en el diálogo con la industria del cuero y los sindicatos del sector", comentó Farías a El Litoral.
Una de las iniciativas presentadas es del diputado nacional santafesino Esteban Paulón quien estuvo en la reunión donde se hizo hincapié en advertir que los llamados cuerina, cuero ecológico, eco cuero, etc son derivados del petróleo y con grave daño ecológico.
Se informó durante el encuentro que varios países tienen la denominación de origen del cuero, poniendo el ejemplo de Brasil que compite con Argentina en mercados europeos, e incluso España con ley propia.
El socialista tomó la inquietud de reuniones que tuvieron con directivos de Arlei que está radicada en Las Toscas y Sadesa en Esperanza. Mancini hizo notar que la firma norteña tiene mil empleados directos. También mencionó la presencia de otras dos curtiembres asentadas en Reconquista.
"Queda prohibido promocionar o vender, bajo el nombre de "cuero", productos que no se obtienen exclusivamente de piel de animal. Se hallan incursos en la presente prohibición aquellos productos que contengan materiales sintéticos, compuestos o cualquier otro tipo de imitación del cuero", expresa el artículo inicial del proyecto de Paulón que esta semana será discutido en dos comisiones de Diputados.
"Se encuentra prohibido, asimismo, el uso de extranjerismos, traducciones a otros idiomas o palabras compuestas que refieran al "cuero", así como el empleo del término modificado por prefijos o sufijos, o asociado a expresiones tales como "imitado", "simulado", "artificial", "sintético", y toda denominación susceptible de crear confusión o inducir a error o engaño respecto a la verdadera naturaleza y composición de productos que no respondan estrictamente a las características descriptas en el artículo 1°", agrega el segundo artículo.
El objetivo del proyecto es que los productos de imitación artificial tendrán que tener su naturaleza caracterizada para su visualización y efecto de venta estando correctamente etiquetados.
Además delega en las secretarías de Industria y de Comercio el sistema de verificación y certificación para asegurar el cumplimiento de las disposiciones sobre el uso del término "cuero", pudiendo disponer de un sello de autenticidad para aquellos productos que cumplan con las normativas establecidas.
"La industria del cuero es una actividad manufacturera que se dedica al tratamiento de la piel animal a través de un proceso de curtimiento, donde el tanino juega un papel crucial para prevenir la descomposición de la piel. En varios países de Europa el uso del término "cuero" está regulado por leyes que aseguran la autenticidad del material", acotó Paulón.
En Brasil, la normativa prohíbe lisa y llanamente el uso de la denominación "cuero" en productos no derivados exclusivamente de piel animal, considerándolo competencia desleal.
Este enfoque busca asegurar que únicamente los productos elaborados con piel de animal sean etiquetados como "cuero", protegiendo así a consumidores y manteniendo la integridad del material, reconocido por su estética y durabilidad.
"La ley que impulsamos pretende alcanzar a todas las personas naturales y jurídicas que fabriquen, comercialicen, importen o exporten productos que utilicen el término "cuero" en el territorio nacional" explicó Paulón. El objetivo principal de esta ley es que sólo los productos elaborados con piel de animal puedan recibir el nombre de "cuero".
El socialista dijo estar convencido que la ley "contribuye a hacer efectivo el mandato constitucional en términos de lealtad comercial y protección de derechos de consumidores, proveer información clara y veraz que garantice la autenticidad de los productos, fortalece la confianza en el mercado"
Farías hizo notar el reclamo de la industria del cuero para tener condiciones de igualdad a otros países que compiten con la Argentina.
"La ley apunta a rescatar calidad, la nobleza del material natural, biodegradable que agrega valor a la cadena ganadera y también desarrolla una cadena propia" agregó el socialista en diálogo con El Litoral. El legislador aclaró que el cuero surge de la faena animal especialmente para carnes
La exportación de cuero llega a mercados automovilísticos de alta gama, a la industria textil y del calzado. "La industria del cuero genera arraigo en las localidades" destacó Mancini.