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El entrenador de Colón dijo que quiere encontrar un equipo “que juegue igual de local que de visitante con algún pequeño retoque”. Habló de la llegada de Schmidt y de la relación con los dirigentes. ¿Tiró un “palito”?
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“Siempre hay que ganar, pero a esta altura de mi vida no me presiona el hecho de tener que ganar. Lo peor que puede pasar es que me echen o que vea algo que no me gusta y me vaya. Ni Colón se va a acabar ni Comesaña se va a acabar, si esto sucede. Me tiene sin cuidado esa presión de tener que ganar sí o sí. A esta altura ya no me preocupa”. Así habló Julio Comesaña en la atención a la prensa de este martes por la mañana, a la vez que señaló que “tenemos una gran motivación interna, pero es nuestra y no basada en que vamos a enfrentar a un grande. Queremos ganar y nos vamos a preparar para eso”, referenciando el partido del sábado que viene ante San Lorenzo.
En cuanto a la llegada de Schmidt, dijo que “ocurrió de golpe lo de Godoy, no había tiempo para nada, había dos o tres nombres y sobre el final apareció lo de Schmidt. Yo no lo conozco profundamente, pero lo acepto porque son las reglas del juego y ha jugado en Primera. Encantado de que venga a ayudarnos”.
En cuanto al equipo, dijo que “mi idea es encontrar una formación que pueda jugar de local y de visitante igual o con alguna pequeña variante. Mientras tanto, tengo que tratar de no cometer errores, yendo rápido pero no apurado. El 70 por ciento del equipo está compuesto de jugadores que son nuevos. A veces me acelero yo también por encontrarlo, porque no me gusta el letargo o la pasividad y me desespero porque ya mismo quiero que se vea lo que yo quiero. Hay que tener paciencia”.
Dijo también que “Zucculini está autorizado para hacer tareas físicas, es guapo, no le da miedo, pero tenemos que tener cuidado. Mientras no esté bien, no contaremos con él” y también se refirió a algunos jugadores: “Morelo es un atacante central para mí y tanto Bueno como Esparza son puntas, pero extremos. Zuqui es interno y puede jugar como externo. Chancalay me dice que es media punta, que le gusta jugar detrás del 9 y que jugaba improvisado como externo porque el técnico lo necesitaba ahí. Ahora está más claro, más tranquilo y lo veo que se mete al medio y que tiene buen remate de media distancia. En los entrenamientos, los jugadores le dicen a uno ‘mirame que aquí estoy’. Entonces, yo tengo que ir viendo cómo se van desenvolviendo para tomar decisiones”.
También dijo el ejemplo de Cadavid, que “hizo un partido pesado, con dificultades contra Argentinos e hizo un muy buen partido en cancha de Lanús”.
Luego fue bastante claro al decir que “las cosas se parecen a su dueño, si andamos caminando, bostezando y haciendo la siesta hasta las 5 de la tarde o haciendo sociales, la cosa no va a andar. Estoy disponible 24 horas para el club, para eso me pagan y no voy a desviarme de eso. Tengo una muy buena relación con Vignatti, Fleming, Alonso y Darrás, que es la persona que está más cerca del plantel. La relación con ellos es respetuosa y profesional, estamos todos en lo mismo, tanto yo con ellos y ellos conmigo, para mejorar. Este club tiene algo que muy pocos tienen, que es el predio, su estadio y una afición que lo sigue. El ritmo mío es un ritmo distinto, hay que estar 24 horas para esto, la idea es movilizar las cosas, no dormir la siesta, no permitir que hayan cosas que desvíen la atención, porque mañana es tarde. Yo duermo la siesta si puedo, si no puedo, no lo hago”.
Dijo, con relación a Jorge Almirón, el técnico de San Lorenzo, que “me tocó enfrentarlo cuando dirigía a Nacional de Medellín, un equipo que no dio respuestas al final de su trabajo, pero que jugaba muy bien, era un equipo complicado. Los tenía a Torres y a Rentería por las bandas, conozco a Loaiza porque lo dirigí y al resto de los jugadores de San Lorenzo porque son jugadores conocidos”.
Finalizó diciendo que “este es un semestre de transición, el plantel es bueno, tendríamos que haber mirado otras cosas en otras posiciones, quizás, para que si sale un jugador no tengamos que cambiar un montón para que entre el otro. Pero no estoy disconforme. Nos estamos conociendo, observo los comportamientos, ví un equipo guapo el otro día, sufrimos un poquito al principio porque empezamos los dos partidos con muchas imprecisiones, pero luego nos adueñamos del partido y los presionamos arriba, eso satisface porque eso quiere decir que tienen coraje y van a buscar los partidos”.
Almirón tiene a Monetti y a Reniero
El delantero azulgrana Nicolás Reniero sufrió una lesión en el clásico ante Huracán, pero ya recibió el alta médica y está en condiciones de jugar el partido del sábado ante Colón, en Santa Fe.
Otro de los que estará en condiciones de jugar, es el arquero Monetti, quien fue reemplazado por Torrico en el cotejo del sábado pasado ante Independiente, que terminó empatado en 0.
Por último, Juan Camilo Salazar se convirtió en el décimo refuerzo de San Lorenzo, que compró el 50 por ciento de su pase a Millonarios en la suma de 1.350.000 dólares.
El delantero de 21 años, debutó en 2018 de manera profesional y disputó 40 partidos oficiales, en los cuales marcó tres goles. Es el tercer jugador colombiano que trae Jorge Almirón. El flamante entrenador de San Lorenzo también cuenta con Raúl Loaiza, Gustavo Torres y Andrés Rentería.