"No tenemos las cosas solucionadas como pensábamos"

Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Buenos Aires)

La imagen era de desconcierto y Javier López no podía ocultarla. Seguramente, también había mucho de decepción, tanto en el entrenador como en los mismos jugadores. Se jugó muy mal y la derrota por goleada frente a un Racing que no tuvo a sus mejores figuras —”guardadas” por el ovacionado Cocca para el partido de martes por la Libertadores—, no tuvo ningún reparo desde el punto de vista de las explicaciones. Tampoco de las excusas, porque no las hay. Se asimilan algunas cuestiones, como el mal estado físico del plantel. Pero también es imperioso que tanto el técnico como los mismos jugadores, entiendan que su único objetivo es el de trabajar muy duro, muy fuerte, poniendo el máximo empeño y exigencia personal.

“Somos los que estamos y tenemos esto, hagámonos fuertes aportando todos el mayor esfuerzo”, tiene que ser el slogan. Mientras tanto, se seguirá hablando del error dirigencial de haber desaprovechado un momento fundamental en la preparación de un plantel como es la pretemporada, la escasa llegada de jugadores de verdadera jerarquía para reforzarlo, los desniveles físicos con el resto, etcétera. Pero adentro de la cancha se dependerá, al menos hasta que venga el receso por la Copa América y se pueda hacer un trabajo de base y traer dos refuerzos, de los jugadores que hoy componen este plantel. Y de nadie más.

Javier López habló del retroceso futbolístico después del partido. “No tenemos las cosas solucionadas como pensábamos, después de los avances que tuvimos en los últimos tres partidos. Esto es lo que más me preocupa, más allá de que a nadie le gusta perder por goleada. Hoy, Racing nos superó plenamente y no hay mucho más que decir”, dijo el entrenador rojinegro en el vestuario.

Sobre la demora en la salida de David Ramírez, de flojísima actuación, dijo que “había tenido dos o tres toques interesantes, es un jugador claro para manejar la pelota y entendí que había que dejarlo algunos minutos más en la cancha. Lo puse a Cristian García para darle más agresividad al equipo”.

Sin frases muy contundentes pero realistas, Javier López siguió hablando del equipo: “La realidad nos dice que nos falta mucho como equipo, pero tenemos que aceptar que somos los 27 jugadores de campo más los tres arqueros y que entre todos y con lo que tenemos, hay que salir adelante”.

Javier López tampoco quiso escaparle a la responsabilidad y señaló que “tenemos que estar tranquilos, lo cuál no implica apatía ni dormirse. No estamos para dormirnos en este momento, ni nunca. Es responsabilidad mía, como conductor, y de los jugadores, revertir este paso atrás que dimos aquí en Avellaneda”.

Sobre lo físico, Javier López dijo que “muchas veces, de lo físico depende lo futbolístico y viceversa. La idea a la hora de plantear el partido, fue la de hacerlo de igual a igual. Pero debo admitir que nos complicó mucho la velocidad de Racing, intentamos manejar la pelota pero la perdimos, no la cuidamos suficientemente. Ellos nos daban la posibilidad de manejarla en el campo nuestro, no nos apretaban tan arriba, pero cuando pasábamos la mitad de la cancha, nos presionaban, se quedaban con la pelota y partían con mucha velocidad o con pelotazos muy precisos. Nos superaron mucho en velocidad, esa es una realidad que todos vieron”, dijo el entrenador sabalero.

En cuanto al futuro, dijo que “no creo que tengamos que ser amarretes en el planteo o que haya que achicar espacios hacia atrás. Tenemos que definir un estilo. Algo mostramos en el primer tiempo con Argentinos Juniors, en el primero con Banfield y en algunos pasajes del partido con Boca también. La idea es tratar de manejar la pelota. Eso es lo que pretendo y estoy convencido que hay jugadores para hacerlo”, finalizó el técnico rojinegro antes de emprender el regreso con sus dirigidos.

Hubo varios dirigentes presentes en el estadio, que tuvieron la posibilidad de analizar con detenimiento y con todos los elementos en la mano la actuación del equipo. Víctor Francisco

“Mostaza... Mostaza”

Los hinchas de Racing aprovecharon para testimoniar su interminable afecto hacia Mostaza Merlo, el técnico del “paso a paso” que lo llevó a ganar el torneo de 2001.

Cuando Javier López decidió la salida del Mago Ramírez, desde los cuatro costados se escuchó el grito “Mostaza.. Mostaza”, con lo que la hinchada de Racing tomó partido por su ex técnico, a quien David Ramírez lo enfrentó con sus declaraciones luego del primer encuentro de este torneo, ante San Lorenzo.

Por otra parte y tal como había ocurrido en el encuentro ante Banfield, se hizo presente Facundo Curuchet en el estadio para ver en acción a sus ex compañeros.

Uno de los más ovacionados de la noche fue Ezequiel Videla, el ex volante de Colón, figura en Racing, quien ingresó faltando pocos minutos y con el partido ya definido.

El sábado

Colón volverá a jugar en una semana. Será el sábado 21, según lo que ha dispuesto Afa, cuando reciba en el Centenario la visita de Tigre. El martes quedará fijo el horario de inicio del partido.

>>> 424 minutos son los que llevaba Colón sin convertir goles en carácter de visitante. El último lo había marcado David Ramírez ante Guaraní Antonio Franco, en Posadas.

Sin derecho a enojarse

Nadie discute, ni por asomo, la calidad futbolística de David Ramírez. Y cualquier hincha de Colón o analista de fútbol está convencido de que, estando bien, es un jugador para ser titular y que el funcionamiento del equipo gire alrededor de su fútbol. El Mago es de esos jugadores capaces de solucionar muchas cosas adentro de la cancha. O por lo menos lo era; o lo seguirá siendo siempre y cuando esté en condiciones físicas óptimas, algo que hoy no tiene.

Javier López debió sacarlo al término del primer tiempo. No había aportado nada, pedía la pelota muy lejos del arco, tocaba intrascendentemente y cuando se animaba a algo más profundo, caía en imprecisiones o era anticipado por rivales mucho más rápidos que él.

Cuando a los 15 minutos del segundo tiempo, el técnico ordenó su relevo por Cristian García, el Mago Ramírez hizo un gesto elocuente de disconformismo. Se fue de la cancha caminando, saludó a sus compañeros y recibió una palmada en el pecho y explicaciones cortas y rápidas de su entrenador.

“Cuando un jugador es reemplazado, resulta lógico y natural que se vaya disconforme. Lo veo como algo propio del fútbol”, dijo escuetamente Javier López cuando se lo consultó en el vestuario.

La decisión de sacar a Ramírez no se discute, por más que el mal trabajo individual de los jugadores ameritaba y justificaba cualquier decisión que se tome. David Ramírez debe entender que, cuando habla de la parte física, en el primero que se nota es en él. Y que este técnico le está dando una continuidad que nunca antes tuvo, ni con Osella ni con Merlo. Pero se enoja sin motivos y alardea delante de todos. No se justifica la reacción.

Godano, Sergio Villanueva, Marcelo Negrete y otros directivos sabaleros se dieron cita en el cilindro de Avellaneda. Todos se habrán ido con la misma preocupación que embarga al hincha sabalero.