El ex combatiente de Malvinas amarró en la Antártida con su velero de 12 metros

En su travesía por las gélidas aguas del extremo más austral del mundo, Nilo Navas, ex combatiente de Malvinas, arribó al continente antártico en el “Galileo”, un velero de solo 12 metros de eslora. “El sábado llegamos a la Isla Decepción —una isla volcánica— y salimos a recorrer la caleta de balleneros. Estuvimos amarrados frente a la base española y pasamos por la argentina que en estos momentos está cerrada”, comentó Navas, quien zarpó desde Ushuaia en la madrugada del lunes pasado.

En comunicación con El Litoral, gracias a la señal de wifi que les prestaron los españoles, el ex combatiente detalló cómo fue el derrotero hasta amarrar en el continente más austral del mundo. “La navegación fue muy normal. Navegar por el Canal de Beagle fue espectacular. Cruzamos Cabo de Hornos, que fue una experiencia increíble porque es el final del continente americano”, mencionó, y agregó que las condiciones del tiempo para navegar fueron óptimas, pero los acompaño el frío extremo característico de aquel rincón del planeta, “pero sin noche porque acá todo el día hay luz solar”, contó.

Durante la mañana de este lunes, la tripulación permanecía con el velero fondeado frente a la Base Gabriel de Castilla (base española). “Estamos zarpando en un rato (informó a media mañana de este lunes) esperando que nos pasen el pronóstico. El itinerario lo vamos a ir adecuando en virtud de cómo venga el viento porque ahora no tenemos una navegación tan lineal”, detalló Navas.

Una tripulación y un velero de “fierro”

La tripulación que acompaña a Navas está conformada por Andrés Antonini, capitán de la Armada Argentina; el piloto náutico Damian Galera; el contramaestre es Mario Monserrat; y el patrón náutico Matías Miguez. “Tenemos 8 mil millas navegadas con nuestro barco, que equivalen a 15 mil kilómetros. Pongo como comparación que la flota inglesa, cuando vino de Malvinas, navegó 12 mil kilómetros y nosotros llevamos navegados 15 mil con nuestro pequeño barquito. Llevamos recorrida toda la Patagonia y el barco ‘se la banca’”, había contado a este medio antes de zarpar hacia la Antártida.

El casco del Galileo es de fibra, pesa 14 mil kilos, y cumple la gran tarea de navegar por el mar bravío, bancándose olas de gran tamaño y vientos que superan por momentos los 30 nudos de velocidad. Respecto a cómo respondió el barco y la tripulación, Navas solo tuvo palabras de agradecimiento y destacó la labor de todos, “los tripulantes son uno mejor que el otro”, dijo.

Con la meta cada vez más cerca

El ex combatiente, quien sobrevivió al hundimiento del Crucero ARA “General Belgrano” luego del ataque de los británicos tras permanecer a flote en una balsa por 32 horas, tiene en el horizonte inmediato a la Península Antártica, con rumbo a la Base Esperanza.

“El objetivo es llegar a la Escuela N° 38 ‘Presidente Raúl Alfonsín’, que es la más austral de nuestro país y está en la Base Esperanza, para llevar muestras de afecto y amistad de nuestro continente. Vamos a recorrer esa zona y conocer a quienes hacen patria y soberanía durante todo el año. Es un desafío, y un gesto de honor a los héroes de Malvinas con nuestro pequeño barquito. La bandera argentina va a estar al tope del mástil siempre, la bandera de Malvinas al tope. Este verano va a ser el único barco argentino que va a estar ahí, más allá de los buques de guerra. Así que para nosotros es un honor cruzar el Drake a vela, rindiendo siempre homenaje y reafirmando soberanía.

Se trata de que la gente conozca y vea que hay una parte de nuestro suelo que es muy lindo, y trabajando con la Argentina en dos continentes. Recordamos que el centro de nuestro país no es la provincia de Buenos Aires ni la provincia de Río Negro, sino que es Tierra del Fuego, porque nos queda una parte muy insular a conocer que es la Antártida”, sostuvo el navegante.