El 7 de junio de 1948, se dio por finalizada la exitosa muestra de óleos de Ludovico Paganini y acuarelas de Francisco Puccinelli en el Museo Municipal. “Ha permitido advertir en qué medida estos dos plásticos santafesinos mantienen su entusiasmo artístico y sirven tesoneramente a un fin expresivo, que demuestra, a su vez, que Santa Fe ya es un centro de resonancia plástica”, consignaba Diario El Litoral en su edición de ese día.
Archivo El Litoral“Paganini expone entre sus últimas obras algunas ya conocidas. Fiel a un procedimiento expeditivo y al uso de la espátula, trabaja con colores muy puros, y su paleta, siempre luminosa, logra reproducir un color local que, en cierto modo, identifica su obra total con este litoral de nácares y grises acuosos, donde el paisaje en alguna medida oculta al hombre. Pero no todo es impresionismo en Paganini; hay sentido humano y simpatía por un ambiente que a su mirada atenta le ofrece inesperadas dimensiones”, indica el artículo.
Archivo El Litoral“Paganini es, en cierto modo, el pintor de Rincón, pero también, como sensible e intuitivo, sabe dar una nota intimista, de puro interés decorativo. En este sentido, sus manchas, y algunas telas y tablas pequeñas que se han expuesto en esta muestra, entre ellas una naturaleza y un paisaje de playa, constituyen verdaderos alardes de color y de captación ambiental”, agrega.
“En cuanto a Puccinelli, ofrece dentro de su manera una variante. Ya no es la visión de los arroyos y riachos de Santa Fe, sino poblaciones y paisajes del sur, donde la soledad campea y los grandes espacios están limitados por cumbres y montañas. En algunos paisajes de pueblo, su sentido de la composición se aguza; Puccinelli maneja con vigor la acuarela; tal vez resulte monótono el empleo del color denso, pero el dominio que ha alcanzado en esta técnica es visible. Utiliza bien los blancos del papel y, en general, compone armoniosamente”, señala luego.
Archivo El LitoralY finaliza: “Ambos expositores se complementan, y actuando dentro de una visión parecida, ofrecen un ejemplo plausible de solidaridad plástica que siempre resulta conveniente en ambientes donde es necesario mayor comunicación y colaboración entre los que pintan”.