Hasta el 26 de octubre de 2025, el Museo Picasso de la ciudad de Barcelona alberga en sus salas la exposición "Crecer entre dos artistas. Homenaje a Claude Picasso". Cuyos detalles se pueden ver en el siguiente link.
El recorrido, disponible en el museo que lleva el nombre del pintor, incluye esculturas y cerámicas. También un espacio sobre la obra de Francoise Gilot, madre de Claude y Paloma.

Hasta el 26 de octubre de 2025, el Museo Picasso de la ciudad de Barcelona alberga en sus salas la exposición "Crecer entre dos artistas. Homenaje a Claude Picasso". Cuyos detalles se pueden ver en el siguiente link.
Es una propuesta que recupera, desde la memoria y la emoción, los años compartidos por Pablo Picasso, Françoise Gilot y sus hijos Claude y Paloma en Vallauris, al sur de Francia, en la década del 50.
Picasso se instala en 1948 en Vallauris, donde descubre la cerámica y da forma a un corpus experimental que marcaría su producción posterior.
Allí, entre hornos, arcillas y juegos infantiles, surgieron obras que hoy dialogan con fotografías, juguetes y recuerdos familiares, para reconstruir la vida cotidiana en La Galloise, el refugio de la familia.
La muestra, concebida e impulsada por Paloma Picasso, reúne piezas icónicas y otras inéditas que se exhiben por primera vez ante el público de España.
Entre ellas se destaca "La mona y su cría", escultura en bronce, nacida en pleno clima doméstico, cuando la infancia de Claude se convirtió, en cierto modo, en materia de creación.
"Un coche ‘robado’ de entre los juguetes de Claude acabó convertido en una cara de chimpancé", evocó Paloma, recordando el origen de la obra. Picasso había tomado un pequeño automóvil de su hijo, para modelar con él el rostro de la mona.
Tiempo después, necesitó otra pieza y volvió a servirse de un juguete de Claude, lo que provocó cierta molestia en el niño. Pero aquella resistencia se hizo humor cuando comprendió que sus objetos formaban el arte de su padre.
Junto a la escultura se exhiben los estudios preparatorios en carboncillo realizados en 1950, donde puede verse la concepción de lo que los especialistas llaman la "mona-coches".
También se presenta el propio juguete de cuerda, el "Dyna X" Panhard et Levassor, que se transformó, por la genialidad de Picasso, en rasgo anatómico de la escultura.
La exposición evoca el clima de Vallauris, donde Picasso transitó uno de los momentos más fértiles de su vida artística. Allí el malagueño se adentró en el mundo de la cerámica, alentado por la posibilidad de experimentar.
La convivencia con Françoise Gilot y la infancia de Claude y Paloma le dieron a esta etapa un carácter de intimidad. Fotos familiares, objetos de juego y cerámicas conviven en la muestra como testigos de ese tiempo.
Uno de los hitos de la exposición es la incorporación, por primera vez en España, de un espacio dedicado a la obra de Françoise Gilot, artista de trayectoria internacional y madre de Claude y Paloma.
Su presencia en el relato curatorial equilibra la mirada sobre la familia y permite entender cómo la sensibilidad de dos artistas en diálogo determinó la atmósfera de aquellos años.
La muestra, concebida como acto de memoria, pone en valor esa convivencia creadora y la proyecta al presente para honrar a Claude, quien falleció en Suiza en 2023, a los 76 años.
Claude Ruiz-Picasso, nacido el 15 de mayo de 1947, fue fotógrafo, director de fotografía y cine, además de administrador entre 1989 y 2023 de la "Succession Picasso", la entidad encargada de los derechos de la obra de su padre.
Durante más de dos décadas prestó piezas de su colección personal al Museo Picasso, como la pintura "Claude en marrón y blanco" (1960), hoy parte de la colección permanente.
Su muerte coincidió con el 50º aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso, efeméride que dio origen al programa internacional "Celebración Picasso 1973-2023", con exposiciones en Europa y América.
En ese marco, la muestra de Barcelona adquiere un tono íntimo: recupera la memoria del hijo que cuidó, con discreción, el trabajo de su padre.




