Perlaza, la pelita del clásico

La vara estaba tan baja, que cualquier mejoría se dejaría ver de inmediato. Y Colón lo hizo. El rendimiento del equipo no sirvió para llenar los ojos ni para deslumbrar a nadie, pero al menos se notó una idea clara de cómo se tenía que jugar el partido. En el segundo tiempo, Colón dejó un mejor aspecto y con un poco más de agresividad ofensiva o simplemente de animarse a más, quizás terminaba llevándose la victoria. Porque así se dieron las cosas en esa parte final, ante un Unión que se fue desluciendo progresivamente con el avance del partido.

Perlaza (7) no sólo fue la figura de Colón, sino también del partido. Marcó el gol, pero al margen de eso, corrió bien la cancha, estuvo fino en el manejo de la pelota y se adueñó de la situación en el mediocampo, marcando el ritmo del partido.

Ignacio Chicco (5 ) prácticamente no tuvo trabajo y poco pudo hacer en el remate de Aued que terminó dentro de su arco. En el fondo, Schott (4) se encontró con algunos problemas, no tanto en el mano a mano con Zenón sino en el 2-1 que Unión generaba con la subida de Corvalán. Garcés (5) impuso su temperamento, más allá de que en algunas ocasiones no estuvo lo suficientemente sólido y resolutivo. Lo mismo pasó con Goltz (5), más allá de ese aporte necesario de experiencia y solvencia que siempre impone, mientras que Delgado (5) arrancó con muchos problemas en la marca de Machuca o la subida de Vera, pero de a poco se fue acomodando y terminó mejorando su rendimiento.

En el mediocampo, Pierotti (5) fue de mayor a menor, con más incidencia en el primer tiempo, inclusive con un par de jugadas en las que acompañó bien a los de ataque. Julián Chicco (5) apretó bien a Luna Diale y le quitó espacios para que pueda desarrollar su juego, en tanto que Galván (6) arrancó por izquierda y luego se volcó al medio, jugando suelto en el segundo tiempo y demostrando que tiene buena técnica y puede resultar un jugador importante en la medida en que tenga continuidad. Seguramente, su salida se debió más que nada a una cuestión física que táctica, porque estaba haciendo un partido interesante.

Arriba, la idea era que Arrúa (5) juegue delante de los dos volantes centrales y detrás de Wanchope. Intentó armar el circuito de juego con Perlaza y Galván, mientras que en el segundo tiempo pasó a jugar por el costado izquierdo, en una rotación de posiciones que hizo con el ex volante ofensivo de River. Fue bastante curioso lo que pasó con él durante la semana, pues primero se habló de un desgarro, luego de una lesión que no lo marginaría de los concentrados pero lo dejaría afuera de los titulares y, al final, la precipitada recuperación permitió que arranque el partido.

Wanchope Abila (5) quedó casi siempre en posición adelantada, pero complicó la estabilidad de los centrales de Unión, se lo vio mejor en lo físico, enchufado en el partido e inteligente para no engolosinarse en la jugada del gol, habilitando con oportunismo a Perlaza, que llegaba solo y mejor perfilado para convertir.

Meza (4) no entró bien, arrancó con algunos yerros y problemas defensivos y nunca pudo acomodarse en la cancha. Poco y nada puede decirse del resto de los que ingresaron porque jugaron muy pocos minutos y algunos de ellos apenas tocando alguna pelota. Troncoso ingresó faltando diez, para ser el nexo entre los volantes y Wanchope, mientras que Picco, Alvarez y Taborda lo hicieron aún más tarde, casi sin tiempo de acomodarse en la cancha.

Quizás a Saralegui le pudo faltar, al menos en los cambios, la ambición de ir en búsqueda del partido. Colón era más, Unión cada vez acentuaba su imagen de equipo "pinchado", pero a la visita le costó tomar nota de esta situación y capitalizarla para quedarse con el partido.

Con Huracán

El próximo partido de Colón, por la quinta fecha de la Liga Profesional, se jugará el domingo que viene a las 17. El rival será Huracán.