"Los Caballeritos": el hockey formativo masculino de El Quillá, en auge y crecimiento constante

El crecimiento, reconocimiento y nivel del Club Náutico El Quillá en el hockey es indiscutible en los últimos años. Tanto en la rama masculina como en la femenina, los equipos demostraron a nivel regional un gran desempeño en el torneo Dos Orillas, la Superliga y la Copa Santa Fe, entre otras competencias.

Con el paso del tiempo, El Quillá querrá mantener estas grandes actuaciones y el posicionamiento de su hockey y para eso, se realiza un incansable trabajo con las categorías formativas, donde el club compite de igual a igual contra los equipos más importantes del interior del país.

En la rama masculina, donde formar equipos de hockey es más difícil, uno de los grandes impulsores en El Quillá es Gastón “Pochín” Rojas, coordinador de las inferiores de “Caballeritos” y técnico de la Línea Amarilla de damas.

“Hay muchos chicos que hacen o hacían otros deportes pero acá encontraron su lugar, otros que empezaron por sus hermanos, y algunos que vienen de San Carlos, y Arroyo Leyes, por ejemplo”, cuenta Rojas respecto al grupo de jugadores que forman parte de los “Caballeritos”.

“Vienen entrenando juntos desde hace 4 años y se van sumando chicos todos los años”, agrega el coordinador y manifiesta: “En total somos 34 jugadores y para Santa Fe es muchísimo. Estamos trabajando para llegar a 50 chicos en categorías inferiores”.

“Acá lo principal es formar un grupo con el espíritu de camaradería, ganas de pasarla bien y de divertirse, sumado a querer ganar, como en todo deporte”, relata Gastón previo a comenzar un entrenamiento con las categorías sub 12 y sub 14, femenina y masculina.

“Además de sumar chicos, lo más importante es que ellos puedan llegar a jugar en primera o reserva”, cierra en ese aspecto el coordinador y técnico, en diálogo con El Litoral.

Los entrenamientos mixtos y sus ventajas

En El Quillá, las prácticas de hockey formativo son mixtas. Chicos y chicas de entre 10 y 14 años entrenan todos juntos en la cancha Sergio Antoniazzi, una de las mejores del país.

“Entrenamos mezclados femenino y masculino y se re contra respetan. Las chicas saben que los necesitan a ellos por el ritmo y ellos saben que necesitan a las chicas por el juego y porque solos se aburrirían”, comenta “Pochín” Rojas. Respecto a las diferentes edades, aclara que de esta forma “se fuerzan entre todos entrenando”. “Que ellos entrenen con las chicas es fantástico, en Europa es mixto hasta sub 16. Entrenan y juegan mixto”.

Orgullo

Respecto al crecimiento constante de la disciplina y del grupo, Rojas destaca que “es un orgullo” y cuenta cómo se inició su incursión en esto.

“Primero lo engancho por mi hijo, como una forma de acompañarlo y de a poquito fueron cayendo chicos. Veían que entrenábamos con las chicas y se empezaron a sumar. Hoy tenemos un grupo fantástico”.

“Todos vienen con ganas, cuando festejan un cumpleaños con temática de hockey es fantástico. En el verano vienen a la pileta y le piden al coordinador que les prenda el chorro de la cancha para ponerse a jugar, ya lo tienen asumido al hockey en su vida. Todo eso genera un orgullo inmenso”.

“Vienen a ver a Los Caballeros de primera, los caballeros vienen a verlos a ellos y eso los motiva. También hacemos el kid day donde los chicos de primera vienen a entrenar con ellos”, señala Rojas.

Competencia

Las divisiones formativas del hockey masculino de El Quillá crecieron en demasía en los últimos años y así queda reflejado en los torneos que afronta.

“Hemos jugado el Torneo Regional contra equipos de Córdoba, Rosario y Entre Ríos y salimos segundo el año pasado, algo impensado para Santa Fe”, dice Rojas.

“En nuestro primer torneo perdíamos por mucha diferencia y yo les decía: ‘chicos paciencia porque acá hay jugadores más grandes’. Al otro año, quedamos segundos”. “Este año no viajamos a Córdoba por costos pero fuimos a Rosario y quedamos segundo nuevamente”, relata “Pochin”.

Trabajo, dedicación y apoyo de los padres

“Lo estamos laburando mucho pero hay que meterle ganas, sin ganas esto no funciona. Es estar atrás de ellos, atentos a lo que piden, enseñarles a querer el club, a cuidar sus cosas, transmitirles valores. Además, el acompañamiento y aguante de los padres es fundamental. Son un factor importantísimo para la organización, para los traslados, para la motivación y para la logística”.