El sábado por la tarde, en el Autódromo Provincia de La Pampa en Toay, el piloto Ignacio Espíndola protagonizó un episodio dramático durante la primera serie de la Clase Uno del Turismo Pista: tras pisar uno de los “pianos” del trazado, perdió el control de su Fiat Uno, comenzó a dar vueltas en el aire y terminó impactando contra las barreras.
Ante el susto generalizado de espectadores y rivales, los equipos de emergencia intervinieron con rapidez, el piloto fue trasladado al Hospital de Santa Rosa como medida de precaución y, por fortuna, fue dado de alta sin lesiones graves.
Vuelco impresionante
La secuencia del accidente se desarrolló poco después de la largada. Espíndola, quien se había destacado con la pole position en la clasificación del viernes, arrancó con fuerza la serie, pero al llegar al segundo o tercer giro perdió el dominio del vehículo al pisar el piano de la curva X (sector de gran exigencia física para los autos).
El Fiat Uno se elevó brevemente, dio varios tumbos y, finalmente, quedó en el asfalto tras golpear las barreras protectoras. Las imágenes, captadas desde diferentes ángulos, se viralizaron rápidamente en redes sociales y generaron un fuerte impacto en el ambiente del automovilismo.
Desde el momento del vuelco se vio la pronta intervención de la ambulancia y el equipo de pista. Espíndola bajó por sus propios medios, asistido por el personal de rescate, y fue conducido al hospital para un chequeo integral.
El parte oficial emitido por la categoría confirmó que -aunque el auto sufrió severos daños materiales- el piloto se encuentra fuera de peligro.
El Fiat Uno se elevó brevemente, dio varios tumbos y golpeó las barreras protectorasConsecuencias para el campeonato
Previamente al accidente, Espíndola había mostrado un rendimiento sobresaliente: había obtenido la pole position para la primera serie y se perfilaba como uno de los candidatos fuertes para pelear por la punta de campeonato en la Clase Uno de Turismo Pista.
El vuelco no sólo implicó un golpe para su físico –afortunadamente leve– sino también para su equipo, que quedó con materiales gravemente dañados y deberá trabajar contrarreloj para reparar el auto de cara a las próximas fechas.
El hecho puso en relieve nuevamente los riesgos que implica el automovilismo moderno, incluso en categorías donde los autos ya están altamente preparados para resistir impactos.
La organización de la categoría destacó luego del incidente la importancia de las medidas de seguridad y la eficacia del protocolo médico-técnico: la rápida actuación del equipo de rescate y el traslado inmediato al hospital fueron determinantes para evitar consecuencias mayores.
El piloto fue trasladado al Hospital de Santa RosaEl campeonato de Turismo Pista continuará con el resto de las series y la final programada para el domingo en La Pampa, donde buena parte de los títulos 2025 se definirán.
En ese marco, el episodio de Espíndola genera un doble efecto: por un lado, tranquilidad al saberse sin heridas importantes; por otro, incertidumbre para su continuidad en la pelea por el título si los daños a su auto no pueden repararse a tiempo.
A la vez, el accidente encendió el respaldo de la comunidad automovilística: pilotos, equipos y aficionados expresaron apoyo y solidaridad con el marplatense, reflejando la camaradería que caracteriza al deporte motor más allá de la competencia.
Tras el susto mayúsculo, Espíndola deberá evaluar el estado del vehículo junto a su equipo técnico, definir su participación en las próximas etapas y, fundamentalmente, recuperarse a nivel psicológico tras un incidente de tal magnitud.
El automovilismo argentino respira aliviado al saberlo ileso, y ahora la atención se traslada a la pista: un fin de semana que prometía lucha deportiva y que, por momentos, se transformó en test para la resistencia y la seguridad.