Uno estaba en el comienzo de su carrera y el otro ya en el final. Habían pasado ocho años desde el momento en el que el "Mono" Alfredo Obberti se había convertido en uno de los goleadores de Colón en aquél ascenso de 1965. Corrían, en ese entonces, los días finales de 1973 cuando a Valdano le tocó entrar en un partido ante All Boys, con la rojinegra de Newell's y convertir ahí mismo su primer gol. Como le pasaba a varios equipos, en esos partidos finales del Nacional aparecían la mayor cantidad de debutantes. No fue la excepción con Valdano. Y hay una anécdota que lo une al "Mono" Obberti, al que recuerda muy claramente como a muchos integrantes de ese equipo que al año siguiente fue campeón de la mano de Mario Zanabria, Rocha, el uruguayo Carrasco, "Cucurucho" Santamaría, Bezerra y José Orlando Berta, entre otros. Yo tenía 18 años y estaba muy nervioso. En mi equipo estaba el 'Mono' Obberti, que para mí era un ídolo. Le di un pase apenas largo. El 'Mono' ni se estiró en busca de la pelota y me dijo: 'cortita y al pie, pibe. Si no, dedicáte a otra cosa'... ¡Me quería morir!", contó Valdano.
-¿Te sorprendió el título de Colón?
-¡No me sorprendió! Santa Fe sorprende cuando no puede alcanzar nivel de protagonismo. Es la provincia de Menotti, de Bielsa y de muchos entrenadores y jugadores de primerísimo nivel internacional. Argentina exagera su amor por el fútbol y Santa Fe va a la vanguardia en ese punto. Hay mucha cultura futbolística. No es sólo el potrero, sino el bar de la esquina, la charla con los amigos... En Santa Fe, uno sabe que el fútbol está en todos lados... A eso hay que hacerlo competitivo...
-No dejando ir a esos jugadores que salen de tantos potreros y marcan diferencias...
-¿Tenés algún recuerdo especial de Santa Fe?
-Me acuerdo de un partido en la cancha de Colón, lo tengo bien clarito en el recuerdo... Esa tarde me puse a correr y no paré en todo el partido... Al día siguiente, un periodista tituló o me definió como "Patoruzú Valdano"... ¡Y me gustó!... Seguramente por obra de la vanidad. Pero yo terminé siendo ese jugador, porque en el camino fui delantero centro, extremo derecha y en el Mundial de México era el único delantero, pero casi todo el campeonato, yo lo veía a Maradona y a Burruchaga mucho más de frente a mí que a mis espaldas...
El Litoral La cobertura de El Litoral de aquél partido al que hace referencia Valdano en la cancha de Colón. Ese día marcó un gol y fue figura de Newell´s.La cobertura de El Litoral de aquél partido al que hace referencia Valdano en la cancha de Colón. Ese día marcó un gol y fue figura de Newell´s. Foto: El Litoral
-O sea, los veías más arriba que vos...
-¡Claro...! Será por eso que, en la final, Bilardo me hizo hacer hombre a hombre a Briegel, que era un campeón de atletismo.
-¿¡Cómo!?... ¿Hombre a hombre a Briegel?
-Yo estaba acostumbrado a hacerlo en el Madrid. Pero fue en los últimos años que me enteré de cuál era mi lugar en la cancha. ¡Eso habla mal de mis entrenadores! (risas).
-¡Lo que habrá sido lidiar con ese tanque!
-Me acuerdo que en México, un periodista muy expresivo y divertido dijo una vez: "Hans Peter Briegel... que en Alemania significa Ferrocarriles Nacionales Alemanes (risas). Lo veía tan grande, tan potente, que era una máquina. Hace unos años, en Milán, estaba en un hotel esperando que baje el ascensor y cuando se abre la puerta aparece Briegel... ¡Noooo!, le dije. "El que tendría que decir noooo soy yo", me contestó. Pero esa es una historia interesante de cómo contar las malas noticias.
Archivo El insólito pedido que le hizo Bilardo: Tenés que hacerle personal a Briegel y si ganás el duelo, somos campeones del mundo , le dijo la mañana de la final con los alemanes en México.El insólito pedido que le hizo Bilardo: "Tenés que hacerle personal a Briegel y si ganás el duelo, somos campeones del mundo", le dijo la mañana de la final con los alemanes en México. Foto: Archivo
-¿La de que tenías que marcarlo en la final?
-¡Claro...! Yo estaba en una de las habitaciones prefabricadas que había en el América; y Bilardo también. Eramos vecinos... El día del partido con los alemanes, ese 29 de junio, salgo de la habitación y me encuentro con Bilardo... Parecía que me estaba esperando... Entonces, me dice: "El partido ya está, 10 contra 10, empate, hay un duelo personal y el que lo gana, es campeón del mundo". Y hace un silencio... Y sí, Carlos, le digo yo... Si Diego está bien... "No, no", me interrumpe... "Diego no, Diego está entre los 10. El duelo personal es vos y Briegel por toda la cancha". ¿Yo?, le contesté... ¿Y el día de la final me lo decís?? "Sí pibe, si lo hacés bien somos campeones del mundo... ¿Sabés lo que significa ser campeones del mundo gracias a vos?". Fue la peor noticia que me podía dar. Yo, que era delantero, ¡quería jugar! Lo hice al pie de la letra, salvo en el gol mío, que fue una desobediencia.
-Esa es la parte buena de la mala noticia, porque superaste ampliamente la expectativa...
-Cuando termina el Mundial, Bilardo dijo que "después de haber visto lo que hizo Valdano, ya no tengo que hablar más. Delantero, hizo cuatro goles y se cansó de correr". ¡Pero Bilardo no cuenta los goles que erré! (risas)... Eso era porque llegaba fundido a la zona de definición.
-No podés dudar de que más allá de haberte mandado a hacer, como delantero, una marca personal a un defensor, te hizo sentir importante...
-¡Y sí...! El delantero es el jugador que más se cambia en un equipo... Agarrá las estadísticas y verás que es así... Y yo era el único delantero nato que tenía el equipo y jugué todos los minutos de todos los partidos. Es que medía 1,87 y él necesitaba alguien que cabecee en los córner. Yo cumplía también ese papel en el equipo.
-Escribiste esa tarde un capítulo más de un técnico con una gran poder de obsesión en su trabajo como Bilardo...
-Bilardo era un obsesivo con las cosas importantes y con los detalles insignificantes. Y yo a los detalles insignificantes, los cumplía a la perfección.
Era el Newell's campeón...
El partido al que hace referencia Valdano pertenecía al Nacional de 1974 y terminó 2 a 2. Newell's venía de ser campeón del Metropolitano de ese año (al Nacional lo ganó San Lorenzo) y Valdano formaba parte, naturalmente, de ese plantel.
Colón alistó ese día a Baley; Vázquez, Villaverde, Trossero y Edgar Fernández; Borgna, Zimmermann y Carlos López (luego reemplazado por Julio César Bon); Lamberti, Olivarez y Brítez (luego entró Olmos), con la conducción técnica de Rubén Cheves.
Newell's, dirigido por Juan Carlos Montes, lo hizo con Carrasco; Rebottaro, Capurro, Sperandío (Pavoni) y Ortiz; Picerni, Berta y Mario Nicasio Zanabria; Valdano, Magán (Robledo) y Rocha.
Al partido lo empezó ganando Newell's con un gol en contra de Enzo Trossero, lo dio vuelta Colón con las anotaciones de Lamberti y Olivares, mientras que Valdano convirtió el tanto del empate definitivo.