Una economía rezagada por los temas laborales, tributarios y de infraestructura
La competitividad argentina está en el puesto 62 de 69 países en un ránking internacional. La macro mejora pero está “a medio camino”. Lo que falta, puertas adentro de las empresas.
Una economía rezagada por los temas laborales, tributarios y de infraestructura
"¿Qué dicen los últimos estudios en términos de competitividad? En junio salió el ranking del IMD,Argentina quedó en el puesto 62. Solo mejor que Venezuela sobre un ranking de 69”. La foto que ofreció el economista Esteban Domecq no sorprendió a los empresarios del Coloquio de Idea.
El Índice de Competitividad Mundial (World Competitiveness Ranking) es publicado anualmente por el Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial (IMD), una escuela de negocios con sede en Suiza.
El indicador mide la macroeconomía y las tendencias del crecimiento; la eficiencia del gobierno como la empresarial y la infraestructura física y tecnológica.
Domecq advirtió que “la normalización macroeconómica está avanzada pero incompleta”, en una Argentina que “va a estar terminando con superávit fiscal y tensión política y social” este año.
Foto: Gentileza
Repasó como un logro el 31,8% de inflación en 12 meses; también recordó que en 61 años del Coloquio, la Argentina vivió 9 default, 5 en las últimas 6 décadas; 22 acuerdos con el FMI y contracción del ciclo ajustado por crecimiento de la población, que fueron ganando en intensidad y frecuencia.
Es la foto que describe la inestabilidad macro de la economía argentina, inestabilidad macro que cualquier estudio de competitividad dice, "Ahí está el corazón del problema que afecta la competitividad de la economía argentina."
Contrastes
Domecq destacó que “estamos relativamente bien parados” con el superávit fiscal, el RIGI, la apertura de mercados y el relativo acceso al mercado de divisas. También rescató a los recursos naturales, el capital humano y la innovación.
Pero señaló que “empiezan a aparecer algunos problemas en términos de infraestructura, servicios públicos, logística, burocracia. Ahora, los grandes tractores de la competitividad, número uno, estabilidad macro, que es lo que nos falta. Y ahí está el punto de partida, la primera lámina.
También advirtió que “el bloque impositivo, todo el entramado y la presión tributaria en la Argentina, la legislación laboral, la integración económica, las instituciones”, contienen parte de los problemas que está abordando el Coloquio en torno a lo que falta en competitividad.
Al costo logístico por el mal estado de las rutas, Domecq añadió el alto costo de financiamiento. Hoy la tasa de interés, adelanto en cuenta corriente para una empresa, es 83% TNA con inflación proyectada en 20, 22% para lo próximos 12 meses. Es un 50% real arriba” en la comparación regional.
Puertas adentro
Por último el economista mostró el resultado de los análisis de los CEOs sobre lo que sucede dentro de las empresas que atentan contra la competitividad. “En primer lugar se mencionó la gestión eficiente de costos y productividad; segundo lugar, capacidad de innovación; tercer lugar, gestión del cambio y digitalización. Cuarto lugar, vocación competitiva, y quinto, inversión en capital humano.
“Claramente, el marcador de competitividad Argentina arranca en desventaja; creo que ya lo sabemos todos. Pero yo creo que este es un partido largo”.
Sostuvo que ese partido se juega con “estabilidad macro, el diagnóstico de las reformas, los consensos y políticas de largo plazo para terminar con la pendularidad y la responsabilidad de los empresarios en apuntalar lo que está bien y lo que falta”.