Mil partidos de tenis no los juega cualquiera, pero el martes Roger Federer no tendrá demasiado espacio ni tiempo para celebrarlo, porque su rival, Juan Martín del Potro, bien puede arruinarle la fiesta.
"Fueron muchos partidos, y hay algunos que los recuerdo muy vivamente", dijo el suizo tras derrotar hoy 6-4, 6-2 y 6-2 al joven local Bernard Tomic y avanzar a los cuartos de final del Abierto de Australia.
Un rato antes, el argentino se había impuesto 6-4, 6-2 y 6-1 al alemán Philipp Kohlschreiber para llegar a cuartos de final de un Grand Slam por primera vez desde que conquistara el US Open 2009.
La noche -nadie duda de que será programado como partido estelar de la jornada en Melbourne Park- del 24 de enero de 2012 será especial para Federer, de 30 años. Lleva 31 Grand Slam consecutivos llegando al menos a cuartos de final (ganó 16 grandes), y su milésimo partido lo mostrará en una curiosa "conexión argentina": fue con Lucas Arnold que jugó, y perdió, en su primer duelo profesional, en julio de 1998 en Gstaad, y será con Del Potro, otro argentino casi 14 años después, que alcance el hito del número 1.000.
Desde entonces, el tenista helvético redondeó una magnífica carrera: 70 títulos, 286 semanas de permanencia en el tope del ranking, 813 victorias y 186 derrotas.
De algo está seguro Federer: aquel 6-3, 6-0 y 6-0 sobre Del Potro en los cuartos de final de Australia 2009 no se repetirá. "Eso te lo puedo garantizar", dijo hoy.
Es lógico lo que dice, porque el argentino es el primer rival de envergadura que se le cruza en el torneo. Ante Tomic, Federer no podía perder. Con Del Potro, sí.
"Creo que va a ser un buen partido, porque creo que está regresando increíblemente fuerte", pronosticó el suizo, que conoce muy bien la carrera y los altibajos de Del Potro, el hombre que lo derrotó en la final del US Open 2009 y que después desapareció del circuito durante casi todo 2010 debido a una lesión de muñeca.
"Me entristeció que estuviera fuera tanto tiempo después de aquel fantástico 2009. Yo sentía que en 2010 él tenía la posibilidad de luchar por el número uno. Llegó la lesión y las cosas, obviamente, cambiaron", recordó Federer, que hace tres años fue "convertido" en hincha de Boca por un Del Potro que se ocupó de regalarle la camiseta del popular equipo argentino autografiada por varios de sus jugadores.
"Es bueno verlo de regreso, es un buen muchacho. Estoy esperando ese partido, creo que va a ser duro. Jugué con él en Cincinnati seis meses atrás y fue superveloz. Creo que esta vez va a ser diferente, habrá muchos más peloteos y la posibilidad de que yo varíe el juego, aunque yo también tendré que ser agresivo", añadió el suizo, que con ganarle un set a Del Potro el martes habrá llegado a 2.000, otra cifra redonda para el que será un día especial.
Dueño de 16 títulos de Grand Slam, récord en la historia del tenis, Federer está buscando esta temporada ganar nuevamente un título de los grandes, algo que en 2011 se le negó por primera vez en una década. Si además recuperara el número uno tan solidamente en manos ahora del serbio Novak Djokovic, podría superar el récord de 287 semanas como número uno que ostenta el estadounidense Pete Sampras. Federer acumula 286.
No sería arriesgado pronosticar que el suizo, entonces, lloraría.
"Siempre fui muy emotivo", reconoció hoy. "Cada vez que perdía, lloraba. Por eso la primera vez que lloré por ganar un partido me dije ’¿qué demonios te está pasando?’ No podía creer que me importara tanto este deporte que tanto amo".
Hasta hoy lleva 1.999 ganados y 639 perdidos, un porcentaje de efectividad de 0,758.
En cuanto a partidos, el suizo ganó 813 y perdió 186, lo que sitúa su coeficiente de victorias en 0,814.
Por último, la cifra de juegos que ganó es 15.087, contra 10.843 perdidos, un coeficiente de 0,582 para el que es considerado por muchos como el mejor tenista de todos los tiempos.
DPA


































