Julio César Cáceres apuntó contra Juan Román Riquelme justo el día en que habló Mauricio Caranta, todavía sin poder dejar claro su salida del arco de Boca, y si Diego Latorre todavía fuera jugador del club de la ribera, diez años después, repetiría la famosa frase: "esto parece un cabaret".
Hace diez años, cuando el "Bambino" Veira era el entrenador de Boca y el club de la ribera era un caos, con problemas internos en el plantel, Latorre sentenciaba: "Esto parece un cabaret y no un equipo de fútbol".
La frase de Latorre, que la dijo un 20 de abril de 1998, estaba relacionada con los dichos de unos y otros en ese plantel de Boca.
Diez años después la historia se vuelve a repetir, con distintos protagonistas, pero coincidiendo no sólo en las declaraciones sino también en el mal momento deportivo.
"Riquelme es un tipo complicado, difícil de manejar para los técnicos por su forma de ser. Debe ser difícil para un técnico aceptar sus movimientos", señaló Cáceres en declaraciones a radio Cáritas de Paraguay, que reprodujo el programa "Un Buen Momento", de La Red, en Argentina.
"Algunos compañeros se molestan con sus actitudes -las de Riquelme-. En algunos partidos aparenta correr y en otros está pasivo. Yo lo veo como cansado o saturado mentalmente. Rinde más en la selección que en Boca. Cuando no tenés motivación tenés que dar un paso al costado", agregó.
Los dichos de Cáceres resumen el pensamiento de la mayoría de los integrantes del plantel de Boca, pero son pocos los jugadores que se atreven a enfrentar a Riquelme.
Es que Román tomó tanto poder en Boca que algunos aseguran que es uno de los responsables de que Miguel Russo haya tenido que dejar el equipo en diciembre del año pasado, pese a que seis meses antes había ganado la Copa Libertadores.
Pero Cáceres fue más allá y comparó a Riquelme con Martín Palermo, señalando que las cualidades del delantero son la antítesis del volante.
"La diferencia entre Riquelme y Palermo es que Martín tiene 34 años y vos lo ves haciendo la pretemporada a la par de un chico de 17, algo que te sorprende porque ganó todo", puntualizó.
"Palermo sabe manejar el grupo, siempre apoya, nunca tiene una mala cara, apunta al grupo, esas son las diferencias que tienen estas dos personas", completó.
No hay dudas de que los días en Boca están convulsionados. Todos estos problemas internos del grupo, que tienen como principal eje a Riquelme, hace tiempo que existen pero salen a la luz cuando los resultados no se dan.
La "bomba" de alguna manera comenzó a salir a la luz con el conflicto con Mauricio Caranta y su salida todavía extraña del arco de Boca.
Lo cierto es que Caranta, según cuentan en Boca, estaba cansado de las actitudes de Riquelme y lo hizo saber. Lo que no está claro aún si fue esto lo que provocó su salida del arco de Boca o realmente se debió a un problema personal.
Pero el pensamiento del arquero es compartido por muchos de sus compañeros, quienes están cansados del "vedetismo" de Riquelme.
Sin embargo, ningún jugador de Boca salió a respaldar públicamente al arquero, hasta las declaraciones de Cáceres de este martes, quien si bien no defendió a Caranta, con sus dardos apuntando a Riquelme fue como si lo hubiera hecho.
Télam