Más de un millar de personas fueron evacuadas hoy en Tartagal, donde un alud de barro y agua provocado por lluvias arrasó con viviendas y vehículos, mientras la crecida de un río provocó la caída de un puente ferroviario.
El gobierno provincial y el municipio implementaron un operativo de emergencia a través de la Dirección de Defensa Civil y la policía provincial para evacuar a los pobladores y coordinar la búsqueda de personas que en medio del fenómeno meteorológico se habían separado de sus familiares.
Gran parte de la ciudad de Tartagal quedó hoy prácticamente aislada, dado que a la falta de energía eléctrica, servicios de telefonía y televisión por cable, se sumó la caída de un puente ferroviario que fue arrastrado varios metros por el río.
El desmadre del río Tartagal cortó los puentes que comunican uno y otro lado de la ciudad.
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se instaló esta mañana junto a una decena de funcionarios de su gabinete en Tartagal para coordinar las tareas de asistencia y evacuación de un millar de pobladores.
El alud fue generado por la crecida del río Tartagal, provocada a su vez por las fuertes lluvias que cayeron en la zona durante el fin de semana.
Las autoridades ordenaron la evacuación de personas que viven en la zona ribereña, además de las que padecieron la destrucción de sus viviendas, porque rige para la zona un alerta meteorológico según el cual hasta el miércoles pueden continuar precipitaciones.
El gobierno informó que fueron evacuados pobladores de los barrios Ferroviario, Santa María, Militar, Mariano Moreno, Villa Güemes, Villa Saavedra y zonas aledañas al río Tartagal.
El gerente de Atención a las Personas del hospital de Tartagal, Jorge Tapia, informó que se dispuso un alerta en las guardias y del sistema de ambulancias.
Sin embargo, destacó que hasta la tarde de hoy “no se registraron emergencias médicas”.
El director de Operaciones de Defensa Civil, Lucio Ganami, confirmó que no hay emergencia en otras zonas de la provincia y destacó que pasado el mediodía los ríos Bermejo y Pilcomayo están estables.
El secretario de Abordaje Territorial, Francisco Marinaro Rodó, sostuvo que “no hay información de pérdidas de vidas humanas”.
El alud ingresó a la ciudad alrededor de las 9.30 de hoy con una fuerza inusitada y arrastró casas ubicada a la vera del río, tal como ocurrió en oportunidades anteriores cuando la crecida del Tartagal supera las defensas del terreno.
En tanto, decenas de casas en un radio de unas seis cuadras quedaron inundadas.
Defensa Civil, Gendarmería, policía, empleados municipales y trabajadores de distintas empresas trabajan en la zona para localizar y asistir a los pobladores.
Varias familias se quejaron porque la intensidad del alud les impidió salvar elementos de las viviendas, por lo que la mayoría de los vecinos perdió casi todas sus pertenencias.
El alud arrasó con árboles, casas, automóviles y un puente, por lo cual cuando bajó un poco el agua los pobladores se encontraban con vehículos sobre los techos de sus viviendas.
El agua también llegó hasta el casco céntrico de la ciudad. Algunos pobladores coincidían en señalar que este fenómeno era aún más grave que la inundación ocurrida en 2006 y señalaron que al menos una parte de las obras realizadas entonces quedaron hoy destruidas.
Fuente: DyN































