Soldán zafó de una

El locutor Silvio Soldán, que había sido procesado por promocionar la clínica que lideraba su ex novia, la falsa médica Giselle Rímolo, quedó este jueves libre de culpa y cargo y no tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio que se realizará en breve contra la mujer por estafas reiteradas y ejercicio ilegal de la medicina. Según indicaron fuentes judiciales, la decisión fue tomada por la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, en base a un planteo que formuló la defensa de Soldán, que llegó a estar dos meses preso por esta causa en el penal de Villa Devoto. Casación se basó en jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia que establecía que cuando un fiscal no está de acuerdo en acusar debe respetarse ese criterio. Aquella situación se había dado en el caso particular de Soldán: el fiscal Martín Niklison consideró que el histórico conductor de "Feliz Domingo" no había tenido responsabilidad en las supuestas estafas que se habrían realizado a través de su programa de radio para promocionar la clínica CEDENE, que pertenecía a su ex novia. Sin embargo, el entonces juez del caso, Mariano Bergés, entendía que Soldán sí habría sido partícipe de esas estafas y por lo tanto, en base a un artículo del Código Procesal Penal, la causa terminó cambiando de fiscal por uno que sí acusara al locutor. La resolución de Casación, conocida hoy en los tribunales porteños, también implica que el comienzo del juicio oral, que se preveía para los próximos meses, quede demorado. Es que Soldán era uno de los que debía ser enjuiciado junto a Mónica Cristina María Rímolo, más conocida como "Giselle", que podría terminar condenada a 25 años de cárcel. En la causa también fueron procesados el hermano de la mujer, Fabián Rímolo; las empleadas de la clínica Yanina Gargano y Mariana Alliano, la médica Susana Seccardini y los farmaceuticos Roberto Russo y Mauricio Sanliborio, entre otros. El caso Rímolo saltó a luz en 2002 gracias a una cámara oculta de 'Telenoche Investiga', donde se mostraba a la entonces publicitada novia de Soldán atendiendo a pacientes que iban a su clínica para adelgazar. Hubo numerosas denuncias asegurando que la supuesta medicación natural que se les proporcionaba en el tratamiento trajo a los pacientes graves consecuencias de salud, e incluso se denunció un homicidio.