De la redacción de El Litoral
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El gremio Amsafe reveló que al 16 % del magisterio público santafesino le descuentan Ganancias. Ese impuesto se aplica, aproximadamente, sobre 11.500 cargos (o su equivalente en horas cátedra) de la docencia pública, sin considerar al sector privado. En cantidad de docentes, la cifra es menor ya que un mismo educador puede tener más de un cargo.
En la provincia de Buenos Aires, el gremio docente Suteba señaló que el impuesto alcanza al 14,4 % de los maestros provinciales. Y en Neuquén, al 30 %.
Los datos respaldan el reclamo de los gremios docentes nacionales que condicionaron un acuerdo paritario a que el gobierno nacional aplique un cambio en el Impuesto a las Ganancias, debido a que el actual esquema tributario “licua” los aumentos salariales.
“Nuestro gremio madre, la Ctera, reclama que ningún trabajador de la educación pague Ganancias”, explicó la secretaria general de Amsafe Provincial, Sonia Alesso.
“Consideramos que ese gravamen no es un impuesto al trabajo sino a la renta. Ésa es la verdadera concepción de Ganancias, y por tanto, el trabajador en relación de dependencia no debería pagarlo porque a su salario lo usa para vivir”, destacó. Y añadió que “el impuesto debe ser aplicado a la renta pesquera, minera, etc, pero nunca al trabajo”.
En la actualidad están alcanzados por este impuesto los trabajadores en relación de dependencia y los jubilados que tienen un ingreso de bolsillo luego de los descuentos de jubilación y salud de más de $ 4.818 por mes en el caso de los solteros, y de más de 6.662 para los casados con 2 hijos.
Sobre qué impacto tiene ese gravamen sobre los sueldos docentes, Alesso indicó que “es muy variable y difícil de cuantificar, debido a que Ganancias es un impuesto complejo que considera cada situación en particular”.
Paritaria nacional estancada
En tanto, ayer volvió a fracasar la paritaria docente nacional “ya que existen diferencias muy marcadas entre lo que nos ofrece el gobierno y lo que está pidiendo el gremio en materia de aumento salarial”, dijo el secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero.
“El ministro (de Educación, Alberto) Sileoni y parte de su gabinete ofrecieron como piso salarial 2.150 pesos a partir del 1º de marzo y 2.200 a partir del 1º de julio”, según informa la Ctera en su sitio web (www.ctera.org.ar).
“La propuesta fue rechazada terminantemente por irrisoria y por no contemplar la demanda de incremento del Incentivo Docente y la vigencia del acuerdo desde el 1º de febrero”, agrega el gremio.
Esa oferta -de un 20 % en dos veces- estaría lejos del reclamo inicial de los cinco gremios nacionales (Ctera, Sadop, UDA, Amet y la Confederación de Educadores Argentinos -CEA-) que es llevar ese salario inicial de los actuales 1.840 pesos a 2.500 pesos, es decir, un 35 por ciento de incremento.

































