Este viernes desde las 19, en el Teatro Municipal de Santa Fe se llevará a cabo un Homenaje a Los Mamelli, el emblemático grupo de música y teatro infantil fundado por Hugo y Osvaldo Maggi, a menos de un mes de cumplirse los 60 años del debut: el 24 de junio de 1972 en el Noemí Café Concert, con un primer elenco integrado por Mónica Bono, Raúl Faría e Ismael “Paco” Hase. En la ocasión, las canciones de los Maggi serán interpretadas por integrantes de La Gordini, Canticuénticos y Paquito, además de distinguir a ex miembros y familiares de los fundadores. Las entradas son gratuitas, y deben retirarse en la boletería de la sala (San Martín 2020).
Los 70: “2 + 2 = Los Mamelli” de 1974 (Lina Volpogni, Eduardo Pascucci, Adriana Cornú y Carlos “Turco” Deb) y “Los Mamelli con bombos y platillos” de 1975 (Luis “Cocho” Maragno, Deb, Pascucci, el Caballo Federico, Silvana “Colo” Montemurri y Mónica Moreno). Foto: Gentileza Eduardo Pascucci
Legado
“La idea de hacerle el homenaje a Los Mamelli la teníamos desde el comienzo de la gestión municipal; teníamos ganas de hacer algo con el legado de Los Mamelli en Santa Fe, como grupo pionero de la música y el teatro para las infancias de la ciudad” cuenta Paulo Ricci, secretario de Cultura y Educación del municipio santafesino. “En 2020 nada se pudo hacer de todo esto, y en 2021 las primeras aperturas fueron a esta altura del año (progresivamente se fueron abriendo más cosas), tampoco llegábamos a hacer algo para las vacaciones de invierno, porque habría todo de a poco, y hasta un par de meses antes había mucha incertidumbre de qué se podía haber con público”.
Y agrega: “Ya este año, con otro contexto, otro horizonte, desde el comienzo del año empezamos a trabajar en este homenaje: lo primero que se hizo fue convocar a la familia y a los que fueron protagonistas de Los Mamelli en sus diferentes formaciones (porque el grupo tuvo varios elencos desde su nacimiento en el 72); convocamos a prácticamente a todos, prioritariamente a los que fueron de las primeras camadas, en el 72, 74. Se hizo una reunión en la Estación Belgrano hace ya un mes y medio o dos, para contarles la intención que tenía la ciudad de hacer un reconocimiento y un homenaje, y que no sea solamente la entrega de un documento, una declaratoria de interés; sino que sea un festejo con el público para que mucha gente que no los conoció descubra sus canciones, su obra”.
“Es parte de la política pública de reconocer la cultura para las infancias desde la gestión municipal, en el marco de las vacaciones de invierno, que es cuando la programación cultural toma un cariz fuerte hacia las infancias. Parecía el marco más apropiado, más allá de que hace poquitas semanas, el 24 de junio, se cumplió la fecha exacta de los 50 años de la primera función de Los Mamelli en el Noemí Café Concert”.
“Y aparte de reconocer a los protagonistas de las distintas formaciones también se ponga en valor su obra (que es lo más importante que han dejado). Les contamos que estaba reservada la fecha del 15 de julio en el Teatro Municipal para este concierto-homenaje; que ya se habían convocado a los grupos que actualmente se dedican a hacer música para las infancias como son La Gordini, Paquito y Canticuénticos, para que sean parte de este homenaje; muchos de ellos ya vienen haciendo repertorio de Los Mamelli, así que conocen el legado. Y también se citó a Paula Maggi, hija de Hugo, para que nos acompañe toda la familia en este reconocimiento a Hugo y a Patricia (Moreno), la mamá de Paula, que fue parte muy importante”.
“Nos empezamos a poner en contacto no solamente con todos ellos sino también con el material que hay, muy valioso: fotográfico, musical, partituras, vestuario, objetos de escenografía o utilería que eran parte de los espectáculos y que muchos de ellos conservan. Parte de eso se va a ver el 15 en el Teatro Municipal: se armó una pequeña muestra que se va a poder apreciar en el ingreso. Cuando los convocamos, todos se entusiasmaron mucho con la propuesta, y van a hacer parte de manera muy activa de este reconocimiento que la ciudad le hace a un grupo que para nosotros es muy fructífero, que es la cultura para las infancias, que tiene en la música y en las artes escénicas dos lenguajes muy protagonistas”.
Cambio de década: “La morisqueta concertante” de 1979 (José Luis “Pepe” Volpogni, Maga y Pati Malvicino, Cocho Maragno, Nelly Giscafré y Mario Culasso) y “El mundo de Los Mamelli”, de 1980 (Maragno, Silvia Paredes, Giscafré y Volpogni). Foto: Gentileza Eduardo Pascucci
Linaje
-El hecho de que un grupo como Canticuénticos tenga éxito a nivel nacional tiene que ver con ese linaje.
-Sí, ellos lo reconocen todo el tiempo. Por eso cuando los convocamos rápidamente aceptaron ser parte, se entusiasmaron. Los chicos de La Gordini y de Paquito vienen interpretando temas de Los Mamelli, hay un reconocimiento de esa condición de grupo fundacional. También hay una herencia hasta generacional de muchos hijos e hijos de músicos santafesinos que han formado parte de esas experiencias y que se dedican también a la música o al teatro para las infancias. Recordemos que los espectáculos eran canciones pero también eran situaciones, historias, había escenografías, vestuarios muy característicos; y para esa época era algo muy llamativo y muy original que tenía Santa Fe con Hugo y Osvaldo Maggi como líderes de esa compañía, pero también con muchos artistas que pasaron por ahí y muchos siguen, como es el caso de la "Colo" (Silvana) Montemurri, Eduardo Pascucci, Pepe Volpogni, Raúl Faría, Mónica Bono, Paco Hase; gente que se sigue dedicando al arte y empezó con Los Mamelli.
-Este trabajo sigue con la idea de digitalizar los materiales, incluso colaborar con el registro (había un tema con Argentores y Sadaic).
-Son dos cosas complementarias. Por un lado estamos trabajando sobre muchos registros audiovisuales que hay, por suerte, de lo que fueron presentaciones en canales de televisión locales, o en algunos registros en Súper 8 o 16 mm. La idea es armar un contenido audiovisual y documental con la historia contada por los protagonistas, y esos materiales que queremos que se hagan públicos y no se pierdan.
Por otro lado se les ofreció a los herederos de Hugo y Osvaldo Maggi hacer la digitalización de las partituras, para acompañarlos en el trámite de registro, porque muchas no estaban en Sadaic. Así que queremos acompañarlos en el registro de los derechos de autoría de las canciones de Los Mamelli, que en su mayoría son de Hugo y Osvaldo (también hay de otros coautores y coautoras). También para poder subir las partituras a un soporte público en las páginas de Capital Cultural de la ciudad, y que los músicos y músicas de la ciudad puedan conocer e interpretar el legado musical de Los Mamelli.
Porque fue algo que se fue transmitiendo muy de boca en boca: recuerdo haber escuchado en la casa familiar algún cassette con las canciones hasta que se gastó la cinta; pero eso no está editado ni en disco ni en otro soporte que permita hacer copia o masterizar. Hoy en día el más importante legado son las partituras y las versiones que puedan hacer los músicos actuales de las canciones que se interpretaban en los espectáculos, pero en muy poquitos casos se pudieron hacer registros fonográficos originales con la voz de Hugo Maggi.
-También digitalizaron el documental de Mario Culasso.
-Estamos haciendo una copia en digital del documental, que lo tienen los chicos de Imágica; queremos que eso también se pueda ver. Ellos también resguardaron los crudos del documental, y hay mucho material audiovisual que se rescató cuando Culasso lo hizo. Son de los poquitos registros que hay de presentaciones, así que sobre eso vamos a trabajar para generar nuevos contenidos y preservar lo que existe.
En ensayo: Hugo Maggi (de espaldas) dirigiendo a Luis “Cocho” Maragno (al piano), Carlos “Turco” Deb, Adriana Cornú y Eduardo Pascucci, en “ 2 + 2 = Los Mamelli”. Foto: Gentileza Eduardo Pascucci
El origen
“Tenía dispuesto viajar, y estoy con Covid hasta el fin de semana, ojalá. Eso me ha recluido en Buenos Aires. Pero desde lo emotivo adhiero, porque también una de las integrantes de Los Mamelli era Lina Volpogni, mi cuñada, que la perdimos el año pasado. De modo que había sobradas razones para motivarme a viajar. De modo que anímica y moralmente estoy con todos en el festejo de los 50 años de Los Mamelli”.
El que habla es “Paco” Hase, que saltó de la dramaturgia a los guiones televisivos, escribiendo desde clásicos como “La bonita página” y “Buscavidas” a éxitos más recientes como “Poné a Francella” o “Casados con hijos”.
-¿Cómo toma este homenaje?
-Me parece necesario que haya una memoria sobre lo que en Santa Fe significa su ámbito cultural; en este caso recordar a Hugo y a Osvaldo, que me parecen dos hombres necesarios: a uno se lo extraña, con Osvaldo tuve contacto hace unos años por última vez. Y con Hugo también acá en Buenos Aires.
Es gratificante: son generaciones que se han ido sucediendo en el elenco, lo que hablaba de que no era una experiencia esporádica, sino que hubo una continuidad. Siempre es valorable eso.
-¿Cómo fue poner a Los Mamelli en escena por primera vez?
-Con Osvaldo y Hugo habíamos integrado durante varios años el elenco de Teatro Época, hicimos "Canciones para mirar" y "Doña Disparate y Bambuco" juntos, con varias temporadas en la Sala Cincel, como en Buenos Aires: viajábamos frecuentemente, hacíamos temporada acá, anduvimos por todo el país. De modo que con Osvaldo y Hugo teníamos una relación sólida; y veníamos de una escuela común, habíamos aprendido mucho de un estilo junto a “Cocho” (José María) Paolantonio, que era el director de Teatro Época. Había otra persona muy sólida en el equipo que era Eduardo Riom, el productor tanto de "Canciones para mirar" y "Bambuco" como de Los Mamelli.
Éramos un grupo sólido, y adherí cuando me invitaron a integrar el primer elenco, gustoso, y fue una experiencia muy hermosa; recuerdo que fue en el Noemí Café Concert, que en realidad era una especie de galpón que se transformó en una sala cálida, que recibía espectáculo. Allí hicimos nuestro debut en junio del 72.
-Una sala que no era para teatro infantil.
-No, para nada, era un negocio de muebles. Se transformó en eso porque si de algo carecía Santa Fe era de salas que no sean las de Teatro Municipal: había cerrado la Sala Cincel, que quedaba al lado de Bonafide: ahí teníamos la sede de Teatro Época. El Teatro de Arte tampoco estaba en actividad, la sala de Carlos Thiel. Así que fue corajuda la actitud de Eduardo Riom que abrió las persianas de eso que era un galpón.
Último elenco: el “Flaco” Juan Carlos Rodríguez (con el bastón) dirigió tras la muerte de Hugo Maggi “Para señores chicos y señores grandes”, con las actuaciones de Cocho Maragno, Silvia Bertaina, Patricia Moreno, Mónica Bono, Osvaldo Pettinari, Martín Sosa y Benjamín Sosa. Foto: Gentileza Eduardo Pascucci
Ciudad teatral
-También una época compleja, quizás enfocarse en los niños fue una forma de abrir una puerta para el costado.
-Desde luego que sí. Insisto en el entrenamiento que había sido "Canciones para mirar" y "Doña Disparate y Bambuco", porque nos dio la apropiación de un lenguaje, una capacidad creativa, y sumado a eso la inteligencia de Hugo y Osvaldo, que eran notables músicos. En esas obras Hugo estaba detrás de bambalinas haciendo los sonidos ambiente, los ruiditos que hicieran falta. Artesanos, porque no era que trabajábamos con materiales de última generación ni mucho menos: eran realmente artistas.
Por otra parte aprendimos lo que era la economía de recursos y elementos, porque todo lo que se hacía era con dos cositas, y provocaban esa magia que la fe que tiene normalmente el chico (y aquellos que mantienen la actitud de creencia de los chicos) ayuda. Fue realmente muy lindo, emotivo: se extraña a gente como Hugo y Osvaldo.
-Se cuenta que la crítica porteña había dicho que la puesta de ustedes de "Canciones para mirar" era superior a la puesta de Buenos Aires.
-Sí, siempre se dijo eso. En aquel momento hubo unas críticas de Primera Plana y de Confirmado, que hablaban muy bien. Justamente también para fines de ese año yo estrené “Ping pong”, con otro elenco, en la Sala de Luz y Fuerza. De modo que el teatro en aquel momento en Santa Fe tenía un vigor... Santa Fe en ese sentido ha sido escenario de grandes creaciones.
-Una época bastante irrepetible, de la que salieron gente como ustedes, como Rafael Bruza, que llegaron a Buenos Aires. Pero productos como Los Mamelli no podían proyectarse desde las provincias (hoy quizás sí).
-Bueno, eso no es nuevo: la “cabeza de Goliat” que es Buenos Aires tiene ciertas posibilidades que a lo mejor...porque tampoco vivo como un éxito no haber seguido en Santa Fe. Después de hacer “Ping pong” en Santa Fe y luego lo hice en el San Martín con un elenco de gente de Buenos Aires: Ana María Picchio, Carlos Moreno. Siempre es posible, lo que no sé es si es necesario. Yo porque me vine a vivir acá, pero no vivo como un fracaso quedarme en mi ciudad natal ni como un éxito venir a Buenos Aires. Creo que lo ideal es que cada uno pueda desarrollarse en su sitio; pero claro, eso obedece a una concepción política que abarca entre sus aspectos la faz cultural.
Conducción
-Usted es un hombre de teatro (también de la televisión). Pero a lo largo de la historia de Los Mamelli pasó mucha gente con carreras muy distintas, incluyendo a Nelly Giscafré (psicóloga deportiva de Las Leonas y el Cenard). ¿Qué tenían Hugo y Osvaldo como para juntar gente de procedencias distintas, con trayectorias y carreras distintas, y armar con ellos grupos y experiencias interesantes para transitar?
-Sobre todo una sensibilidad común. La sensibilidad es una forma de ver, ¿no? Y entonces cuando uno ve bien, elige mejor, de eso no cabe duda. Sé de todos ellos, y creo que en ese sentido Hugo y Osvaldo además eran muy buenos conductores; había un muy buen trato, lo cual es para agradecer: porque con el buen trato uno explica mejor, entonces uno entiende mejor.