"...Es verdad- suspiró el Coronel- la vida es la cosa mejor que se ha inventado…". Gabriel García Márquez.
Por medio de dieciséis historias, Sebastián Rogelio Ocampo ahonda en el lado descarnado de la vida, y ofrece una esperanza en la belleza de la estética literaria. Edita Caburé.

"...Es verdad- suspiró el Coronel- la vida es la cosa mejor que se ha inventado…". Gabriel García Márquez.
"Segundo día de velorio. Yo estaba parado junto al féretro donde yacía mi padre. No había nadie junto a mí aunque la sala funeraria estaba llena de gente", con estas líneas crudas Sebastián Rogelio Ocampo comienza su libro "Te quise cuando estabas Loco".
La cita pertenece al cuento "Pleno velorio", el primero de los dieciséis que componen la recopilación de relatos cortos. Texto que deja pesquisar las huellas literarias no solo del libro, sino de toda la obra de un autor alejado de los focos literarios, de una narrativa signada por la potencia, y la vertiginosidad de estilo.
Un escritor que en los márgenes de la cocina literaria irrumpió la tranquilidad de los lectores en el año 2013 con su primer libro "El verano Más Largo del Mundo" (Río Ancho Ediciones).
En aquella oportunidad Alma Maritano escribió acerca de sus cuentos: "Nos acercamos a los textos de Sebastián Ocampo con la misma disposición, expectante y distendida a la vez, que nos lleva a reunirnos alrededor de una mesa de amigos".
Alma Maritano, maestra literaria de Ocampo, fallece en el año 2015. Rogelio siguió escribiendo y su prosa siempre al límite rinde culto al diagnóstico. Ocampo desnuda en su escritura la frontera de la vida.
Devela su fragilidad. Camina por la cornisa, aquella delgada línea que separa la cordura de la locura. El homeostático límite, donde quizás solo haga falta un mal día para determinar el lado donde el ser humano habitará.
En el año 2024 el autor publica su segundo libro de cuentos: Sin estetoscopio. Un conjunto de historias deslumbrantes, donde un médico de emergencias deambula por el borde de su existencia emocional, y acompaña distintas situaciones del sufrimiento humano desde una metodología sensible, pero alejada de cualquier método científico o Juramento Hipocrático.
Historias estructuradas con tintes de policial negro, que exploran la pasión del autor por la literatura y las raíces del sufrimiento humano. El libro fue publicado de forma independiente, sin sello editorial. Fiel al estilo del autor, para el cual la literatura es una forma de habitar el mundo.
La escritura al igual que la locura, puede ser un estado esperanzador para quien la padece o ejecuta. Así lo sintetiza el final -alerta de spoiler- de "Pleno velorio", un hijo haciendo las paces con el padre muerto, en un acto alucinógeno, de locura que rompe el silencio de Dios ante el sufrimiento humano.
Una temática también narrada desde la primera persona en el cuento “Espirales”, donde Olivera vuelve al psiquiátrico que lo supo alojar como paciente, pero esta vez del otro lado del espejo, el de psiquiatra para contener al paciente Rodolfo. La escritura a diferencia de la locura puede ser una forma de exorcizar. ¿Quién no escribió alguna vez para no golpear a alguien?
Ocampo bordea con su letra la trama oculta de la desesperación, y el encarnizamiento de la neurosis de guerra. La guerra que cualquier persona lleva consigo mismo. El trauma de un excombatiente de Malvinas, como el cuento "A mí me gusta el frío". Los valientes aman cuando el mundo les da la espalda. Un cuento que se suma al listado de la literatura argentina que homenajea nuestros veteranos.
Podemos nombrar la majestuosa novela "Los pichiciegos" de Fogwill o el cuento "Memorándum Almazán" de Juan Forn. Pero no es el único del libro, "La renguera" ofrece el punto de vista de la reinserción social del soldado caído.
"El vendedor más grande del mundo" es un cuento de época, ambientado en los años de la dolorosa caída del neoliberalismo en su etapa pos menemista, en el boom de la economía de aventura y el rebusque. Mentir para vivir.
El vendedor es un narrador. Un cuentista oral. Quizás Ocampo comenzó a tejer su oficio de cuentista en sus años de vendedor. ¿Quién sabe? Poco importa cuando la letra de una obra queda para establecer un lugar y sentido en el mundo.
Tejer un manto de cordura cuando la locura es cultura. El costumbrismo le da la mano a la locura. La locura le toma el codo. Se abrazan y hacen el amor a diario. La imposibilidad de la sanidad familiar, y la muerte del padre en "Se sienta frente a mí" y la caída del matrimonio en "El pelotazo". Temas transversales de la obra.
"Me dijo que lo que le sucede puede pensarse como una enfermedad, o también como una forma de estar en el mundo, me dijo. Un mentiroso inocente e inofensivo. Necesita de esa mentira para vivir" escribe el autor en "Querer con locura", y quizás sea una línea que demuestre mucho más que un mero momento de ficción.
Sebastián Rogelio Ocampo nació en Rosario, en agosto de 1977. Es médico psiquiatra. Cursó estudios en el Armand Hammer United World College, en Nuevo México, Estados Unidos. Tiene publicado los libros de cuentos "El verano más largo del mundo", "Sin estetoscopio" y "Te quise cuando estabas loco".




