Salir de la melancolía

Juan Ignacio Novak

jnovak@ellitoral.com

Ferris Bueler mira la cámara y avisa: “La vida se mueve muy deprisa. Y si no te detienes y miras de vez en cuando, te la puedes perder”. Tiene 17 años y siente que tiene que aprovechar el tiempo. Pronto llegarán las responsabilidades de la adultez. Así que monta un complejo operativo que le permitirá distraer a sus padres para faltar al colegio (donde lo espera, entre otras calamidades, un examen de Matemáticas) y hacer un montón de cosas “alocadas”. Así conduce una Ferrari, canta una canción de los Beatles ante un multitud, almuerza en un restaurante fino, asiste a un partido de béisbol y pone patas para arriba un museo, mientras escapa del ojo vigilante del rector del instituto.

“Experto en diversión” (“Ferris Bueller Day’s Off”), la película de 1986 que reestrena Cinemark y que en Santa Fe se podrá ver el martes próximo, representa la quintaesencia de las películas de John Hughes, conocido por haber escrito y dirigido en los ‘80 una serie de filmes que, sin perder de vista el costado comercial, otorgaron “voz” a los adolescentes, además de fundar un subgénero dentro de la comedia y cimentar las carreras de varios jóvenes actores. “Dieciséis velas”, “El club de los cinco”, “Ciencia loca” y “La chica de rosa”, esta última dirigida por Howard Deutch, son algunas de las películas en las cuales Hughes dejó su impronta y creó estereotipos luego repetidos hasta el hartazgo.

Su fórmula es simple pero eficaz: le basta poner de un lado adultos materialistas, carentes de empatía y en la otra orilla a adolescentes que, pese a preocupaciones y encasillamientos, reflexionan sobre su situación para alcanzar cierta realización. En “Experto en diversión” se explota el costado cómico de este contraste. Ferris Bueller (Matthew Broderick), su novia Sloane Peterson (Mia Sara) y su mejor amigo Cameron Frye (Alan Ruck) son divertidos y reclutan la simpatía de los demás. Mientras que el director Ed Rooney (Jeffrey Jones), al igual que los padres de Ferris, no saben interpretar los códigos de los jóvenes ni sus problemáticas. Por eso desea disciplinarlos, analiza las cosas desde su óptica, lo que le impide acertar con sus acciones.

Producto de su tiempo

Pero además de ser un diagnóstico más o menos certero de la juventud de una época (en rigor, “El club de los cinco”, del mismo director era más aguda en este sentido) “Experto en diversión” es una comedia efectiva, que remite con su ritmo trepidante a las slapticks de los ‘40. Las situaciones hilarantes se acumulan y los actores están perfectos en sus roles, en especial Broderick, quien adquirió a partir de este film un perfil picaresco que marcó su carrera, con excepciones como “Tiempo de gloria” (1989). Sin embargo, lo que garantiza su supervivencia en la programación televisiva y su regreso a los cines tiene que ver con cierto tono nostálgico, relacionado con la inteligencia del director para captar el sentir de una época. “Experto en diversión” es como una máquina del tiempo (un DeLorean, para hacer honor a otro clásico de la misma época) que conduce directamente hacia los ‘80.

El Dato

Nominado

Por su labor en “Experto en diversión”, Matthew Broderick resultó nominado al Globo de Oro al Mejor Actor en Comedia o Musical, premio que obtuvo Paul Hogan por otro clásico cómico de los ‘80, “Cocodrilo Dundee”.