L"Mientras haya una historia para contar, nada está perdido" es la bandera que empuja la narrativa oral de Sergio "Checho" Dal Lago. Un ejercicio que nació casi por accidente y juego en su programa radial "Chechoslovaquia" de la frecuencia 91.1 de Radio Casilda.
Logró desde allí una profunda comunicación con los oyentes, al punto de trascender los límites del espacio para convertirse en el espectáculo "A voz te cuento".
La dinámica del mismo es sencilla: las historias se dicen, se sienten y se comparten. Cuentos de grandes autores y voces nuevas, encuentran la textura en el cruce con la música, el humor y la magia de la espontaneidad.
En la antesala de lo que será su visita a la Feria del Libro de Roldán el 6 de noviembre y la cita del día 8 en la Villa Victoria Ocampo de Mar del Plata, el orador dialogó con este medio.
En primera persona
-"A voz te cuento" es un show que venís presentando en distintas localidades. En él, le ponés voz e interpretación a cuentos de distintos autores. ¿Cuándo nace ese vínculo tan especial con el cuento?
-Creo que el cuento me eligió a mí antes de que yo lo eligiera. Desde muy chico me fascinaba esa sensación de que en pocas páginas se podía encerrar un mundo entero. Cuando leía a Fontanarrosa, a Dolina, a Soriano, o más atrás, a Cortázar o a Rulfo, entendía que la brevedad no era un límite, sino una forma de intensidad.
En la radio empecé a leer cuentos casi como un juego, para llenar un espacio y compartir algo que me había conmovido. Con el tiempo entendí que ahí había un lugar de encuentro muy potente: la voz, el silencio, la historia, y alguien del otro lado imaginando. Ese fue el verdadero nacimiento del vínculo.
-¿Recordás cuál fue el primer cuento que te leyeron? ¿Qué sensaciones te provocó?
-Sí, me acuerdo. De chico descubrí un baúl con muchos libros de cuentos de la colección Billiken y yo les pedía a mis padres que me leyeran. Uno que me acuerdo y que me lo leyó mi viejo de otra colección fue "El traje nuevo del emperador", de Andersen, que dicho sea de paso, lo leí la semana pasada en mi programa.
GentilezaAl escucharlo por primera vez, me impresionó mucho la idea de la mentira sostenida por todos y la inocencia del que dice lo que ve. Creo que ahí empezó mi amor por las historias que dejan algo más que un argumento: una especie de pregunta sobre la condición humana.
Después vinieron muchos otros, pero ese me marcó. Tal vez porque, de alguna manera, todos seguimos siendo ese chico que se anima a decir lo que ve, aunque nadie más lo diga.
-¿Y el primer cuento que leíste en público?
-Fue "El penal más largo del mundo", del gordo Soriano. Lo hice en una sobremesa con amigos, después de un asado, y recuerdo que mis amigos tardaron en prestar atención, pero de a poco se fueron quedando callados.
Ese silencio posterior fue el verdadero aplauso. Ahí entendí que leer en público no es solo leer bien: es compartir una emoción colectiva. Es como cantar. Hay ritmo, respiración y verdad.
-El show tiene su matriz de origen en el programa radial "Chechoslovaquia". ¿Qué diferencia encontrás en la lectura en vivo de ambos espacios?
-La radio es íntima. El oyente está en su casa, en el auto, en otro tiempo. La lectura en vivo, en cambio, es una ceremonia compartida: hay miradas, respiraciones, energía que se mueve entre todos.
En "Chechoslovaquia" uno trabaja con el misterio de lo que no ve; en el show, con la evidencia de lo que está pasando ahí mismo. Pero en ambos casos lo importante es lo mismo: que la historia llegue, que emocione, que deje algo latiendo. Como dice Spinetta, "lo que no existe es porque no se canta". En mi caso, lo que no se cuenta, no vive.
-Muchos de los cuentos son historias desconocidas. ¿Cómo llegan a tu repertorio personal?
-Llego a ellos como se llega a un amigo nuevo: por curiosidad. Leo mucho, escucho recomendaciones, visito ferias, recibo textos de autores que están empezando. Me gusta descubrir voces que todavía no suenan fuerte. Algunos cuentos aparecen por azar; otros porque me persiguen.
Si una historia me hace ruido varios días seguidos, es señal de que tengo que leerla. Hay algo muy hermoso en darle voz a alguien que escribió desde el anonimato o desde un rincón. Es una manera de que el cuento siga su viaje.
-En una época regida por la imagen, ¿por qué sigue funcionando hacer una pausa y escuchar una historia?
-Porque escuchar es un acto profundamente humano. La imagen te impacta; la palabra te transforma. Cuando alguien se detiene a oír una historia, vuelve a un estado muy antiguo: el del fogón, el del cuento antes de dormir, el de la tribu que compartía lo que le pasaba.
Hoy vivimos con pantallas que nos gritan todo el tiempo. Escuchar un cuento es rebelarse un poco contra eso. Es apagar el ruido y volver a la emoción.
Próximas funciones
-¿Cómo viene siendo el itinerario del show "A voz te cuento"? ¿Cuáles son las próximas fechas confirmadas?
-El show viene creciendo de manera hermosa. En Casilda lo presente 3 o 4 veces, estuve en Arequito, en el Teatro Astengo de Rosario, Roldan, fui a la provincia de Córdoba , en marzo en el Centro Cultural Victoria Ocampo de Mar del Plata, y en cada lugar se armó una conexión distinta.
Lo que más me sorprende es la reacción del público: la gente se emociona, se ríe, se queda pensando.
La próxima fecha confirmada es el jueves 6 de noviembre en la Feria del Libro de Roldan y el 8 de noviembre nuevamente en la Villa Victoria de Mar del Plata, un espacio cargado de historia literaria y afectiva.
Después habrá nuevas presentaciones en el sur santafesino y, si todo sale bien, en marzo de vuelta al Teatro Astengo y en la Feria del libro de Buenos Aires el año próximo.
GentilezaEl espectáculo sigue mutando: a veces aparecen músicos invitados, a veces lecturas nuevas. "A voz te cuento" es eso: una experiencia viva, que cambia con cada función y que confirma algo que aprendí en la radio y en los escenarios: que mientras haya una historia para contar, nada está perdido.
El público todavía se emociona, todavía escucha, y se deja tocar por una palabra dicha con verdad. Todo eso, en estos tiempos, ya es una pequeña victoria. Es mi propia revolución.
Biografía
Sergio "Checho" Dal Lago es conductor, músico y narrador oral. Desde hace más de una década lidera el programa "Chechoslovaquia", que se emite de lunes a viernes de 16 a 19 por Radio Casilda 91.1, un espacio que combina información, historias, humor, lectura en vivo y participación permanente de los oyentes.
Es creador e intérprete del espectáculo "A voz te cuento", donde da vida a relatos de autores reconocidos y emergentes, fusionando la lectura, la música y la reflexión sobre el origen de contar historias.
El 8 de noviembre de este año recibirá el Premio Faro de Oro a la Mejor Conducción Masculina en Radio, distinción que celebra su trayectoria y su manera sensible de comunicar. Como músico, ha participado en distintos proyectos locales, explorando la canción como una extensión natural de la palabra hablada.
Actualmente, continúa recorriendo el país con "A voz te cuento", y el 8 de noviembre presentará el show en Villa Victoria Ocampo (Mar del Plata), uno de los escenarios culturales más emblemáticos del país.