Apareció el "Cristo del Río"

El gran misterio de Semana Santa. En Santa Elena, una ciudad del departamento La Paz, 157 kilómetros al norte de Paraná, la capital de Entre Ríos, sólo se habla de un posible milagro: la aparición del ahora llamado por los lugareños como el “Cristo del Río”.

Ocurrió hace una semana, en pleno inicio de la Semana Santa 2020 y en medio de la crisis que se vive a nivel mundial por la pandemia del coronavirus.

El Cristo –de amplias dimensiones- fue encontrado por Silvio Cañete, empleado municipal que rondaba por la zona de la bomba extractora de agua realizando sus actividades diarias. Cañete tomó fotografías de la imagen recostada en una roca del río Paraná y a las pocas horas las redes sociales parecían incontenibles ante semejante aparición.
“Una hermosa señal de que siempre está con nosotros y más aún en momentos tan difíciles como el que nos toca vivir”, publicó una usuaria de esas redes sociales.

Pero a pesar que muchos internautas aseguraron que se trata de una señal divina ante los momentos difíciles, otros aseguraron que el coronavirus no tiene nada que ver en su “mensaje divino”, si no que la bendición está enfocada al río debido a que la sequía ha afectado duramente a los pescadores de la zona.

Pobladores de Santa Elena aseguraron que no es la primera vez que encuentran objetos de valor en la orilla del río Paraná. Pero si admiten que es la única ocasión que han visto algo así de sorprendente debido a que el crucifijo estaba acomodado correctamente en una roca.

El padre Leonardo Jacob, de la iglesia de Santa Elena, le contó a El Litoral: “Por supuesto que nos ha motivado a todos los creyentes. Cuando me enteré de la aparición de este cristo en el borde del río, lo primero que me surgió como idea fue recuperarlo y restaurarlo. Pero el muchacho que lo encontró lo dejo a pocos metros de allí, en una tumba donde había una cruz para el recuerdo de alguien que se ahogó en el lugar, que aquí conocemos como ‘La Bomba’. El Cristo estaba muy deteriorado, sin cruz, con clara demostración de haber estado mucho tiempo bajo el agua. Lo queremos tener frente a la parroquia de Santa Elena, pero comprendemos que si la voluntad de quien lo halló fue depositarlo en una tumba, tendremos que respetarla”, agregó el sacerdote.

La colega Fabiana García –colaboradora de la sección Deportes de este diario-, radicada en esa ciudad, apoyó la postura del sacerdote. “Donde se vio el ‘Cristo del Río’ es una zona que los habitantes de la ciudad visitan especialmente para estas fechas. Diría que tiene mística y despierta el interés de los creyentes. Sin dudas que hay misterio en todo esto, justo en momentos que los argentinos le estamos peleando al coronavirus, algo que jamás pensamos que nos iba a suceder. Tal vez sea eso, un mensaje para reavivar la fe”, resaltó.

Este hallazgo venido del agua puede recordar a un cuento escrito por Gabriel García Márquez en 1968 titulado “El ahogado más hermoso del mundo” en el que el autor, ganador del Premio Nobel en 1982, cuenta la historia de un enorme bulto que aparece en la playa de un pequeño pueblo costero del Caribe, pero este hallazgo cambia totalmente la perspectiva de todo un pueblo. Tal vez, el “Cristo del Río” sea una analogía.