Es necesario aclarar algunos conceptos. Controlar no es anexar. El diccionario lo dice claro: anexar es sumar. Y este no es el caso, aunque se levanten voces diciendo que "Israel pretende anexar Gaza" al territorio israelí. En realidad, nadie puede poner "el grito en el cielo" en esta guerra contra Hamás, en donde el ataque sorpresa del 7 de octubre de 2023 fue desastroso para Israel y exitoso para los objetivos del enemigo. Pero el éxito de Hamás fue efímero: duró hasta que la respuesta israelí se puso en marcha. Ahora, transcurridos casi dos años de guerra, nos aproximamos al desenlace final.
Las guerras se ganan o se pierden, o terminan en arreglos o armisticios, pero en este caso el problema es que no hay con quien hablar. Por eso estoy convencido en que no hay otra salida: Israel debe llegar al control total logístico y militar de toda la Franja. Si bien se controla algo así como el 80 por ciento del enclave gazatí, todavía quedan zonas en que no se ha operado, incluida la ciudad de Gaza. Hace unos días se reunió el Gabinete de Guerra en donde los participantes vertieron los pro y los contra de la posible decisión, antes mencionada.
Existen pruebas suficientes y contundentes en cuanto a que la capacidad de Hamás de sobrevivir es alta, dadas las condiciones complicadísimas de la guerra (guerrilla urbana, con aditamento de los túneles, más los rehenes vivos y muertos que están en su poder). Y esto motiva la opción extrema de combatir hasta la derrota final del Hamás, aun con la firme convicción de que se arriesga la vida de los secuestrados y soldados.
La postura actual de Israel para algunos parecerá extrema, pero el enemigo debe ser derrotado y eliminado dada su intransigencia y determinación de llevar su "guerra santa" hasta el final. Por eso recuerdo que existe una frase que define y condiciona todo accionar israelí: "el enemigo es el Hamás" y su proyecto del fanatismo disfrazado de lucha por reivindicaciones que no son tales, porque se victimizan.
Justamente, la victimización que han conseguido a través de las fake news realmente hace mella en la reputación de un país inserto en la comunidad de naciones desarrolladas y a su vez única democracia del Medio Oriente. Todo este tiempo fueron desenmascaradas las falsedades y manipulaciones del Hamás, incluidos los manejos cínicos de la ONU con los suministros y la ayuda humanitaria.
Se imponen mentiras a través de relatos falsos. Todos los fotógrafos son del Hamás, todos los organismos que emiten información desde Gaza responden al Estado terrorista armado por ellos, emitiendo cifras de muertos y heridos. Hay constancia de que gran cantidad de ellos son combatientes del Hamás, pero se cuentan como "muertos civiles", mintiéndose con los sucesos del día a día en cuanto a carencias y daños, con mujeres, niños y ancianos que son manipulados y mostrados como víctimas de sucesos falsos.
Lamentablemente ya conocemos cómo funciona la máquina del horror y sabemos que hay pruebas suficientes. Entre las últimas filmaciones de los secuestrados que Hamás entregó, que forman parte de su guerra psicológica, se filtraron imágenes de los secuestradores saludables y rozagantes excedidos de peso contrastando con el estado de desnutrición y tortura evidentes de los secuestrados.
Han trascendido imágenes de un camión de suministros robado por Hamás que tumbó debido a que cientos de gazatíes se subieron al mismo. No necesitan estar vestidos como terroristas pero si estaban arriba y no los tirotearon eran civiles del Hamás. ¿Se entiende la diferencia a las falsedades que se van a publicar? Veremos cómo se tergiversa tratando de inculpar a Israel... solo tardará minutos en ser difundida ampliamente, esa es la realidad.
Para concretar: el gobierno de Israel ha decidido desocupar la ciudad de Gaza dándole al Hamás un ultimátum para que regresen a la mesa de negociaciones; si no es así comenzará la desocupación de la misma en donde hay un millón de personas. El objetivo es claro: terminar de desmantelar las estructuras terroristas; eliminar al Hamás, desarmarlo e intentar recuperar los secuestrados que allí se encuentren. Sabido es que la infraestructura de ayuda humanitaria que se va a montar así como las acciones del ejército exigirán un esfuerzo logístico titánico. Se prevé que este proceso lleve semanas.
Algunos critican que el día después (después del control absoluto de la Franja) no está previsto. Sabemos que las opciones están en la mesa, como por ejemplo la incorporación de países árabes como Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y hasta Qatar (vade retro, que no suceda), que están dispuestos a participar en la reorganización. Ejercerían el poder policial de control, desarme, reorganización futura y reconstrucción, pero solo si el Hamás está desarmado (esto es lo que da pie a las acciones del gobierno israelí aún en contra de la opinión del comandante en jefe del Ejército).
Existen voceros de los sectores más reaccionarios del gobierno que sostienen que hay que anexar, por lo que hay que diferenciar y aclarar hasta el cansancio que las acciones que se están realizando son pura y exclusivamente un proyecto de control de la Franja, lo que significa el desmantelamiento de lo que queda del Hamás. En los próximos días las falsas noticias, las acusaciones inventadas y trucadas inundarán las editoriales. A pesar de ello Israel continuará hasta definir esta guerra contra viento y marea, les guste o no a los detractores que no soportan que desde hace ya muchos años el Estado de Israel es resiliente ante las múltiples agresiones zonales e internacionales.
(*) Santafesino radicado en Israel desde 2002.