Una tragedia migratoria sacudió a España este martes 28 de mayo. Un cayuco con 159 personas a bordo volcó frente al puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro, Islas Canarias. El saldo fue devastador: al menos siete personas murieron, entre ellas cuatro mujeres y tres niñas de entre 5 y 16 años. Un bebé permanece desaparecido.
La embarcación, proveniente de Mauritania, había navegado durante cinco días por el Atlántico. Según relataron autoridades, el accidente ocurrió cuando los ocupantes se agolparon hacia un lado del cayuco al ver tierra firme, lo que provocó su vuelco a pocos metros del muelle. Muchos de ellos no sabían nadar.
Operativo
Las imágenes registradas por medios locales y vecinos muestran escenas dramáticas: niños en el agua, gritos de auxilio y decenas de personas luchando por mantenerse a flote. Equipos de rescate, vecinos y personal sanitario actuaron con rapidez, logrando rescatar a decenas de personas, varios de ellos en estado grave.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó su pesar por la tragedia y reiteró el compromiso de su gestión con un abordaje humanitario del fenómeno migratorio. El jefe del gobierno de El Hierro, Alpidio Armas, fue contundente: “No puede pasar que cuando lleguen al muelle se nos muera la gente”.
Tragedia en el Atlántico. Crédito: @Jorditgn40Una crisis que se repite
El hecho reaviva el debate sobre las políticas migratorias de Europa y las condiciones extremas que enfrentan quienes huyen de África en busca de un futuro mejor. Según organismos humanitarios, las rutas hacia Canarias son cada vez más letales, y en lo que va del año ya se registraron decenas de muertes.
En medio de la tragedia, la comunidad de La Restinga mostró una vez más su compromiso solidario. “Saltamos al agua sin pensar, había que salvar vidas”, relató uno de los vecinos que colaboró con el rescate. Los centros de salud de la isla permanecen colapsados ante la magnitud del operativo de atención.
La mayoría de las víctimas eran menores y mujeres. Crédito: @salvamentogobSilencio de la Unión Europea
Mientras tanto, desde Bruselas no hubo aún un pronunciamiento oficial. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras y CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) exigieron una mayor intervención europea para prevenir nuevas catástrofes en las rutas migratorias del Atlántico.
Por su parte, organizaciones de derechos humanos advirtieron sobre el creciente riesgo de estas travesías, impulsadas por redes de tráfico de personas que operan con total impunidad. Denunciaron además la falta de vías legales y seguras para migrar, lo que empuja a miles de personas a arriesgar sus vidas en rutas extremadamente peligrosas como la del Atlántico hacia Canarias.