La terapia con animales es una intervención que incorpora a los animales para potenciar el bienestar y la salud de las personas en función de sus necesidades. El objetivo suele encararse hacia la mejora de las funciones físicas, cognitivas, emocionales y sociales de quienes se benefician de este tipo de tratamiento.
Los campos de aplicación de esta terapia son múltiples. Y es que la presencia de animales reduce el estrés y la ansiedad a nivel general y, además, tiene numerosos beneficios para personas o colectivos con necesidades especiales. Es el caso de personas en riesgo de exclusión social, enfermos de salud mental o incluso jóvenes en centros penitenciarios.
Un ejemplo de cómo funciona la terapia con animales podemos encontrarlo en entornos como hospitales y centros de salud, donde el contacto y la interacción con el animal durante un tiempo determinado, hace que muchos pacientes mejoren su estado de ánimo casi sin darse cuenta.
La relevancia de las terapias e intervenciones asistidas con animales ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años debido a su capacidad única para ayudar a personas en diversas situaciones, como riesgo de exclusión social, diversidad funcional, problemas psicológicos, emocionales o psiquiátricos, y dificultades de aprendizaje, entre otras. Estas terapias han demostrado su eficacia en el tratamiento de trastornos como el estrés, la depresión, las crisis, la agresividad y la hiperactividad.
Además, estudios mundiales avalan su eficacia en diversos campos más allá de la guerra u otras situaciones excepcionales. Por ejemplo, según UCLA Health, en Estados Unidos, la interacción con animales libera hormonas como la oxitocina y la serotonina, que ayudan a relajarse y a bajar la tensión arterial.
Asimismo, una investigación publicada por Medical News Day y Mental Health America demostró que los pacientes con prótesis articulares totales necesitan un 50% menos de analgésicos cuando participan en una terapia canina. Incluso sólo 10 minutos de interacción con un animal pueden reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en estudiantes universitarios.
En el caso del trastorno del espectro autista (TEA), las terapias asistidas con animales mostraron mejoras significativas en el lenguaje, la comunicación y los comportamientos sociales. Una investigación realizada por la Universidad Purdue de West Lafayette (Indiana) revela que aproximadamente el 75% de los estudios evaluados informaron de mejoras en el lenguaje y la comunicación en personas con TEA que participaron en intervenciones asistidas con animales. Además, se ha observado un aumento del 54% en los comportamientos sociales de niños con autismo que participaron en programas basados en el aula.
Estos beneficios están avalados incluso por otros estudios fuera del ámbito terapéutico. Por ejemplo, uno realizado en 2020 por la Universidad de York, en plena pandemia de COVID-19, demostró los efectos positivos de la tenencia de mascotas en la salud mental durante el confinamiento: los autores preguntaron a miles de personas si su mascota les ayudaba a sobrellevar mejor el confinamiento y más del 90% respondió afirmativamente.
Estos tratamientos han resultado muy efectivos en personas con necesidades diferentes. En este sentido, la terapia con animales para la ansiedad y la terapia con animales para la depresión han demostrado su efectividad por la suma de beneficios que aportan, como veremos más adelante.
En función del nivel de exposición y de las necesidades de cada persona, podemos distinguir 3 tipos de terapias con animales.
Terapias asistidas con animales: Estas intervenciones las realizan profesionales de la salud y la educación. Las terapias asistidas con animales persiguen objetivos concretos y se evalúan como cualquier otro tipo de tratamiento. Normalmente son tratamientos de largo recorrido y buscan mejorar aspectos físicos, cognitivos, emocionales o relacionales del paciente. Ejemplo de ello es la equinoterapia o los perros de terapia.
Actividades asistidas con animales: Las actividades asistidas con animales se realizan de forma más esporádica y buscan mejorar la motivación y la educación, aunque no son terapias propiamente dichas. Por este motivo, no siempre están dirigidas por profesionales y no persiguen ningún objetivo concreto.
Educación asistida con animales: Se trata de terapias asistidas con animales que se realizan en el ámbito educativo. Las sesiones están dirigidas por profesionales y tratamientos están planificados y organizados para cumplir con objetivos concretos. En estas sesiones lo que se busca es lograr metas académicas, conocimientos sociales y funciones cognitivas.
Lo que ocurre en Argentina y la región
En Argentina y otros países de América Latina también se han implementado programas de Terapia Asistida con Animales con resultados positivos. Por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires existe el Programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IACA), que brinda atención a diversas poblaciones en situación de sufrimiento subjetivo, como enfermedades crónicas, problemas graves de salud mental y situaciones de vulnerabilidad psicosocial. En Paraná, un grupo de profesionales ha iniciado el proyecto Tacanino, que busca implementar actividades asistidas por perros y desarrollar terapias en la región. Otros lugares como Saladillo, Mar del Plata y Ushuaia también han incorporado terapias asistidas con animales en sus programas de rehabilitación y atención integral a diversas poblaciones.
En México, el Centro de Atención Integral (CAI) de Ciudad de México ofrece apoyo sanitario y servicios de salud mental a víctimas de tortura y violencia extrema. Aquí, la colaboración de Onnie, un perro de terapia adiestrado, junto con un psicólogo especializado en terapia asistida con perros, proporciona apoyo terapéutico a distintos grupos de personas, contribuyendo a su proceso de recuperación.
En Chile se han implantado programas de terapia asistida con perros en centros sanitarios y educativos. Estos programas han demostrado ser especialmente beneficiosos para niños con trastornos del desarrollo y problemas emocionales. La interacción con los perros no sólo mejora su bienestar emocional, sino que también estimula sus habilidades comunicativas y sociales.
La creciente adopción de las Terapias e Intervenciones Asistidas con Animales en Latinoamérica refleja el reconocimiento de su valor terapéutico y su impacto positivo en la calidad de vida de las personas. Estos programas no sólo proporcionan apoyo emocional y físico, sino que también promueven la inclusión, la rehabilitación y el desarrollo personal. A medida que el uso de animales en terapia continúe siendo investigado y promovido, se espera que estas prácticas continúen expandiéndose y beneficiando a un número cada vez mayor de individuos en la región.