Atribuyen nuevos delitos al linyera de Candioti Sur

La Justicia amplió los cargos contra un linyera de barrio Candioti Sur, detenido y liberado la semana pasada, en medio de un conflicto con vecinos que desde un tiempo a esta parte vienen reclamando la intervención a las autoridades.

Arturo Enrique R. de 53 años, fue detenido por última vez el martes, por desobediencia a un mandato judicial. El día anterior -lunes 12 de octubre- había sido liberado con la condición y el compromiso del sujeto, de que no volvería al barrio. En términos formales, tenía una prohibición de acercamiento de 500 metros de la zona de Fray Santa María de Oro al 1700, donde había levantado una improvisada ranchada al aire libre.

Previamente, el viernes 9 de octubre, el vagabundo había tenido un altercado con una vecina que lo denunció por un intento de ataque en el garaje de su propia casa, y que fue interrumpido por la presencia del marido que lo sacó a empujones.

A raíz de este episodio, fueron varios en expresar sus preocupaciones en un grupo de Whatsapp denominado “Vecinos en Alerta” y que concentra a habitantes del pintoresco Candioti Sur. Además, hubo quienes acompañaron la queja con denuncias recientes contra el mismo personaje, pero que hasta el momento no habían tenido consecuencia alguna hasta la intervención del fiscal Omar De Pedro, que comenzó a recopilar dicha información y este jueves amplió la atribución imputativa contra el croto.

La audiencia, que se realizó en Sala 7 de tribunales, contó con la conducción del juez José García Troiano; mientras que el detenido estuvo representado por el Servicio Público Provincial de la Defensa (SPPDP).

Allí, el fiscal De Pedro sumó al hecho del viernes pasado otros cinco delitos, y recordó que ya el año pasado existía una medida de distancia impuesta por la justicia, que el implicado incumplió desde el minuto cero.

El último fue el 13 de octubre cuando, incumpliendo la medida de alejamiento, se lo vio merodeando el barrio, puntualmente en Santa María 1750 y en la esquina de Ruperto Pérez al 1600. Un día antes, el juez penal Héctor Candioti había ordenado que debía “alejarse del lugar y no acercarse a una distancia inferior a 500 metros” en medio de una causa por amenazas suscitadas el viernes previo.

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En septiembre, se produjeron otros tres episodios: el 3, el 13 y el 21. El primero fue cuando amenazó con matar a un vecino cuando estaba entrando el auto, aduciendo que lo había denunciado ante la policía.

Diez días después, en horas del mediodía, se acercó al mismo vecino con el que estaba enemistado para ofrecerle pelea, diciéndoles que lo iba a acuchillar porque le mandaba a la policía.

Y para el Día de la Primavera, se la agarró con una mujer de 64 años a la cual amenazó de muerte mientras afilaba un machete contra la pared.

Para la fiscalía “esta conducta se enmarca en situaciones anteriores donde el imputado ya ha amenazado, insultado, o ha tenido problemas con otros vecinos, por lo que se genera especial temor en la víctima”.

En tanto, el fiscal De Pedro hizo referencia a un último caso, registrado el 26 de Noviembre del año pasado, cuando en horas de la siesta increpó a una mujer y a un médico de la clínica que está por calle Calchines al 1800. “Vení payaso, la c. de tu madre”, le dijo mientras lanzaba golpes al aire y luego arrojó una madera contra la reja y una puerta de vidrio.

Por todo ello, el representante del Ministerio Público de la Acusación le atribuyó los delitos de “coacciones -en tres oportunidades-, desobediencia y amenazas; y adelantó que solicitará la prisión preventiva, en una audiencia que tendrá tratamiento este sábado en tribunales.