Una situación por demás tensa se vivió en la siesta del lunes, cuando un llamado anónimo al 911 alertó a las autoridades sobre la posible presencia de un individuo vinculado a un homicidio reciente en la zona norte de la ciudad.
La policía irrumpió en dos domicilios y encontró pistolas, revólveres, cargadores y celulares ocultos en un patio trasero. Dos hermanos quedaron detenidos.

Una situación por demás tensa se vivió en la siesta del lunes, cuando un llamado anónimo al 911 alertó a las autoridades sobre la posible presencia de un individuo vinculado a un homicidio reciente en la zona norte de la ciudad.
La denuncia indicaba una vivienda ubicada sobre calle Florencio Fernández, entre Furlong y Menchaca. Hasta allí se dirigieron varias unidades policiales para constatar la veracidad de la información.
Al llegar, los uniformados observaron la puerta de rejas entreabierta, lo que motivó el ingreso preventivo. Si bien en primera instancia no se halló a nadie en el domicilio señalado, una inspección más detallada reveló un dato inquietante: tarimas colocadas a modo de escalera sobre el tapial lateral, lo que hizo presumir el paso de una persona hacia una propiedad vecina.
Efectivos ingresaron a esta segunda vivienda —con permiso del morador presente— y al revisar el patio trasero se toparon con una escena que encendió todas las alarmas.
Entre el tapial y un tejido de alambre, se halló un revólver calibre .38 marca Smith & Wesson cargado.
A pocos metros, al pie de un árbol, fue encontrada una mochila azul que escondía un verdadero arsenal: una pistola Bersa Thunder Pro 9 mm con numeración suprimida, tres cargadores (dos de ellos cargados con 16 proyectiles cada uno), dos cajas de municiones (una con 50 balas, otra con 44), cartuchos sueltos de distintos calibres y tres teléfonos celulares.
Ante la magnitud del hallazgo, se procedió a la inmediata aprehensión del morador, identificado como Ayrton Pérez, de 19 años. Pero eso no fue todo.
Mientras se realizaban las tareas de recolección de pruebas, los efectivos escucharon ruidos sospechosos provenientes del fondo del domicilio.
Un móvil que aún permanecía en el lugar ingresó nuevamente y logró detener a un segundo sujeto, quien intentaba huir saltando un tapial. Este fue identificado como Joaquín Pérez, de 22 años, hermano del primero.
Ambos quedaron imputados por tenencia indebida de arma de fuego de guerra, a disposición de la fiscalía interviniente.
El procedimiento fue considerado clave en el marco de las investigaciones que se siguen por un crimen ocurrido días atrás en el mismo sector.




