Drama en la estación de servicios: nada indica una muerte violenta

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com

Una complicación en su estado de salud habría el sido lo que causó el fallecimiento del muchacho hallado anoche en la estación de servicios de Aristóbulo del Valle y Salvador del Carril.

Esto se desprende de un informe preliminar de autopsia que esta mañana, a primera hora, llegó a manos del fiscal regional, doctor Jorge Nessier.

En este primer dictamen se deja constancia que el infortunado no presenta heridas ni signos de traumatismos recientes. No obstante, se siguen realizando otro tipo de estudios.

* “Hasta el momento nada nos indica una muerte violenta. De igual modo, los profesionales avanzan con otros exámenes para descartar todas las posibilidades”, dijo hoy Nessier en diálogo con El Litoral.

El funcionario estuvo anoche en el lugar de los hechos supervisando los trabajos que realizaron los investigadores y peritos de la policía.

A su vez, según trascendió, el infortunado fue identificado como José Leandro Moyano. Tenía 27 años. Ahora, los pesquisas rastrean su historia clínica en los hospitales locales, para ver si hallan algún dato relevante.

Sería un “trapito”

La fatídica secuencia comenzó anoche. Eran cerca de las 22.30 cuando el muchacho ingresó al local comercial de la estación de servicios a comprar un jugo de frutas. Cumplido este trámite se dirigió hacia la plaza que está frente a La Redonda, lugar donde se habría desempeñado como “trapito”.

Un rato después, este mismo individuo apareció tambaleante, desorientado y con evidentes señales de estar descompuesto en el playón de la Estación. Con paso vacilante se dirigió hacia el baño, pero antes de ingresar, cae desplomado.

Cuando los empleados se acercaron a auxiliarlo, se dieron cuenta que ya estaba muerto y llamaron inmediatamente a la policía.

Como es de rigor, ni bien arribaron los peritos policiales observaron su cuerpo. Fue entonces cuando observaron que el joven presentaba una herida en el cuello, debajo de la nuez.

En un primer momento pensaron que era una lesión de arma blanca, pero al observarla con mayor detenimiento se dieron cuenta de que se trataba del orificio que se realiza para hacer una traqueotomía.
El cuerpo también tenía una cicatriz de una herida vieja en uno de sus hombros, pero nada relacionado con el hecho.

Andaba por La Redonda

El fiscal regional Jorge Nessier se hizo presente en el lugar y confirmó a El Litoral que lo que en un primer momento se pensó que era un homicidio fue caratulado como “muerte dudosa”, ya que la víctima no presentaba heridas recientes.

Los rastrillajes de la Policía de Investigaciones dieron con las pertenencias del sujeto en la zona del playón de La Redonda.

Allí, encontraron su ropa, un balde y el clásico escurridor que utilizan los “trapitos” en su tarea de cuidacoches.

También estaba el jugo que había comprado un rato antes. Todos estos elementos fueron secuestrados en el marco de la investigación.

Además del fiscal Nessier, en el lugar trabajaron agentes de la PDI , peritos y personal de Bomberos que trasladó el cuerpo en la morguera.