Un niño de 8 años debió ser hospitalizado este jueves, en horas del mediodía, cuando un perro de gran tamaño lo mordió en el rostro, en una vivienda del barrio Santa Rita, en el norte de la ciudad de Santa Fe.
El hecho se conoció este jueves al mediodía, cuando la madre del pequeño lo trasladó en forma particular al hospital Iturraspe. Este mes, ocurrió un hecho similar en Santo Tomé, con dos hermanas seriamente heridas.

Un niño de 8 años debió ser hospitalizado este jueves, en horas del mediodía, cuando un perro de gran tamaño lo mordió en el rostro, en una vivienda del barrio Santa Rita, en el norte de la ciudad de Santa Fe.
Autoridades policiales reportaron el caso, que quedó registrado en la guardia de ingreso del hospital Iturraspe, cuando una mujer de 33 años ingresó de urgencia solicitando atención para su hijo.
El pequeño presentaba una mordedura facial en la mejilla derecha con desgarro, según indicaron fuentes del caso. A raíz de las lesiones sufridas, los médicos que atendieron la emergencia lo derivaron al hospital de Niños, donde fue operado.
El hecho se produjo durante la mañana del jueves, en una vivienda de la calle Río Negro al 6500, del barrio Santa Rita, donde el perro que es propiedad de un miembro de la familia, atacó al niño por causas que no fueron explicitadas.
El caso pone nuevamente en agenda la problemática referida a la tenencia y cuidado de los denominados “perros peligrosos”, cuya contextura física y mordida los convierte en un riesgo para quienes conviven con ellos, especialmente niños y personas mayores.
Cabe recordar que a comienzos de julio, puntualmente el domingo 6 de este mes, una mujer de 56 años y su hermana de 44 debieron ser internadas por la misma causa, cuando fueron atacadas dentro de su vivienda en calle Hipólito Yrigoyen al 2600 de Santo Tomé.
A la primera le amputaron el brazo derecho, mientras que la otra resultó gravemente herida en el rostro y el brazo.
En base a dicha problemática, El Litoral informó días atrás que los ataques en el área metropolitana de Santa Fe, registrados en el hospital José María Cullen fueron 25 en marzo; en abril se reportaron 14; en mayo, 9; y recientemente en junio fueron 11, es decir, casi 60 casos en cuatro meses, según estadísticas suministradas por la Dirección de dicho nosocomio.
En cuanto a la regulación existente, la ordenanza Nº 11.180, sancionada en 2005, establece la obligatoriedad de registrar a determinadas razas de perros consideradas peligrosas —como el pitbull, el rottweiler y el dogo argentino, entre otras— y exige condiciones específicas para su tenencia.
Entre ellas, el uso de correa corta y bozal en la vía pública, la presencia de un adulto al momento de circular, cercos adecuados en domicilios particulares, carteles de advertencia y el cumplimiento del calendario de vacunación.




