En Buenos Aires, los medios nacionales, hablan de “este Colón de buen arranque que siempre ilusiona a su gente”. Lo concreto es que la fecha de Primera División se abre con el sorpresivo puntero que consiguió lo que ningún grande en dos fechas: puntaje ideal. Desde las 21.10, el viejo Cementerio de los Elefantes presentará un marco imponente, no sólo por la peregrinación de sabaleros sino porque los “Piratas” habían vendido hasta anoche más de 2.000 boletos en la sede celeste de Barrio Alberdi. Con Pablo Díaz como juez, Colón iniciará esta noche una seguidilla espectacular entre torneo local y Copa Sudamericana.
La gente cumplirá el ritual hoy y lo repetirá el jueves por la noche, cuando Colón estrene localía frente a Racing de Avellaneda por el certamen continental. Desde allí, la doble excursión a la provincia de Buenos Aires: primero para jugar el lunes 27 contra Estudiantes en el Único de La Plata y el jueves en Avellaneda la revancha por la Sudamericana. Serán cuatro partidos fundamentales en catorce días para el once de Sensini.
Si bien hay una base sostenida y prolongada en el tiempo, siempre es bueno ganar en el arranque de un proceso, donde el entrenador fue tomando determinaciones importantes: poner a Alcoba en el fondo y sacar a Pellegrino fue una; apostar por el rápido Curuchet arriba en reemplazo del desgarrado “Tito” Ramírez fue otra.
Se nota la continuidad de un Colón bien cerrado de mitad para atrás, con una línea de cuatro formal y dos volantes corredores, metedores y ponedores, como son el “Polaco” Bastía y el “Perro” Prediger.
Que se le abra el arco desde el vamos a un goleador como Gigliotti fue otro punto importante que vino en el combo de la victoria en la zona de Cuyo. Es importante que, a partir de los resultados, Colón se puede afirmar y agrandar como equipo.
Se nota, en principio, que el equipo ya no depende de figuras importantes como fueron el “Bichi” o Chevantón. Se advierte en la línea de flotación que aparece un fuerte compromiso colectivo para poder brillar igual sin tantas estrellas en el firmamento.
Hay una predisposición marcada por pelear cada pelota como si fuera la última y eso siempre es importante para un grupo. Enfrente estará un duro equipo como Belgrano, donde el entrenador y los jugadores se conocen —casi de memoria— de un tiempo a esta parte.
Con miles y miles de sabaleros en las tribunas, Colón tendrá el lindo peso de ser local y puntero del campeonato. No existe la presión. Todo lo contrario. Estar arriba y jugar a cancha llena es el sueño de cualquiera que corre detrás de una pelota en cualquier nivel. En el fútbol de hoy, fácil no hay nada. Por eso el Colón puntero quiere celeste. Aunque le cueste... lo que sea.
































