De la Redacción de El Litoral
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Honrar el apodo de Cementerio de los Elefantes, bajando a un grande como River, es el objetivo del Colón de Gamboa, de cara al partido de mañana a la noche a las 20.10 en Santa Fe. Es cierto que River es un grande venido a menos, con economía de guerra, pensando en el promedio y la Promoción, lejos de los sueños históricos de campeonato. Y bien lejos, también, del mote de “Millonarios”, porque se eligió el viaje en micro para no desembolsar el dinero que cuesta el avión. Incluso, llegando para entrenar en una cancha de Liga Santafesina (predio de Santa Fe Fútbol), algo casi inédito para River.
Nadie puede desconocer que el 0-3 en La Paternal sorprendió a propios y extraños, porque Colón venía consolidado en la racha con Gamboa y recuperando esa imagen confiable de los mejores momentos con Mohamed. Pero el lunes se cayó la estantería e hizo ruido. Por eso la autocrítica fuerte del comando técnico con los jugadores, con más de una hora de charla.
Para adentro, hubo “champú”, pero para afuera el respaldo de Gamboa hacia los jugadores es total. Por eso un solo cambio, la vuelta natural del “Negro” Juan Leandro Quiroga por el tucumano Ricardo Gómez. Y el esquema apostando a la línea de tres, los cuatro volantes, el enganche y los dos delanteros de punta.
Sin dudas que Colón arrancará una seguidilla impresionante desde mañana, porque —prácticamente— en una semana estará jugando tres partidos. Primero River, después Arsenal en Sarandí el martes a las 21.15 y finalmente Newell’s el domingo 12 en Santa Fe en horario a confirmar.
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