Todos los colores pero una sola camiseta: 285

Por Darío Pignata
dpignata@ellitoral.com

“Ni Dios caía bien a todos, yo no puedo caer bien a todos”, fue la frase irónica que usó Cristiano Ronaldo cuando recibió la Bota de Oro hace algunos días. Puede que, como pasa habitualmente en el particular mundo del fútbol, exista gente en Santa Fe que —siendo hincha de Colón, obviamente— discuta cuestiones de Esteban Oscar Fuertes vistiendo la sangre y luto en los últimos 15 años.

Como si fuera una declaratoria en Tribunales, por si hiciera falta, aclaro que no soy amigo ni familiar de Esteban Fuertes, no tengo preferencia ni animosidad. Tengo amigos y familiares, todos de Colón, que mayormente aman e idolatran a “Bichi”, más algunos que objetan cosas. De las futbolísticas y de las otras. En lo personal, hace 21 años que escribo de fútbol en El Litoral.

Nunca me ocupé ni me metí en las cuestiones privadas de los futbolistas, por algo tan viejo como el tiento: si un futbolista duerme mal, entrena mal como profesional y no se cuida como profesional, el domingo el hincha no necesitará de un comentario en el diario para darse cuenta de que algo está fallando. Seguramente, no levantará las piernas.

Cerca de los 39 años —los cumplirá este 26 de diciembre—, el muchachito nacido en Coronel Dorrego de la provincia de Buenos Aires, Esteban Fuertes, quebrará el domingo otro récord que al igual que sus muchos goles ya no podrán ser modificados por nada ni por nadie. Puede que, entre varias cosas, los últimos años le dieran la gran virtud de saber cómo cuidarse y entrenarse para algo que comenta todo el mundo en el fútbol argentino: “Cuando mete esos piques, parece un pibe de 20 años”.

Decía el inmortal maestro Amílcar Brusa: “Contra la estupidez humana no se puede”. Sólo así puede entenderse la frase de “con Fuertes nunca ganamos nada”. Si ganar algo es un título o campeonato, hace 106 que Colón no lo consigue. Con un extraordinario delantero y con un goleador temible como “Bichi”, que tiene 136 goles en 284 partidos, de una sola cosa estoy seguro: si en 106 años Colón no fue campeón, el único que no tiene la culpa es el tipo que hace un gol cada dos partidos desde hace 15 almanaques en este club.

Fuertes fue, es y será —cuando se retire— un jugador incomparable en la historia de Colón. Es más, a “Bichi” no le hace falta salir campeón para alcanzar la gloria en Colón. Hace tiempo que se la llevó y la guardó en el placard. Por eso, todos los días, cuando se levanta para vestirse sabe lo mucho que le costó conseguir en 284 partidos con esta misma camiseta.