Desde las 18 explotará el Amalfitani con el homenaje a “Los Campeones del Mundo”, aquéllos del 2-0 al Milan en Japón. El inolvidable equipo de Carlos Bianchi tendrá su tributo.
Vélez arma una fiesta antes de jugar con Colón
Viernes 29.11.2019
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Última actualización 15:35
“Este domingo, vení más temprano al Amalfitani para homenajear, desde las 18 a los Campeones del Mundo. Se cumplen 25 años de la gesta inolvidable en Tokio, Japón, ante el poderoso Milan de Italia. Por eso, vení con tiempo al Estadio porque en la antesala del encuentro ante Colón de Santa Fe, vamos a rendirle homenaje a nuestros héroes. Este domingo, vení más temprano al Amalfitani para homenajear, desde las 18, a los Campeones del Mundo”, es lo que comunica y pide Vélez a su gente para la gran previa del partido ante Colón.
Es que casualmente el mismo domingo se cumplen 25 años de la máxima hazaña de Vélez. El equipo argentino superó el 1° de diciembre de 1994 en Japón a un Milan repleto de estrellas por 2 a 0 y se consagró campeón mundial.
Aquélla hazaña...
“En la primera jugada que tengas enfrente a Baresi pegale un culazo y tiralo a la mierda”, le recomendó Carlos Bianchi a Omar Asad antes de la final de la Copa Intercontinental. Aquel 1° de diciembre de 1994 en Tokio, el Turco cumplió y su guapeza frente a la marca del experimentado defensor de Milan fue una de las claves para la victoria de su equipo. “Tres años antes yo jugaba en el barrio, era un sueño estar en esa final. Mis compañeros me chicaneaban, me decían que Baresi no me iba a dejar tocar la pelota, que yo iba a arrugar. La primera que hice, a los 3 minutos, lo peché a Baresi y lo tiré a los carteles”.
En aquella final mundial, chocaban el campeón europeo, cargado de gloria, dinero y favoritismo, ante el modesto equipo argentino que había conquistado la Libertadores ante otro favorito, San Pablo. En el precalentamiento hubo un hecho que ilustró la grandeza anímica de aquel Vélez: el volante central Marcelo Gómez se torció un tobillo pero pese al dolor ni pensó en no jugar: lo infiltraron y se bancó todo el partido. “Los jugadores de Milan subestimaban a Vélez con sus declaraciones, como si fueran a jugar contra un equipo del ascenso. La subestimación llegó al terreno de juego, donde ellos se reían en forma de burla cuando hacían un pase en los primeros quince minutos. Pero se sabe que si un grupo está unido y tiran todos para el mismo lado, a cualquier equipo del mundo se le hace mucho más díficil”, declaraba José Luis Chilavert.
Intentó imponer su ritmo Milan en los instantes iniciales, mientras Vélez exhalaba nerviosismo, pero de a poco el conjunto de Bianchi se fue acomodando y desarrollando su juego sin complejos. Y en el segundo tiempo explotaron los festejos. A los 5 minutos. un saque del arco de José Luis Chilavert dirigido a José Basualdo se prolongó con un centro al área para José Flores, quien fue derribado por Costacurta. Roberto Trotta se encargó del penal: derechazo directo para el primer gol. Y a los 12, corrida de Omar Asad para interceptar un pase fallido de Costacurta al arquero Rossi, ganando la posición y definiendo desde un ángulo complicado que significó el 2-0 final. De ahí hasta el final del partido, Vélez no pasó sobresaltos, y los abrazos y la vuelta olímpica cerraron una jornada histórica e inolvidable para el orgullo de Liniers.
Los soldados del Virrey
José Luis Chilavert; Héctor Almandoz, Roberto Trotta, Víctor Sotomayor, Raúl Cardozo; José Basualdo, Marcelo Gómez, Christian Bassedas, Roberto Pompei; José Flores y Omar Asad fueron los gladiadores fortineros que Carlos Bianchi sostuvo en cancha durante los noventa minutos. En el banco se quedaron Sandro Guzmán, Flavio Zandoná, Mauricio Pellegrino, Marcelo Herrera y José Luis Sánchez. Milan formó con: Sebastiano Rossi; Mauro Tassotti, Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini; Demetrio Albertini, Marcel Desailly, Roberto Donadoni, Zvonimir Boban; Dejan Savicevic y Daniele Massaro. Dos cambios hizo el técnico Fabio Capello: Marco Simone y Christian Panucci por Savicevic y Massaro. Son 25 años los que se cumplen hoy de aquella inolvidable hazaña de Vélez.
Define Heinze los once...
Contando los días para la despedida del año en casa, el plantel velezano se esfuerza en Ituzaingó en una semana intensa de actividad en el microciclo programado por el cuerpo técnico.
Con casi todos disponibles (sólo Matías Borgogno se movió diferenciado por el fuerte golpe en Reserva), Gabriel Heinze planifica lo que será el partido ante Colón de Santa Fe en el Estadio José Amalfitani, por la fecha 15 de la Superliga. El mismo dará inicio a las 19.40; de todas formas se invita al hincha a concurrir temprano ya que a las 18 se rendirá homenaje a los Campeones del Mundo en Japón.
Respecto de la preparación en la Villa Olímpica, como ya es sabido durante esta semana se adelantaron los inicios de los ensayos para evitar las altas temperaturas cerca del mediodía. Así, los jugadores luego de la charla con el cuerpo técnico, comenzaron con la entrada en calor en campo con mucha posesión, movilidad y coordinación con balón.
Los movimientos pre ensayo se completaron con dos primeros bloques tácticos junto al Míster y con un repaso por el circuito de entrenamiento funcional con elementos también en el campo de juego.
Se continuó con varios bloques más fuertes en conceptos estratégicos, con un Heinze muy activo repasando conceptos y brindando herramientas a sus dirigidos. Dos equipos eran los que se alternaban en el trabajo junto al entrenador ante sparrings de la cantera. El grupo que aguardaba su turno cumplía con el mencionado circuito funcional. Mucha elongación, mix de frutas e hidratación le pusieron fin al ensayo en Ituzaingó. Vélez volverá a entrenar este viernes a puertas cerradas.