Minutos antes de la medianoche, y luego de una jornada con unos 100 mm de lluvia caída, la ciudad de Santa Fe volvió a ver cómo la formación del tren de cargas descarriló y generó caos en medio de la capital provincial.
La obra quedó frenada a fines de 2023, cuando cambió la gestión federal. Una vez finalizada, correrá la traza del Belgrano Cargas a las afueras de la capital santafesina, evitando demoras y caos ciudadano.

Minutos antes de la medianoche, y luego de una jornada con unos 100 mm de lluvia caída, la ciudad de Santa Fe volvió a ver cómo la formación del tren de cargas descarriló y generó caos en medio de la capital provincial.
El incidente, que no es nuevo y seguro volverá a repetirse, muestra los inconvenientes que aún persisten con el paso de los vagones por medio del casco urbano santafesino. La inversión mínima en el mantenimiento de las vías no soporta el recorrido diario del tan necesario transporte.
El Litoral recorrió la zona durante la mañana del domingo y notó la presencia de vecinos y trabajadores ferroviarios que ya activaron el plan para solucionar el inconveniente.
La reciente “caída” del Belgrano pone en agenda la necesidad de finalizar la mega obra encarada para correr la traza a las afueras de la ciudad capital y lograr así independencia, mejorar tiempos y evitar caos urbano. El Circunvalar Santa Fe quedó frenado en el cambio de mando del Estado federal. Y no se reactivó.
Cinco de los 70 vagones quedaron tumbados a la altura de calles Vélez Sársfield y Gorostiaga, donde la vía separa a la mitad el barrio Villa Setúbal. Los vecinos del lugar densamente poblado vieron atónitos el incidente.
Como se dijo, la administración de Javier Milei paralizó las obras públicas nacionales. Las comenzadas en Santa Fe no fueron la excepción y el circunvalar quedó frenado. Recorriendo las crónicas de El Litoral se pueden encontrar algunos atisbos de buscarle una solución al problema.
Por ejemplo, a mediados de 2024 este medio reflejó una reunión del ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, con autoridades nacionales vinculadas al sistema ferroviario. La agenda del encuentro tuvo entre los temas charlados el circunvalar capitalino.
"La continuidad de los trabajos dependen de financiamiento externo, de la addenda número 5 del convenio con una firma china que financió parte de los trabajos", señaló el ministro en el citado artículo de El Litoral.
Sobre esta cuestión acordaron trabajar juntos para tratar de destrabar la falta de financiamiento y permitir reanudar trabajos que hoy -paralizados- hasta ocasionan serios problemas de tránsito en un sector de la ruta provincial 70.
Según reportes, el estado de avance de la obra antes de paralizarse había superado el 50%.
Más cercano en el tiempo, la secretaria de Transporte de la provincia, Mónica Alvarado, reconoció en una entrevista con El Litoral que "los trenes están llegando a Timbúes pero no con la intensidad que deberían. Las obras de la circunvalar de Santa Fe están paradas (por decisión del gobierno nacional); hay inversión hecha que viene con financiamiento chino".
Ante la consulta dijo que "estuvimos trabajando con la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (Adif), que es de quien depende la continuidad del trabajo. Es un despropósito tener la infraestructura paralizada de una obra que permitiría aumentar la velocidades, la cantidad de trenes pesados, y desactivar una cantidad enorme de pasos a nivel en Santa Fe".
El proyecto Circunvalar Santa Fe consiste en la construcción y renovación de 60,5 kilómetros de vías del Belgrano Cargas. Esta obra permitirá que los trenes de carga rodeen la ciudad en lugar de atravesarla. El plan incluye un nuevo puente ferroviario sobre el Río Salado, marcando un hito sin precedentes en la región.
Esta megaobra optimizará drásticamente la logística ferroviaria al reducir los tiempos de viaje de 10 a solo 2 horas hacia los puertos de Timbúes. Al triplicar la velocidad actual, superando los 60 kilómetros por hora, el sistema podrá aumentar las frecuencias diarias. Esta eficiencia operativa representa un ahorro del 80% en tiempo, potenciando la capacidad de transporte total.
El tren evitará 61 pasos a nivel dentro del ejido urbano. Esta modificación estratégica no solo mejora la seguridad vial al reducir drásticamente los siniestros, sino que también elimina la división física de la ciudad. El impacto beneficia directamente a medio millón de vecinos, elevando su calidad de vida diaria.
La culminación del proyecto permitirá reducir los costos logísticos en un 30%, haciendo que la producción del norte argentino sea más competitiva internacionalmente. Al resolver problemas históricos de traslado, la obra fortalecerá las economías regionales.