A 41 años del golpe militar
Una Plaza repleta reafirmó el mensaje: "Nunca más"
Miles de santafesinos participaron de la marcha y el acto central encabezado por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Una Plaza repleta reafirmó el mensaje: "Nunca más"
Viernes 24.3.2017
/Última actualización 20:28
Organismos de derechos humanos encabezados por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a otras agrupaciones y miles de personas, marcharon hoy en nuestra ciudad para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia al cumplirse el 41º aniversario del golpe de Estado de 1976.
La actividad comenzó a las 17 con una concentración en la Plaza del Soldado, para dirigirse desde ahí hasta la Plaza de Mayo, donde se realizó el acto central y luego un show musical.
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Esta actividad se replicó en las principales ciudades del país. En la Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires se realizó el acto central a nivel nacional, espacio que fue copado por una multitud diversa y ruidosa que reclamó "que no se repita" la dictadura.
El acto por el 41 aniversario del último golpe militar tuvo una Plaza de Mayo copada por banderas de agrupaciones políticas y de derechos humanos, pero también una convocatoria de grupos de familias, amigos y jóvenes que se acercaron sin identificaciones partidarias y que coincidieron en el mensaje de crítica al gobierno de Mauricio Macri.
Algunos mezclados con las columnas partidarias, pero muchos otros ubicados en calles laterales o recorriendo la multitud, los grupos familiares y de amigos fueron una constante en la tarde.
"Son 30 mil. Fue un genocidio" y "Macri go home". A pesar de las diferencias entre los organismos convocantes y la variedad de agrupaciones políticas que acudieron -kirchneristas, peronistas ortodoxas y la izquierda- a la Plaza, el ánimo de la multitud se esmeró por confrontar con la estrategia del gobierno nacional de limitar los desaparecidos a los 8.500 que figura en el "Nunca Más": "Los 30.000 no se discuten".
Ya sea en las banderas, carteles, cánticos, discursos como en las remeras, las calcomanías en la ropa y hasta en las caras pintadas podían notarse las comparaciones entre el gobierno de Mauricio Macri con el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, es decir, la última dictadura.
Desde el comienzo de la Avenida 9 de Julio el paso vehicular estuvo cortado desde temprano, por lo que los manifestantes fueron acercándose a la Plaza de Mayo a pie, entre batucadas, murgas, micros estacionados y cánticos como "olé, olá, como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar".
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Por Avenida de Mayo, el camino hacia la concentración la ilustraban artísticamente desde un baile interpretado por jóvenes vestidos de negro con máscaras blancas, hasta personas vestidas y pintadas de gris que evocaban las fotos sepia de los detenidos desaparecidos por la dictadura del ’76.
Al llegar a la histórica Plaza, entre los carros de comida y bebida y los cientos de banderas de distinto color con los nombres de agrupaciones políticas, sobresalían por su contraste numerosos carteles con fotos en blanco y negro de víctimas del terrorismo de Estado.
Alrededor se podía ver todo tipo de mensajes en contra del gobierno y en sus más diversos formatos: siluetas humanas de papel que tenían escrito "Son 30 mil. Fue un genocidio"; carteles con las opiniones sobre la última dictadura del jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, el ex ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido y hasta del propio Macri; calcomanías que decían "Macri gato" pegadas en la ropa, y hasta un helicóptero hecho de cartón.
El "fuera Macri" era cantado por algunos sectores, a pocos metros de una réplica de una helicóptero que era paseada por la Plaza, en alusión a la huída del gobierno del radical Fernando de la Rúa en el 2001 pero también a la aeronave utilizada por Isabel Perón en el ’76, dando lugar al golpe de Estado. También se repartían folletos y volantes con las consignas del acto y mensajes contra el gobierno, como la "Carta Abierta de un Peronista a la Junta de Ceos de la Restauración Conservadora" que entregaba la JP Descamisados, basada en la original "Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar" del periodista y escritor detenido y desaparecido Rodolfo Walsh el 25 de marzo de 1977.
La Plaza y los distintos accesos estaban colmados de gente, mayoritariamente pertenecientes organizaciones kirchneristas y peronistas aunque con presencia de Libres del Sur, el Frente de Izquierda, el MST, sindicatos y movimientos sociales, entre otros.
Desde el escenario, al que luego se subirían las integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y otros organismos de derechos humanos, pasaban música -sonaron artistas como Charly García y León Gieco- y audios de frases famosas relacionadas a los ’70.
Una de las principales ovaciones se escuchó cuando reprodujeron el momento en que el ex presidente Néstor Kirchner pidió "perdón de parte del Estado nacional" por los delitos cometidos durante esos años y el "silencio" guardado después.
Sin embargo, por su lado y en paralelo a lo que se llevaba a cabo en el centro de la Plaza, frente al Cabildo hicieron su acto las Madres de Plaza de Mayo con Hebe de Bonafini a la cabeza, subidas arriba de un camión. Así, la tensión generada luego de que Bonafini acusara a Carlotto de "entrega y traición" por haber realizado un acuerdo con la gobernadora María Eugenia Vidal, también se vio reflejada en la Plaza de Mayo. De todas formas, cada vez que alguna de las abuelas o madres llegaba a la Plaza, el público se corría para dejarla pasar y entre aplausos la alentaban cantando "Madres de la Plaza, el pueblo las abraza".
Al finalizar el discurso de las madres y abuelas, los asistentes, por las dudas, volvieron a explotar la discusión que, llamativamente, planteó el gobierno: "Mauricio Macri, no seas gil, los compañeros siguen siendo 30 mil".