La reparación de la Catedral Metropolitana revela los secretos de los antiguos muros de adobe
El edificio religioso se convirtió hoy en un portal al pasado, revelando sus históricas paredes durante trabajos de reparación. Un problema en un desagüe ha permitido que los equipos de obra descubran la estructura original, sorprendiendo a los expertos y a la comunidad local. Este hallazgo no solo beneficia la infraestructura, sino que también ofrece una ventana única a la rica historia arquitectónica de la ciudad.
La reparación de la Catedral Metropolitana revela los secretos de los antiguos muros de adobe
En la tarde del viernes 18 de julio la Catedral Metropolitana Todos los Santos de la ciudad de Santa Fe quedó al descubierto teletransportando a los vecinos del Casco Histórico en el tiempo. Debido a los arreglos efectuados en el edificio religioso por problemas con un desagüe, paredes del interior y exterior, dejaron ver los antiguos muros construidos con adobe.
Un caño de agua roto comenzó a generar humedad y deteriorar el lateral izquierdo de la Catedral, el muro lindero con calle San Jerónimo. “Estamos contentos porque lo detectamos rápido cuando vimos las manchas por las filtraciones de agua. Teníamos muchas dudas porque es un edificio histórico, con técnicas constructivas viejas que desconocemos”, indicó el arquitecto Raúl Comuzzi.
Este hallazgo no solo beneficia la infraestructura, sino que también ofrece una ventana única a la rica historia arquitectónica de la ciudad. “Estamos sorprendidos, hemos descubierto la historia y queremos mostrarla”, resaltó Comuzzi.
La historia arquitectónica de la Catedral
La Catedral Metropolitana de Santa Fe, un ícono arquitectónico y espiritual, tiene sus raíces en la fundación misma de la ciudad. Su construcción se remonta a los primeros años de Santa Fe, erigiéndose como un punto central de la vida religiosa y social.
A lo largo de los siglos, ha sido testigo de innumerables eventos históricos y ha evolucionado arquitectónicamente, incorporando diversos estilos y materiales que reflejan cada etapa de su desarrollo. La importancia de la Catedral trasciende lo religioso; es un monumento histórico y cultural que resguarda la memoria colectiva de la región, un testimonio tangible de la identidad santafesina.
Comuzzi destacó la magnitud del descubrimiento: “Estamos sorprendidos, hemos descubierto la historia y queremos mostrarla”. Los trabajos, inicialmente enfocados en la reparación de un caño de agua roto que generaba humedad y deterioro en el lateral izquierdo, lindero con calle San Jerónimo, se han convertido en una expedición arqueológica.
Los muros que limitan con calle San Jerónimo están siendo recuperados a su original. Crédito: Manuel Fabatía
“Estamos contentos porque lo detectamos rápido cuando vimos las manchas por las filtraciones de agua. Teníamos muchas dudas porque es un edificio histórico, con técnicas constructivas viejas que desconocemos”, explicó Comuzzi. Este incidente, lejos de ser un contratiempo, ha resultado ser una oportunidad invaluable para desvelar las particularidades arquitectónicas del edificio patrimonial.
“Estamos aprovechando esta instancia para mostrar un poco la historia que tiene este edificio. Encontramos unos vicios en la construcción que afortunadamente los vamos a poder resolver”, agregó el arquitecto.
El apoyo de la comunidad, clave
La labor de restauración en la Catedral no sería posible sin el respaldo de la comunidad santafesina. El Padre Javier Casullo, párroco de la Catedral, expresó su profundo agradecimiento por la respuesta solidaria de los ciudadanos. "Ya estamos en obra, trabajando, así que nos desborda la felicidad por eso porque es un paso importante".
El Padre Casullo aprovechó la oportunidad para extender su gratitud a todos los que contribuyeron, incluso a aquellos no tan cercanos a la comunidad parroquial que se sensibilizaron con la causa. "Entendiendo que esto es un edificio que, más allá de ser un lugar de culto y tan importante para nosotros los católicos, también es un lugar histórico, turístico y cultural para la ciudad", remarcó.
“Estamos sorprendidos, descubrimos historia y queremos mostrarla”, resaltó Comuzzi. Crédito: Manuel Fabatía
“Es muy importante la respuesta de la comunidad, sobre todo con este bono, como para hacer estos trabajos. Sí, nosotros estamos muy agradecidos. La verdad que la respuesta fue mayor de la que esperábamos”.
Esta convocatoria a la solidaridad ha tenido una respuesta contundente, permitiendo que las obras avancen sin mayores interrupciones en las actividades diarias de la Catedral, ya que los trabajos se realizan en sectores específicos sin afectar el normal desarrollo de las celebraciones.
“Este es el inicio de varias obras que vamos a tener que seguir haciendo ya que el edificio tiene sus años y está comenzando a mostrar el paso del tiempo”, destacó el arquitecto Comuzzi. Explicó que exteriormente “se resolverá el problema de las bajadas pluviales y se sacarán los revoques deteriorados para restaurarse respetando su construcción original”.
La obra en el interior de la catedral. Crédito: Manuel Fabatía
La tarea es meticulosa y requiere de un enfoque especializado. Comuzzi resaltó que “se está trabajando en conjunto con especialistas en edificios históricos que aportan pautas que estamos implementando en la dinámica de trabajo, ya que entran en juego materiales de distinta época y de diferente tecnología”.
El enfoque colaborativo asegura que las reparaciones no solo solucionen los problemas actuales, sino que también preserven la autenticidad y el valor histórico del edificio. Este proceso de revelación y restauración es un recordatorio de que los edificios históricos son libros abiertos, esperando que se desentrañen sus historias y se valoren sus aportes a la cultura y la memoria colectiva.