El girasol se consolidó como uno de los cultivos más relevantes dentro del esquema agrícola argentino. Ocupa el cuarto lugar en superficie sembrada y el quinto en volumen producido, con una marcada orientación industrial y exportadora: más del 90% de la cosecha se destina a la elaboración de aceite y harina para consumo interno y externo.
Pero ¿cómo se estructura la comercialización de este cultivo? ¿Qué provincias lideran la originación y qué contratos predominan?
Un análisis elaborado en base a los registros de SIO-Granos y datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) permite trazar un mapa claro del mercado y entender cómo fluye la mercadería desde el campo hacia la industria y la exportación.
Dónde se origina el girasol: tres provincias, el 85% de la mercadería
En las últimas cinco campañas, Argentina comercializó en promedio 3,4 millones de toneladas de girasol por ciclo comercial, en línea con la producción promedio de 3,7 Mt. La originación está fuertemente concentrada. Buenos Aires: 60%, Santa Fe: 15%, La Pampa: 11%.
En Buenos Aires predominan los partidos del sur y oeste (Tandil, Necochea, Tres Arroyos, Trenque Lauquen, Daireaux).
En Santa Fe, los departamentos del norte (General Obligado, San Justo, San Cristóbal). En La Pampa, las zonas del noreste (Catriló, Maracó, Conhelo).
En las últimas cinco campañas, Argentina comercializó en promedio 3,4 millones de toneladas de girasolEsta concentración se relaciona directamente con las regiones históricamente más aptas para el cultivo.
El 74% del girasol se comercializa dentro de la campaña
El análisis de las últimas campañas muestra que el 74% de la mercadería se negocia durante la campaña (enero-diciembre), 21% se comercializa de manera anticipada, antes de la cosecha, el 5% se opera después de finalizar el ciclo.
Casi todas las operaciones (98%) se realizan mediante contratos de compraventa, mientras que los canjes representan menos del 2%.
Modalidades contractuales: disponible vs. forward
a modalidad elegida depende del momento de negociación. Antes del inicio de campaña, predominan los contratos forward con entrega diferida (más del 92%). La lógica: el productor vende antes de cosechar y entrega luego.
Durante la campaña, predomina la entrega disponible/contractual (76%). El productor entrega mercadería casi de inmediato.
Después de la campaña: También domina la modalidad disponible (82%). En términos promedio: 55%: contratos de compraventa con entrega disponible durante la campaña, 19%: precosecha vía forward, 18%: durante campaña vía forward, 4%: post-campaña disponible.
Cómo se fija el precio: predominio del “precio hecho”
La fijación del precio también muestra tendencias claras: 80% de las operaciones se pacta a precio hecho, 18% se negocia con precio a fijar y 2% corresponde a canje.
En las últimas cinco campañas, Argentina comercializó en promedio 3,4 millones de toneladas de girasolEntre los contratos con precio a fijar, el mercado de referencia más utilizado es el “precio cámara” (33%), seguido por el mercado comprador (25%).
Cómo se paga: 8 de cada 10 operaciones se cancelan contra entrega
En los contratos de compraventa: 82% se paga al momento de entregar la mercadería, 8% se paga de forma anticipada, 8% a plazo y El 2% restante corresponde a canjes.
Plazos de entrega: el 82% de los contratos forward se descarga dentro del mes
El análisis de plazos muestra que, cuando se pacta entrega diferida: 82% se entrega en un plazo de 0 a 30 días, 9% entre 31 y 60 días, 2% entre 61 y 90 días, 3% entre 90 y 180 días y 4% más allá de los 180 días. La mayoría de los forward se asigna a meses puntuales de necesidad industrial.
Campaña 2024/25: más forward que disponible
En la campaña que está por finalizar, se observa una particularidad: Los contratos forward alcanzan el 53%, superando a los disponibles (47%), algo distinto al promedio histórico.
En fijación de precio, la tendencia no cambia: 81% precio hecho, 18% precio a fijar y menos del 1% en canje.